Omitido

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No encontraba el porque de que no hubiera contado que yo tenía novio, pero como Adrián ya lo sabia decidí contárselo a mis compañeras de piso esa misma mañana, y no fueron las respuestas que yo me esperaba.

-¿Enserio? Pues yo pensaba que estabas súper pillada por Adrián-comentó Leyla perpleja por lo que le acababa de decirle-.

-Con eso estoy de acuerdo-añadió Carol-ayer por la noche parecías muy cabreada al verlo con otras chicas.

-Eso a mí me da igual, simplemente son comentarios...creo que podría evitarlos, solo eso.

-Comentarios dice-espetó Leyla mandándole una mirada cómplice a su amiga-se te cambió la cara en cuanto viste que bailaba con cualquiera de la pista.

-No...-dije bajito-.

-Pero una pregunta-saltó Carol directa-¿Los días que as estado en su casa a pasado algo?

-Por supuesto que no-dije poniendo los ojos en blanco-.

-Pues entonces Adrián pasa de ti-dijo como conclusión-Si no ya hubiera pasado algo, lo conozco bastante y nunca se espera si quiere algo con alguna tía.

-Tu novio puede estar tranquilo-concluyó Leyla-.

-Ya os lo e dicho solo somos amigos.

Después de estar ese rato con las chicas y ir al trabajo me pasé por su casa.

-¡Anda! ¿Como tú por aquí?-dijo alegremente-.

-Pues vengo a verte.

-¿Y tu novio?-pregunta intentando sacarme el tema-.

-No comiences...-le digo sonriendo-.

-Quiero que me cuentes, ¿Cuanto lleváis juntos?-puse los ojos en blanco-.

-¿Que mas te da?-me senté junto a él en el sofá-.

-Pues me importa bastante.

-No tendría porque-afirmo-.

-Es muy diferente que tengas novio a que no lo tengas-era verdad pero éramos amigos y el no quería nada más que eso-.

-Ya, pero ahora es diferente...-dije recordando que Eden no estaba aquí-.

-¿Cómo diferente?

-Pues que estamos a distancia y no es lo mismo-dije-.

-Debe de ser jodido-confirmó-yo ya estaría con otra tía.

-Tú eres tú-puse los ojos en blanco-Eden y tu no os parecéis en nada, él si quiere a alguien la quiere de verdad, en cambio tu solo para pasar el rato-me miró fijamente-.

-Quizás es porque no ha llegado la chica indicada-le miré igual que él lo estaba haciendo en ese momento pero no le contesté-.

Era probable que no hubiera encontrado a la chica indicada que es así como él la llamaba, pero era también un poco por su parte, ya que se le ve venir como es y pues no le deberán tomaran en serio.

Mi bolso comenzó a vibrar mientras sonaba una melodía.

-Me están llamando-corrí a por el bolso-a ver...¿Dónde esta?-no lo encontraba eso era lo malo de llevar bolsos grandes-¡Aquí!

Leí la pantalla y en cuanto vi de quien se trataba lo volví a dejar en el bolso.

-¿No vas a contestar?-preguntó extrañado-.

-No, es de mala educación estar con el móvil cuando estas con otra persona-dije en un tono seguro pero burlón al mismo tiempo-.

-¿Y no es importante?

-Es Eden ya lo llamaré esta noche- Adrián sonrió-.

-Con que prefieres estar conmigo que hablar con tu novio...-dijo con una ceja levantada y con cara de chulo-.

-No te vengas arriba-le dije riéndome-.

-¡Cállate y deja que disfrute del momento!-mostré una leve sonrisa-que a lo mejor la próxima vez se lo coges.

Pasamos la tarde hablando y gastándonos bromas entre nosotros, por no mencionar eso de recorrerme todo el piso corriendo mientras Adrián me persigue para hacerme cosquillas, cuando ya habíamos hablado de todos los temas habidos y por haber nos pusimos una película que estaban dando de acción. Toda la tarde transcurrió, como era de lo más habitual, y no pasó nada fuera de lo común, bueno...solamente si omitimos esa parte.

Volví a casa bastante cansada y farfullando ya que solo era miércoles. Como me invadía la pereza no tenía ganas de ponerme ha hablar por teléfono con Eden y simplemente le mandé un mensaje.

Me desperté con el móvil en la mano, la noche anterior me quede profundamente dormida. Fui al baño, me despeje un poco lavándome la cara con agua fría y fui a mi habitación a vestirme. Iba muy tranquila hasta que vi que solo quedaban al rededor de cuarenta y cinco minutos para que yo entrara a trabajar, así que dejé de ir por el piso haciendo las cosas como si fuera un zombi y me espabilé.

Llegué a la puerta de la cafetería prácticamente al mismo tiempo que mi compañero Tom, no se como lo hacía pero él parecía mucho mas contento de venir a trabajar que yo.

-¡Buenos días!-dijo alegremente-.

-¡Hola!-respondí-.

Estuve atendiendo a los clientes sin poder parar desde que entre hasta que salí. Al salir llamé a mis padres para explicarles un poco todo y como me iba con el nuevo trabajo. Ellos no me llamaban cada día a cada hora, no eran unos de esos padres sobreprotectores además ya me consideraban mayor y que no necesitaba tanta atención.

Y mientras estuve hablando con mis padres, me habían llamado, me había llamado, pero ignoré su llamada.

Al entrar por la puerta de mi piso fui directa a mi habitación para dejar las cosas y vi un paquete encima de la cama, que supuse que me lo habían dejado Leyla o Carol allí, por mucho que ahora no estuvieran en la casa.

Abrí aquel pequeño paquete. Al momento que lo habría no evitaba emocionarme, contenía una camiseta que ponía always whith you me la acerqué y olía a mi mejor amiga Melany, y olía a la colonia que ella siempre se pone.

Al instante cogí y la llamé, lo primero que le di fueron las gracias y después nos explicamos un montón de cosas que habían pasado esos días, al principio me dijo que estaba molesta por haber decidido irme durante todo un año, pero después a medida que le explicaba cosas se le iba pasando. Melany era bastante madura por las situaciones que había vivido, a de más de ser una chica encantadora. Todavía la imaginaba como si la tuviera delante con sus ojos oscuros, su melena castaña y esos finos labios que apenas se marcaban.

Como siempre me ayudó en mis cosas, ya que Melany siempre es la primera en enterarse de todo. Hasta a aquel momento no había tenido otra opinión más de lo que verdaderamente necesitaba hablar, pero al fin con ella la pude tener. Siempre me comprendía y me apoyaba en todo, tenerla era algo esencial para mi.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora