180° [Exo & Tu]

Cap. 17

–No quiero, búscate a otra para juguetear con ella, yo ya no seré tu...

–Mi qué? –me miró fijo

–Tu juguete de satisfacción.

–Bueno... tengo bastantes que morirían por serlo –dicho esto bajó al primer piso.

Seguro que así es, idiota. Me fui a mi habitación y la cerré con fuerza, sentía rabia, quería golpear a alguien, un extraño calor invadió mi cuerpo.

–Estas bien? –pegué un gran salto al escuchar la voz.

–Qué haces aquí? Esta es mi habitación –lo miré con odio.

–No, esta es mi habitación –dijo Baekhyun extrañado, echa un vistazo.

Efectivamente, entré a la habitación equivocada, en que momento pude haber... ash

–Lo siento –dije volteando para salir.

–Espera –dijo Baek, sentí que se puso de pie y se acercaba a mi.

–Baek no estoy con mucho ánimo ahora –dije con la voz con la máxima amabilidad posible.

–Y yo si? –dijo con la voz áspera, estaba muy serio, era raro de él, volteé a verlo, estaba muy cerca, me alejé un paso y miré al piso.

–Dime –dije en un hilo de voz.

–Creo que ya sabes lo que quiero, no me esperaba que tu misma vinieras a mi habitación –comenzó a acercarse mas a mi, me apegue a la puerta, se acercó lo suficiente para escuchar su respiración, luego escucho un pequeño click, miro hacia abajo y me doy cuenta de que había cerrado con llave.

FLASHBACK

–Baek? –dije para que se percatara de mi presencia.

–Me seguiste –dije volteando a verme

–Qué tienes? –le pregunté preocupada –Desde anoche que estás raro, en la fogata ni hablaste, ni cantaste ni nada, estás enfermo? –me acerqué a tocar su frente –No tienes fiebre –dije luego de comprobar su temperatura.

–No es nada de eso –dijo tomando mi mano y quitándola de su frente –Estoy bien.

–No estás bien, me preocupas, dime que ocurre –lo miré.

–Estoy algo confundido, tengo muchas cosas en mi mente ahora, solo es eso –no me miraba a los ojos al hablar.

–Puedo ayudar?

–No.

–No?

–No. No me puedes ayudar, haces lo contrario –su seriedad daba miedo –Me confundes más y más –dio un paso acortando la distancia –Te veo y mi corazón... no se controla, y no se que hacer.

–Baek...

–Siempre te vi, desde que fuiste por primera vez a la casa, te observaba, al principio eras una chica hermosa, luego hermosa y divertida, y desde ese día en la playa, cuando lloraste en mis brazos, cuando te veo ser amistosa con los otros, cuando veo tus miradas complices con Lay... no se que hacer...

–...

–Dime que puedo hacer, dime... desaparezco ahora... dejo de sentir esto... o simplemente te beso y ya?

FIN FLASHBACK

–Baekhyun...

–No te voy a presionar, ni violar ni nada, no es mi stilo –dijo guiñando el ojo y volviendo a sonreír como siempre lo hace –Solo, ven, sentémonos.

Ambos nos sentamos en la cama, no podía mirarlo por más de diez minutos a los ojos.

–Diría que no quiero esto, que no me gusta que estés así de incomoda, pero eso sería mentir, porque me encanta verte nerviosa, y más si es por mi.

–N...no estoy nerviosa –mentí.

–N...no, no lo estás –imitó mi tono de voz

–Byun Baekhyun!

–Mira –se puso de pie y se dirigió al piano que había dentro de la habitación –Me reclamaste que no había cantado nada en la fogata cierto?

–Si –mierda, va a cantar, mierda... mierda... esto va enserio, ash estúpido corazón como puedes latir por tantos hombres.

–Te voy a dedicar esta canción, bien?

Asentí como enferma.

–Conoces Playboy? –dijo seriamente.

Me puse roja de inmediato, está jugando cierto?

–Esa es la que te voy a dedicar, cada palabra de esa canción es lo que siento por ti.

–Baek!! –dije riendo nerviosamente.

–Era una broma, es que me gusta verte rojita –dijo sonriendo –Ahora si, esta es "I has to be you"

Comenzaron a sonar las teclas, mandadas con los habilosos dedos de Baek.

Pov Sara.

–Donde se metió ahora esta otra... justo cuando la necesito a mi lado... -decía en voz alta mientras buscaba a mi amiga, no puedo ni mirar a Xiumin y me deja sola en esta crisis.

–Sara...

Esa voz, la reconocería hasta susurrando, bajo el agua, desesperadamente tomé mi celular y me lo puse en la oreja.

–Hola, mamá! Sii como están los niños? –hablé en español y me alejé del lugar sin hacer contacto visual con Xiumin, lo único que quería era escapar.

Subí a mi habitación y ahí estaba Yanhee, sentada junto a la ventana, con unos binoculares, me asomé para mirar que era lo que ella observaba, eran los chicos en la piscina.

–Yanhee, me das miedo –dije.

–Te acostumbrarás –respondió sin quitar la mirada de los chicos.

Me alejé lentamente de ella, iba directo a la cama, cuando siento el toc toc de la puerta, me acerqué a la puerta y la abrí de mala gana.

–Hablemos –dijo Xiumin en cuanto me vió, pensé en cerrarle la puerta en la cara, pero eso creo que ya sería muy obvio.

–Bien –dije con voz chillona, siempre que estoy nerviosa me sale esta voz.

–Vamos –comenzó a caminar, miré a atrás y Yanhee me miraba con ojos de emoción y me decía Fighting, di un gran suspiro y lo seguí, mi corazón latía con fuerza y se detuvo cuando vi que entró a su habitación, ay no a mí me va a dar algo en cualquier momento –No vas a entrar? –preguntó.

–N...no podemos hablar aquí? –dije igual de chillona, Xiumin sonrió mientras negaba con la cabeza, me tomó de la mano y me llevó dentro.

No sabía hacia dónde mirar, primera vez en la vida que podría mirar cualquier cosa, menos a Xiumin, va a temblar.

–Sobre lo que pasó –rompió al fin el silencio –Recuerdas algo? Sara... mírame

–Yo– levanté la mirada –Te enojas si te digo que no? –cerré los ojos esperando un regaño o algo malo de su parte.

Sentí como comenzó a reír, abrí los ojos, estaba matándose a carcajadas.

–Xiumin oppa?...

–No dejas de sorprender –dijo acercándose, ya me viene el paro.

–No te burles, es que yo tengo buena resistencia al alcohol, pero cuando paso mi limite simplemente me borro, no es mi culpa –dije haciendo puchero.

–Eres... Muy tierna –dicho esto me tomó el rostro y besó con suavidad mi frente, sentí el color carmesí subir hasta lo más alto de mi cuerpo, lo miré nerviosa –Nunca... nunca vuelvas a tomar cuando no esté yo –Se me acercó nuevamente, juntando sus labios con los mios, sentí que me derretía sobre él, lo único que me mantenía en pie eran sus húmedos y cálidos labios.