Furia

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Y no sé porque pero de repente Adrián parecía cabreado. Yo esperaba que eso lo supiera, vamos lo encontraba normal, pero lo que no encontraba normal era su reacción.

-Bueno, pues nada...-dijo Adrián-.

-¿Que te pasa ahora?-pregunté extrañada-.

-Nada, ya nos veremos me tengo que ir adiós-y se fue así sin más-.

No sabia que le pasaba pero no iba a ir detrás suyo tenía que ir a comer a casa y luego al trabajo, ya se le pasaría.

Llegué a casa y comí con Carol y Leyla, al terminar descansé un poco en el sofá mientras hablaba con Melany y al tiempo se hizo la hora de salir hacía el trabajo.

El turno de tarde era mucho más ajetreado que por las mañanas, había mucha más gente tomándose cafés.

Al llegar a la casa después de acabar mi turno, Carol estaba esperándome impaciente en la puerta.

-¡Tía! ¿Te vienes de fiesta esta noche?-me quede mirándola-.

-¿Esta noche? No me apetece, ves con Leyla.

-Es que Leyla se va a casa de Oliver. Vente por favor-me suplicó-.

-Carol de verdad no me apetece...-me miró con cara de cachorro abandonado en la calle-bueno vale.

-¡Gracias! Estate lista para las nueve-faltaba poco así que no me pude demorar mucho escogí la ropa y me metí en la ducha-.

Una vez listas me di cuenta de una pregunta muy obvia.

-¿Se puede saber como vamos a ir si tu no tienes coche y yo tampoco?, ¿Pedimos un taxi?

-No, esta Tom abajo esperando-por eso mismo quería ir Carol-.

Acepté con la cabeza y bajamos hasta el coche de Tomás.

Una vez en la discoteca, lo primero que hice fue pedirme una copa. No estaba en mi mejor día, todavía seguía dándole vueltas a la extraña razón por la cuál Adrián se había ido así.

No me apetecía nada bailar, no es que estuviera muy enérgica aquella noche.

Pero se me enchufaron todos los cables al ver aquella situación tan repugnante.

No me lo podía creer, y ahora sí que sí se me había confirmado todo, justamente él me lo estaba confirmando todo.

Como podía estar morreándose con una tía, era un puto gilipollas, no podía estar más cabreada la furia recorría todo mi cuerpo, y era evidente que no me iba a quedar allí sentada sin mover un miserable dedo y no soltarle toda la mierda que se me estaba pasando por la cabeza.

Me levanté y fui directa, muy decidida hacía Adrián.

-¡Eres un puto asqueroso de mierda, en serio que te den por culo, no vuelvas a hablarme nunca más, te piensas que me vas a utilizar como si fuera alguna de estas guarras!

Adrián me miró estaba muy borracho, se lo notaba en la mirada.

-¡Que más te da lo que yo haga, no te preocupes por mi y preocúpate por tu novio que para eso lo tienes, yo estoy soltero y puedo hacer lo que me de la gana!

Salí de allí quería irme, como podía haberme utilizado de esa manera me sentía mal, peor de lo que ya estaba y imaginé como se sentiría Eden, se sentiría peor de lo que estoy yo ahora porque yo también había hecho lo mismo.

Lloré, me desahogué, era exactamente lo que necesitaba en aquel momento, soltar todo, para después sentirme mejor.

Carol se asomó intentando buscarme, al fin cuándo me vio se acercó a dónde yo estaba sentada y me abrazó.

-¡Tranquila Nicky!, será mejor que nos volvamos a casa-y eso mismo hizo, me cogió del brazo y no me lo soltó hasta llegar al coche-.

Nada más llegar a casa me metí en la cama, minutos después Carol picó a la puerta de mi habitación.

-¿Se puede?

-Pasa, pasa.

-¿Estas mejor?-traía una taza de café, lo que me parecía un detalle-.

-Sí, estoy más tranquila-me alargó la taza-.

-Te sentirás mejor si me lo cuentas-pues probablemente quería saber su opinión y ahora mismo era la mejor persona para escucharme-.

-Bueno ya sabías que tenía novio-afirmó con la cabeza-pero lo que no sabías es que entre Adrián y yo paso algo-me escuchaba atentamente-el día ese que me preguntasteis si había pasado algo durante esos días os dije la verdad no pasó nada pero días después sí, nos habíamos dado unos cuantos besos-se sorprendió-y justamente hoy me a venido a buscar a clase, Eden me a llamado y pues al escuchar la conversación me ha acabado preguntando si lo quería, y le e dicho que sí, mucho, de repente parecía cabreado y se a marchado como si nada. Y poco después me lo encuentro dándose el lote con una cualquiera.

-Para comenzar en que momento se te ocurre liarte con él, con novio y además sabiendo como era.

-Pero pensaba que conmigo estaba siendo diferente-me miró disgustada-.

-Pues parecía que te equivocabas Nicky-la abracé-.

-Lo único que puedo hacer ahora es olvidarme de Adrián e intentar estar bien con Eden.

-Suerte-me sonrió-buenas noches.

-Buenas noches Carol.

En ese mismo instante le escribí un mensaje a Eden.

Me gustaría verte lo antes posible, sería mucho pedir que pudieras estar este fin de semana aquí conmigo.

Me dormí no quería pensar en nada más.

A la mañana siguiente aluciné al ver su respuesta.

Mis padres me han dado una parte de dinero para que te vaya a ver nos vemos este fin de semana.

Verdaderamente sus padres eran como él, en el primer instante que los conocí les caí de fabula, al menos eso me comentaba Eden, se notaba que me querían mucho y siempre han estado por mí, así que por esa parte no me extrañaba que le hubieran ayudado a pagar el billete.

La semana fue bastante difícil para mi, la pasé completamente aislada en los estudios y el trabajo, salvo los pocos ratos que pasaba en casa con Carol y Leyla, y sí, tuve otra charla con Leyla y se lo expliqué todo.

No salí ninguno de esos días a la calle, y si salía a excepción del trabajo y las clases era para salir a correr por las mañanas. Cada mañana salía a correr de seis a siente, era una buena forma de despejarme, luego me duchaba y me iba para la clase.

Pero por fin era sábado el día que estaba esperando, y allí estaba yo sentada en el aeropuerto, pero esta vez sola, esperando a que Eden apareciera por ahí.

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora