Pensé en encargar una pizza para comer, lo hacía muchas veces con Oliver, los dos somos bastante vagos y eso de cocinar no es que se nos de muy bien, bueno quizás a él se le daba un poco mejor que a mi. Pero como él no estaba en casa y ya era la hora de comer supuse que se había ido con Leyla a comer a algún lado, como muchas otras veces. La pizza no tardó mucho en llegar y me la comí mientras veía una película en la televisión, me quedaban pocos días para acabar las vacaciones e ir a la universidad, cosa que no me apetecía en absoluto, pero me compenso saber que otras personas habían empezado antes, una de ellas Nicky, que antes de que se fuera un tiempo a su casa ya había tenido clases, pero no en la universidad, si no en su curso de francés, que bueno, eso si se suele empezar cuando todavía hay verano.
Oliver no estudiaba, el trabajaba en el mecánico de su padre, y Leyla y Carol, si estaban estudiando como yo, Carol es bastante aplicada y en épocas de exámenes no se le suele ver mucho, en cambio yo, no soporto solamente estudiar, necesito salir y hacer otras cosas, así que yo también soy aplicado, pero a mi forma.
Sonó mi teléfono, era Máximo, y no se lo cogí, fue una malísima idea ir otra vez al gimnasio a boxear, porque no iba a boxear solo, más de uno querría pelear como quiso Pascual, y yo de ese mundo ya me deshice hace mucho. Tiré la caja de la pizza y me di cuenta que la basura estaba llena así que bajé a tirarla, no me gustaba tirar la bolsa de basura, casi siempre intentaba escaquearme y no hacerlo, pero la ventaja es que la tenemos en frente de casa y así aprovechaba a que me diera un poco el aire. Crucé la carretera y mientras abría la basura con el pie, lancé la bolsa dentro, al volver al portal vi que Leyla y Oliver también estaban allí.
-¡Hola Adrián!-saludó Leyla tan simpática como siempre-.
-Hola Leyla,¿Ya habéis vuelto de comer?-pregunté-.
-Sí, hemos ido al restaurante al que vamos todos juntos siempre desde que esta Nicky-dijo-.
Como no, tenía que salir su nombre, en cada conversación que tenía me hablaban de ella, y a mi sólo se me venía la imagen de Nicole cabreada conmigo.
-Pues que bien, yo me he pedido una pizza-respondí-.
-Bueno Adrián, ahora subiré a casa, ella hoy no sube, ha quedado con las chicas-dijo Oliver-.
-Te espero arriba-dije mientras cogía las llaves de mi pantalón-adiós Leyla-me despedí-.
-¡Adiós!-respondió alegremente-.
Entré en casa y minutos después entró Oliver, me sorprendí que Leyla no me preguntara por mi ojo con lo curiosa que era, y tampoco que mi amigo lo hubiera hecho, pero en cuanto entro Oliver a casa pude entender todo.
-Me ha llamado tu amigo Máximo, se que has vuelto al gimnasio, es más se lo que te ha pasado en ese maldito ojo, al igual que Leyla por eso no te ha preguntado nada, yo le he pedido que no lo hiciera-dijo mi amigo muy serio-.
Estaba a punto de pronunciarme cuando Oliver decidió continuar la conversación.
-No sé porque ayer no me dijiste nada-dice mirándome-ni que este tema fuera algo nuevo para mi-continuó-.
-No quería que volviera a pasar algo parecido a aquella vez-dije recordando el momento en el que conocí a Oliver-.
Hace mas de dos años conocí a Oliver, una mañana salía del gimnasio cuando uno de mis compañeros se comenzó a meter con un chico que pasaba por delante, porque eran así, buscaban peleas a cada instante estando fuera del ring, en cambio yo, sólo peleaba cuando estaba pactado, cuando había un día, una hora, y un ring donde me esperaban para boxear, nunca peleaba porque sí. Ese chico que pasó por allí delante, fue Oliver, que contestó como cualquier otra persona lo hubiera hecho, de malas formas y quizás también se metió con algún defecto suyo, el tío le comenzó a pegar como si no hubiera un mañana, y yo, me metí en medio defendiendo a aquel chico que parecía tener mi misma edad, de aquel subnormal al que se le había ido la cabeza. Oliver ese mismo día me lo agradeció, y a partir de ahí nos hicimos grandes amigos, justamente él fue quien me ayudo a dejar las peleas, cosa que yo también le agradecí.
-No quería que vinieras a buscarme o que pasaras por ahí y te metieras en problemas-continué afectado-.
-Vale, pero yo sólo espero una cosa, y es que dejes de ir como ya lo hiciste en su momento-dijo-porque desde luego que tu cara lo dice todo-concluyó mirándome el ojo-.
-No voy a volver a boxear porque a sido una mala decisión-contesté-todo por no pensar en ella-dije sabiendo que él se suponía todo-.
-Así me gusta-dijo contento Oliver-.
Pasamos la tarde juntos y le expliqué que había venido Nicole a verme, me dijo lo que siempre me solía decir, que si creía que valía la pena luchara y si no que me dejara de tonterías que había muchas chicas por París.
Más o menos a las ocho de la tarde llamaron a Oliver, era Leyla, diciéndole si íbamos a cenar todos juntos, yo le dije que no por el aspecto de mi cara en esos momentos, a pesar de haberme pasado la tarde con hielo y no tenerlo hinchado, el ojo seguía morado y no me apetecía salir a la calle así, él me dijo que me dejara de tonterías y después de estar insistiéndome un buen rato consiguió que cediera ir, aunque un poco a mala gana.
Me vestí con un tejano y una camiseta que vi por el armario, me puse colonia, me cepille los dientes y esperé a que Oliver también estuviera listo. Para no comer fuera, Oliver le dijo a Leyla que si pedíamos algo de cenar y cenábamos en su casa, ellas aceptaron sin ningún problema.
Llegamos a su casa y nos abrió la puerta Carol, la única que no me había visto así, pero estoy segurísimo de que Leyla les dijo lo que había pasado porque ella tampoco me pregunto, simplemente me miro con atención.
Entramos y ahí estaba la mesa con todavía los cartones del bingo, habían estado jugando ya que a la novia de mi amigo le encantaba, Leyla se puso a recogerlo, en el sofá estaba ella con una pequeña coleta agarrada por una goma de tela rosa y el resto del pelo suelto, vestida con una camiseta de manga corta blanca con escote en pico y unos tejanos claros y apretados que marcaban su silueta. A su lado se sentaron Carol y Oliver, cosa que me alegró porque iba a ser demasiado incomodo estar al lado suyo, y yo me senté después en el único hueco libre que quedaba al lado de Oliver.
Nicole estaba muy ausente, apenas hablaba con ellos, simplemente se dedicaba a mirar su móvil y a escribir algún que otro mensaje, y yo pues algo parecido, contemplaba a los demás sin yo participar mucho en la conversación.
Para cenar pedimos unos bocadillos que a veces solíamos comer que estaban muy buenos, cada uno lo pidió de una cosa diferente y esperamos a que los trajeran a casa. Mientras tanto hablábamos de cosas entre nosotros, bueno ella y yo no nos dirigimos palabra.
El repartidor llegó con los bocadillo, cada uno cogió el suyo y nos los comimos a la par que seguíamos contándonos nuestras cosas.
-¿Y cuando vuelves a retomar las clases?-preguntó Oliver dirigiéndose a Nicky-.
-El lunes que viene-apuntó ella muy agradablemente-.
-Pues nosotras también comenzamos el lunes-dijo Carol mientras miraba a su amiga que estaba sentada a su lado, comiéndose ese grandioso bocadillo repleto de lechuga y todo tipo de vegetal-.
-Y yo, aunque no tengo muchas ganas-dije interviniendo en la conversación-.
-Pues yo comenzaré en el taller cuando mi padre me avise-dijo Oliver después de haberse comido su último trozo de bocadillo-.
Luego poco a poco fuimos acabando de comer y nos dirigimos a la cocina para recoger cada uno lo suyo. Yo me esperé a que Nicole se levantara para ir detrás, entró en la cocina y se apresuró a recoger sus cosas en cuanto vio que yo estaba detrás suyo, entonces me acerqué aún más a donde estaba ella dispuesto a recoger en el mismo momento que ella lo estaba haciendo.
-Te noto rara-dije mirándola fijamente a pesar de que ella no me mirara a mi-.
-Estoy como siempre Adrián-contestó ella sin todavía mirarme-.
-No, no lo estas-dije aún en la cocina aunque hubiéramos acabado de recoger-.
-¿Y tu estas como siempre?-preguntó mirándome intensamente a los ojos-al menos conmigo no-dijo mientras se dirigía a la puerta de la cocina-.
Poco antes de que saliera de la cocina, le cogí del brazo para evitar que se fuera, seguidamente la acerqué hacía mi, ella se quedo mirándome mientras yo también la observaba, estábamos cerca el uno del otro, sin hacer absolutamente nada, sólo mirándonos, sin saber que iba a pasar después.
![](https://img.wattpad.com/cover/82294424-288-k796411.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Quédate conmigo
Fiksi RemajaUn viaje de cuatro días, se puede convertir en todo un curso. Un chico desconocido, se puede convertir en algo especial. Es difícil hacer daño a una persona que quieres, es difícil contarle la verdad, pero cuando la verdad salga a la luz, resurgirá...