A los pocos sentí el frio de la crema en mis ojos, suavemente Sehun comenzó a retirar todo el maquillaje, primero de los ojos, luego prosiguió con las mejillas, para luego bajar a los labios, comenzó pasando el algodón por el labio superior, y luego por el inferior, sentí que quitó el algodón, segundos después sentí como pasaba su dedo lentamente por mis labios inferiores, abrí los ojos, nos quedamos mirando, sus ojos estaban justo frente a mi, su hermosa y tersa piel blanca, no pude evitar bajar la mirada a sus labios, cada vez se acercaba más, y mi corazón latía más rápido, que es esto, no soy una adolecente para sentirme así, pero, no lo puedo evitar, no lo quiero evitar.
—AQUII ESTAMOOOS!! –entró Sara golpando la puerta con su pie, nos separamos rápidamente, Sehun se puso de pie para abrir la puerta a los chicos, llegaron con muchas botellas de soju, y latas de cerveza.
—Sara... todo eso es para nosotros? Es demasiado –dije revisando las bolsas, que aun seguía sacando Chen del auto.
—Mira, tu mañana tienes que llegar en la tarde a la casa, cierto? Entonces puedes pasar tranquilamente toda una mañana de resaca sin que nadie te moleste, y ahora ni siquiera son las 12 de la noche, es muy temprano. Hoy amiga mia, te borras de este mundo –dijo Sara con esa risa malévola que solo ella puede poner.
—Me parece –respondí mientras sacaba los soju de las bolsas y los ponía sobre la mesa.
Era hermoso, no sabía que en una mesa podría caber tanto alcohol. Nos sentamos los 4 alrededor de la mesa, Sara al frente de Chen, yo al frente de Sehun.
—Bien, comencemos con una lata de cerveza, toda, sin parar hasta que ya no quede nada –dijo Sara tomando una lata, todos hicimos lo mismo.
—1...2...3 –contó Sehun y comenzamos a tomar, el primero en terminar fue Chen, después Sara, luego Sehun y la ultima fui yo.
—Yaaa, la última hace un reto –dijo Chen.
—Tan luego? Espera que estemos un poco mas borrachos –dije.
—Bueno, nos debes un reto –me reclamó mi querido hermano.
Seguimos bebiendo por las últimas 2 horas, ya no nos quedaba cerveza, me sentía algo mareada, y los demás se veían igual. Comenzamos a tomar soju.
—Saben que? –dijo Sara con dificultad —Mientras más pienso en David, mas ganas me dan de ir a golpearlo ahora mismo.
—Por que tenías que mencionarlo? –dijo Chen tomando un shot.
Sin darme cuenta mis lágrimas empezaron a brotar solas. No podía controlarlas.
—Maldito hijo de puta –susurre antes de tomar un shot.
—Que dijiste? –dijo Sara —Gritalo!!!!
—MALDITO HIJO DE PUTAAAAAA –grité con todas mis fuerzas, todos estallamos en risas.
—El no tiene idea de lo que se perdió –dijo Sehun mientras llenaba mi vaso.
—Salud –dije secando mis lágrimas, para luego beber.
Seguimos bebiendo, ya estaba completamente borracha, iba al baño cada diez minutos y cada vez me costaba más levantarme.
—Juguemos a verdad o reto –dijo Chen.
—YO EMPIEZO –Sara ama este juego, siempre daba los mejores retos en todas las fiestas —Bien, Sehun, ¿verdad o reto?
Sehun comenzó a pensar que elegir.
—Piénsalo bien, Sara en verdad da miedo en este juego –le dije a Sehun.
—Verdad –dijo Sehun.
—¿Muy bien, voy a partir suave –dijo Sara —Sehun, te arrepientes de no haber luchado mas por mi amiga acá presente?
—Y si elijo reto?
—Te reto a responder la pregunta –dijo Sara dejando sin opciones a Sehun.
—Si, me arrepiento, mucho. Cada vez que la veo –dijo mirándome a los ojos —Cada vez que ella me ve... me arrepiento más.
—Muy bieeen, Sehun te toca.
—Chen, ¿verdad o reto?
—Reto.
—Te reto a estar sin la camisa hasta que termine este juego.
Chen se la quitó sin pensarlo dos veces.
—Ooooh hermano, aun tienes lo tuyo –dije mirando su abdomen.
—Lo sé –dijo Chen —Ahora, ¿hermanita, verdad o reto?
—Reto –dije sin dudarlo.
—Te reto a entrar al cuarto que está debajo de las escaleras, con Sehun, por dos minutos.
—Hermano!
—Si no quieres hacerlo debes beber tres shots.
Miré a Sehun, el me hizo una seña de que era mi elección, Bebí dos shots.
—Estos shots reducen el tiempo a un minuto.
—Trato hecho.
Me puse de pie y abrí la puerta del cuarto, en verdad era muy pequeño, Sehun tenía que entrar agachado, su cabeza topaba con las escaleras, al fin logramos entrar y cerramos la puerta. Cerré los ojos y comencé a contar en mi mente, quería llegar a los 60 segundos lo más rápido posible. De repente sentí una presión contra mí, que venía desde la entrepierna de Sehun. Me mordí los labios. Mierda, perdí la cuenta, no quería mirar hacia arriba, porque ahí estaba Sehun, su respiración era agitada, el olor a soju ya inundaba en pequeño cuarto.
—Creo que ya pasó un minuto –susurré sin mirar hacia arriba, iba a poner mi mano en la puerta para abrirla, pero Sehun me detuvo.
—No creo que haya pasado –Sehun puso mi mano en su mejilla, obligándome a mirarlo.
No me dio tiempo ni para respirar, sus labios ya estaban contra los míos, tomó mi cara haciendo presión contra la suya, su lengua buscaba la mía, movía los labios como un dios, ya nada me importaba, estaba muy borracha, el igual. Nos deseábamos. Me tomó de la cadera, y rápidamente bajó su mano a mi trasero, agarrándolo con lujuria. Mis manos estaban en su espalda y su pecho, la que estaba en el pecho comenzó a bajar, llegué a su abdomen y metí mis frías manos por debajo de su camisa, sintiendo sus marcados abs, bajé aún más mi mano, llegando hasta su entrepierna, sintiendo su fuerte erección entre mi pequeña mano. Me dejó de besar, lo solté. Nos quedamos mirando con las respiraciones entrecortadas, y abrió la puerta para salir del cuarto. Yo me tardé un par de segundos en salir, estaban los chicos sentados, Sehun tomaba de la botella de soju, Sara me mira sospechosa, yo preferí no mirarla, solo me senté.
—Está de más decir que eso fue más de un minuto –dijo Chen.
—Me toca a mí cierto? –interrumpí.
—Adelante.
—Sehun –dije tomando un vaso para luego beber de él —Verdad o reto?
—Verdad –respondió dejando la botella de soju en la mesa, me miró a los ojos, inspiré profundamente, tenía tantas cosas que preguntarle, tanto que decirle... y nada salía por mi boca.
—Amor... vamos a la cama, creo que ya sobramos aquí –dijo Sara poniéndose de pie, tomo del brazo a Chen y se fueron juntos a la habitación, no sin antes de guiñarme el ojo.
—Dije verdad –me volteó a mirar nuevamente, luego de ver como se fueron los chicos —Supongo que ahora me puedes preguntar lo que quieras, solo estamos los dos.
—Sehun... yo... no puedo.