Capitulo 6

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"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, una vida bien usada causa una dulce muerte

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"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, una vida bien usada causa una dulce muerte."

—Leonardo Da Vinci

NARRA ASHLEY

Observo sin apetito los waffles con miel que se encuentran frente a mí. Levanto un poco la vista y me encuentro con los ojos de mi madre clavados en mí.

Sé por qué me mira. No es usual que no tenga ganas de comer waffles y más en el desayuno. Es como una tradición; antes de ir al colegio como waffles con miel y jugo de naranja o, a veces, licuado de frutilla.

Pero también sé que sabe cuál es la razón por la que no tengo hambre. Dos amigas mías han muerto en las últimas semanas.

Toda la policía de Youngtown está en busca de este nuevo psicopata. El Sheriff me prometió que hallaría al asesino y yo le creo. Confío en él.

Están investigando ya que es posible que el asesino tenga el celular de Sarah puesto que me respondió que no vendría a dormir a mi casa, pero claro que esa no era mi amiga. Ella ya estaba muerta para cuando ese mensaje fue enviado.

Luego de darle dos sorbos al jugo de naranja, me levanto y me cuelgo la mochila al hombro. Agarro las llaves de casa y camino hacia la puerta para ir rumbo al instituto.

—¿No vas a saludarme?— pregunta mi madre, acercándose a mí.

La miro y sonrío. Camino hacia ella y le doy un beso en la mejilla. Ella me abraza.

—Tienes que ser fuerte, Ash.— murmura en mi oído.—Verás que, en cuanto menos te lo esperes, todo habrá pasado.

Asiento. Sé que algún día todo quedará en el olvido pero, mientras tanto... ¿Morirá alguien más?

Por alguna razón que no puedo deducir en este momento, las palabras de mi madre no me ayudan en absoluto.

Salgo de casa y camino hasta la escuela. Podría ir en el autobus pero no tengo ganas de estar rodeada de personas. A veces uno necesita estar solo.

Mientras camino al colegio, me pongo los auriculares y escucho música. La música... es la única forma en la cual me desconecto del mundo. No hay nada mejor.

Estoy tan concentrada disfrutando de mis canciones preferidas que apenas noto cuando la enorme puerta del instituo Humphrey aparece frente a mí.

Me quito los auriculares e ingreso. Camino hacia mi casillero y vacío el contenido de la mochila allí salvo por un cuaderno y el libro de historia, pues tengo esa materia en la primer hora. Qué ganas de desaparecer...

—¡Hey, Ash!— exclama una chica a mi lado. Es Melany junto con Alissa.—¿Estás bien?

Asiento, aunque es claro que no estoy bien. Nadie puede estarlo en esta situación.

Cadena de homicidiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora