En mi otra vida seguramente cometí un pecado imperdonable, eso es lo más seguro, como mierda es que me pueden pasar estas cosas a mi, nunca fui una mala esposa, nunca hice nada malo, odio pensar en todo lo que hemos pasado. No quiero recordar, quiero que mi cabeza lo borre todo, quiero tener la mente en blanco, pero obviamente, es imposible.
Salí de la oficina y me dirigí al parque más cercano, sentía que no podía caminar, cada paso sentía mi cuerpo más pesado, al fin llegué a un asiento, cerré los ojos por cinco segundos, sentí un sonido de mi celular, un mensaje de Sara. "Dime, sí o no, solo eso necesito saber" a lo que yo le respondí un Si, bloquee mi celular y lo deje en la banca, volví a cerrar los ojos tratando de contener las lágrimas, pero es imposible, comencé a llorar, me tape la boca para evitar que los sollozos se escucharan muy fuerte, sentía una presión en el pecho, un dolor punzante, literalmente estaba hecha pedazos, como me pudo hacer esto. Levanté la mirada al sentir unos pasos que se aproximaban a mí, David estaba acercándose, a llegar se quedó parado mirándome, yo bajé la mirada, quise ponerme de pie para marcharme, pero ya no tenía fuerzas en las piernas.
—No...
Levanté la mirada al escuchar su voz.
—No quiero perderte –dijo de golpe, sus ojos se veían llorosos, mi dolor aumentó un 200%, no puedo formular ni una palabra, mi garganta está seca, y echa un nudo que difícilmente voy a liberar.
—ASÍ TE QUERÍA VER! –se escuchó un grito a lo lejos, corriendo llegó mi hermano Chen, y de un segundo a otro le dio un empujón a David, estaba dispuesto a tirársele encima para golpearlo, pero de inmediato apareció Sehun y lo sujetó.
—Amiga –Sara me tomó de la mano provocando que me pusiera de pie —Vámonos de aquí.
—Ustedes no tienen por qué meterse en esto –dijo David poniéndose de pie —Es algo entre mi esposa y yo, ni siquiera sé cómo llegaron aquí tan rápido.
—Nosotros ya no tenemos nada de qué hablar –dije con la voz quebradiza, mis lágrimas comenzaron a caer con más recurrencia que antes, comencé a llorar desconsoladamente, no podía controlarme.
—Mi amor, no me hagas esto por favor.
Me solté del agarre de Sara, decidida a ir a darle la abofeteada más grande de su puta vida, pero Sehun se interpuso en mi camino.
—No lo hagas, no te rebajes –volteó a mirarlo y dijo —Yo lo hago por ti.
No termine de parpadear y Sehun se dio vuelta y le dio un golpe en la cara que le dejó una herida en la orilla del labio, David volvió a caer al suelo, esta vez no pudo levantarse de inmediato, el golpe fue muy fuerte.
—Vámonos de aquí –dijo Sara tomándome la mano y llevándome a su auto, me senté atrás con Sehun, Chen iba manejando y Sara de copiloto, todo el camino iba reclamando cosas sobre David. "Yo lo sabía" "Siempre me cayó mal" "Alcohólico asqueroso malagradecido". Frases como esta no dejaba de repetir, pero yo no podía decir nada, ni siquiera podía llorar ahora, me sentía ida, fuera de lugar, no dejaba de pensar en mi hija, que le voy a decir, David no es un mal padre, pero no puedo seguir con él y fingir que nada ha pasado, que pasa si mi niña me ve llorando, puede quedar traumada, siempre dicen que los niños con padres separados sufren muchos, no sé qué hacer. Comencé a apretar mis rodillas con mis manos, me enterré las uñas, para que ese dolor superara el que estaba sintiendo por dentro, pero es imposible. De repente sentí una calidez en mis manos, dejé de apretar mis rodillas y abrí los ojos, Sehun puso su mano sobre las mías, lo miré y su rostro me trajo calma, serenidad, por un segundo me sentí un poco mas aliviada.
—Todo estará bien –me dijo.
Suspiré, cerré los ojos, llegamos a mi casa y me bajé del auto junto a todos.
—Donde está mi hija? –le pregunté a Sara.
—Está con tu mamá, en cuanto saliste la fui a dejar allá, por precaución, menos mal que lo hice.
—Le dijiste a mi mamá lo que estaba pasando? –me comencé a alterar.
—No! Solo le dije que tenías una conferencia sorpresa y que si podía quedarse con la niña por el día. A la noche si quieres la voy a buscar.
—Yo iré. Gracias por venir a dejarme –dije volteando para entrar a mi casa.
—Hermana...
—Chen, Sara, Sehun... gracias, pero quiero estar sola.
—Sehun, amor váyanse a algún lado a dar vueltas –dijo Sara entregándoles las llaves a Chen —Yo me quedaré con ella.
Simplemente entré a la casa y dejé la puerta abierta para que Sara entrara. Al entrar fui a la cocina y tomé un vaso con agua, luego subí por las escaleras a la habitación matrimonial, me senté en nuestra cama, apoyándome en la cabecera, con mirada perdida, comencé a recordar todos los momentos buenos que había tenido con David. Nuestro primer beso, cuando me pidió ser novios, cuando lo fui a ver de sorpresa a su entrega de título, donde él lloró al ver que estaba ahí, nunca me había sentido tan orgullosa por alguien en toda mi vida. O cuando él fue a mi entrega de título, con un ramo de rosas rojas gigante, y una sonrisa de oreja a oreja. Nuestro viaje a España, el cual nos costó todo un año de ahorros, lo pasamos tan bien, en ese viaje fue nuestra primera vez, y también cuando nos comprometimos, recuerdo como me pidió matrimonio, estábamos bebiendo, ya algo borrachos, y nos dio un ataque de risas, reímos por tanto tiempo que mi estómago dolió como si hubiera hecho abdominales, y cuando al fin pudimos detenernos, me miró a los ojos y me dijo si quería ser su esposa, nuestra boda... fue mágica. Cuando supe que estaba embarazada, lo feliz que estuvo al saberlo, lo mucho que me cuidó durante el embarazo...
POV SARA
Ay! Mírenla, está pegada. Seguramente recordando todos los momentos lindos que tuvo con ese imbécil de marca mayor, tengo tanta rabia en mi interior que podría ir a golpearlo hasta que se muera, por maricón. Veo las cosas de David y me dan ganas de quemarlas, y seguramente cuando esta otra las vea va a sufrir más todavía. Me acerqué a armario donde están las cosas de David, agarré una de sus camisas, me acerqué a la ventana, y ups... la arrojé por la ventana. Me volví loca tirando todas las cosas que le pertenecieran a David, desde sus zapatos hasta su cepillo de dientes, absolutamente todo lo arrojé por la ventana, cuando al fin terminé, volví a mirar a mi amiga, estaba en la misma posición de antes, no se había movido ni un milímetro.
—Oye –me senté frente a ella —Hace algo, llora, grita, putea, golpea algo, rompe cosas, pero por favor hace algo, te lo suplico, enserio me estas asustando.
—Todo se fue a la mierda.
¿QUE HARÍAN USTEDES EN EL LUGAR DE LA PROTAGONISTA DE ESTA HISTORIA, DESPUÉS DE LO SUCEDIDO?