Quédate conmigo

Hablarle de ti

No le había contado nada a Adrián, si le tenía que preguntar algo sobre Clare, ya lo haría cuando lo viera, aunque de mi cabeza no salían las palabras tan rebuscadas y para joder que me había dicho.
Después de trabajar me fui a casa a descansar. Cuando llegué Carol estaba hablando por teléfono y con gestos me dijo que Leyla no estaba aún en casa. Me dirigí a mi habitación a dejar las cosas, una vez solté las bolsas en el suelo me tumbé en el colchón suspirando a causa del cansancio y de las cosas que me ronroneaban todo el rato.
Decidí pasar el resto de tarde en casa, aunque Adrián me había dicho de vernos le dije que estaba muy cansada. Al salir del cuarto vi que Carol ya había acabado de hablar por teléfono y le pregunté si había quedado o iba a hacer algo, me dijo que se iba a quedar en casa así que aprovechamos para ver uno de esos programas en la televisión de parejas y lo comentamos juntas. Era muy gracioso y entretenido, incluso apostábamos que iban a hacer las personas con sus respectivas parejas y en sus citas.
Después de cenar me fui a mi habitación, me gusta irme a dormir pronto cuando se que a la mañana siguiente me tengo que levantar porque si no siento que duermo muy poco.
A la mañana siguiente me desperté gracias al sonido de las alarmas que me había puesto, porque siempre me pongo varias para no llegar tarde, me duché que eso siempre hacía que me despejara y me vestí para ir un día más a las clases. Al llegar a la puerta miré el reloj para saber la hora y saber cuantos minutos iba a tardar Liam en aparecer por ahí. Miré el móvil para saber si me había escrito algún mensaje avisándome de que ya venia, y sí, me había dicho que estaba de camino así que perfecto, le faltaría poco para llegar.
Cuando levanté la mirada del teléfono miré hacía delante y vi como Clare se acercaba a mi con cara de asco, resoplé y miré hacía otro lado intentando pasar de ella.
-¿Ya le has dicho a Adrián si me conocía?-me dijo con un tono soberbio-.
-Pues la verdad es que no, he tenido mejores cosas que hacer que hablarle de ti-le contesté y volví a mirar la hora esperando que viniera mi amigo-.
-Bueno, pues tu sabrás que haces y que crees que es conveniente que él sepa-dijo intentando que saltara- no vaya a ser que se entere él y luego sea peor-dejó caer Clare y se fue hacía la puerta para entrar ya a las clases contorneándose de un lado hacia otro con las caderas haciendo que el vestido de lino blanco que llevaba anudado a la cintura con un cinturón marrón, se moviera al compas, casi dejando que se le viera el culo-.
No me iba a enterar, ¿De que?, ella sólo quería asustarme y hacer que me preocupara pero no lo iba a conseguir, Adrián y yo estábamos perfectamente y nadie lo iba a estropear, mucho menos aquella odiosa morena y repugnante Clare Miller.
Liam ya estaba allí aparcando su moto y con las prisas para no llegar una vez más tarde a clase.
Le expliqué que Clare había vuelto a decirme lo de Adrián y él me dijo que me limitara a pasar de ella y ya esta, y tenía razón, no tenía que darle importancia a las tonterías que me había dicho esos dos días.
Las clases se pasaron rápidas en comparación a los otros días pero lo que sí que no se me iba a pasar rápido era que después de las clases como el día anterior tenía que ir a trabajar y eso de sólo descansar cuando comía no era un buen plan, lo bueno es que Liam se volvió a quedar conmigo y por supuesto se volvió a ofrecer a acompañarme hasta el trabajo. Desde el principio conecté muy bien con él, es un chico gracioso, amable, simpático, te ayuda en todo lo que puede, no sé, el amigo perfecto. Esa vez cuando nos estábamos poniendo el casco para subir a la moto, no estaba la chica morena del día anterior y menos mal porque hubiera sido un suplicio tener que volver a hablar con ella, ya que no me aportaba nada bueno. Liam arrancó la moto con esa velocidad con la que conduce y prácticamente en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la cafetería.
Adrián me estuvo escribiendo durante toda la mañana preguntándome cómo me estaba yendo el día y si por la tarde nos íbamos a ver, realmente no sabía que iba a hacer por la tarde pero lo más probable es que le dijera de vernos.
Lo más ameno de mi trabajo, sin duda, era Tom. Siempre mientras uno de los dos estaba en la caja, y el otro servía las mesas nos íbamos diciendo tonterías que nos hacían reír. Cuando ya estaba recogiendo mis bolsas para irme después de haber acabado mi turno Tom nos propuso salir a tomar algo todos juntos, es decir, él, Carol, Leyla, Oliver y por supuesto Adrián, ya que ya nos conocía a todos. Yo se lo comenté al resto y ellos aceptaron la propuesta de Tom.
Adrián al verme me recibió muy cariñosamente, cuando lo veía, era como si todo lo demás se me olvidará, incluso aquellas estupideces que intentaba meterme en la cabeza Clare Miller. Pasamos la tarde en un bar, concretamente el preferido de Carol, pedimos bebidas refrescantes y hablamos sobre una gran multitud de temas, la verdad es que no hay mejor plan que pasar la tarde con amigos.
Sólo me faltaba un día para acabar mi trabajo y que comenzar las vacaciones y tres días de clases y también acababa las clases, estaba realmente ansiosa por que eso sucediera y así poder descansar un poco.
Al llegar a casa hice lo que cada noche y me metí en la cama con la intención de quedarme dormida lo antes posible y que así madrugar ni fuera un sacrificio. Adrián me dio las buenas noches a través de un mensaje, la verdad es que siempre lo hacía y me hacía bastante ilusión que lo hiciera.