El pueblo de Youngtown (Arizona) está en peligro: un asesino mata a diestra y siniestra a los habitantes.
Cuando un joven del instituto de Ashley Emmerson es detenido por haber sido declarado culpable se cree que la pesadilla ha terminado.
Pero no e...
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"No hay mayor dolor que acordarse de los tiempos felices en la desgracia."
—Dante Alighieri
NARRA ASHLEY
No recuerdo exactamente qué pasó en el bar luego de que vi esa noticia. Me encontraba en un estado de shock y ni siquiera era capaz de pensar y procesar lo que acababa de leer.
Anthony se había escapado de la cárcel y eso solo puede tener una explicación: era culpable de lo que se le acusaba. Sino... ¿Por qué se escaparía?
La imágen de sus ojos asustadas asalta mi mente una y otra vez. No puedo creer que de verdad le haya creído. De hecho, estoy bastante segura de que trabaja con el asesino y que cuando me dijo lo del galpón, era todo una trampa. A lo mejor, creyó que yo iría sola y no con tanta gente y por eso pensó que el asesino podría matarme. ¿Cómo pude ser tan estupida?
El timbre de casa suena y yo bajo las escaleras sin ganas. Ayer me acosté tarde y tengo mucho sueño. La abro y me encuentro con una Melany feliz y de buen humor.
Me alegra que por lo menos alguien pueda estar bien con todo esta situación.
—¿Viste lo de Anthony? — inquiere y yo asiento. ¿Quién no lo vió? Está en todos los noticieros y diarios del país. Le digo que pase y nos sentamos en el sofá del living. Por suerte, mi madre no está en casa. Eso es bueno ya que no quiero que Melany sepa que estoy muy enojada con ella. Quiero guardar esto en secreto ya que podría llegar a oídos del asesino.
Voy a la cocina y sirvo dos vasos de limonada. Vuelvo a la sala de estar y me siento junto a mi amiga.
—Venía a invitarte el sábado a mi fiesta de cumpleaños. — dice y me siento un poco mal por el hecho de que lo había olvidado. Pero bueno, nadie puede culparme. Mis amigos están muriendo uno por uno y recién me entero de que mi padre también.
Olvidarme del cumpleaños de Melany es la menor de mis preocupaciones. Le sonrío y respondo que iré, a pesar de no estar para fiestas.
—¿Quieres quedarte a dormir? — le pregunto. Mi madre no vendrá hoy por la noche y no me agrada la idea de quedarme sola sabiendo que Anthony merodea por el pueblo como un alma en pena.
Melany me mira y sonríe de medio lado. Finalmente acepta y dice que tiene muchas cosas para contarme.
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NARRA ALEX
Me encuentro en el puerto de Youngtown esperando al asesino. Ha dicho que quería que nos reunieramos aquí y quiero demostrarle que no le tengo miedo. ¿Qué puedo morir hoy mismo? Pues eso ya lo sé, pero me aseguraré de no irme de este mundo sin verle la cara a este desgraciado.
Estoy casi seguro de Anthony aparecerá en cualquier momento junto al bufón y me atacarán los dos juntos. A pesar de saber que será dificil salir de esta, pondré toda la resistencia que mi cuerpo permita.
Observo el río y los barcos a lo lejos. Las pequeñas olas que se forman, chocan contra las rocas grises amontonadas. El viento me agita el cabello y se me eriza la piel al sentir pasos detrás de mí. ¿Será...?
Me doy media vuelta con agilidad y aprieto ambos puños alrededor de mi cadera, listo para atacar si es necesario.
El bufón está parado justo delante de mí. Lo primero que hago, es observar sus manos para corrobar que no este armado; no lo está, pero de seguro tiene un plan B. El asesino no se presentaría así con las manos vacías.
—Da la cara. — le suelto con repulsión. —Te crees muy valiente usando la máscara pero, ¿Por qué no te muestras y arreglamos esto?
La verdad es que no sé qué pretendo con esto. Presiento que me estoy cavando mi propia tumba pero no puedo dejar que este maldito siga manejando mi vida a su antojo. Esto se termina hoy.
Saco la pequeña pistola que tenía escondida en el bolsillo trasero de mi jean y le apunto directamente a la cabeza. El asesino la inclina hacia un costado.
—Juro que te dispararé si no te quitas esa basura de la cara. — exclamo, nervioso. El arma se mueve para aquí y para allá pero trato de que siempre sea en dirección al asesino. Lo único que me falta es que sea tan estupido de dispararme a mi mismo. —¡Quítate la máscara! — grito a más no poder. Me desespera que solo este allí parado mirándome sin hacer siquiera una señal de que me matará o algo así.
Justo cuando estoy a punto de disparar, oigo un sonido ensordecedor y siento un terrible dolor en la pierna. Tembloroso, bajo la vista solo para ver cómo la sangre sale de mi rodilla. Alguien me ha disparado.
El arma cae de mis manos y una lágrima se desliza por mi rostro. Creo que es más por la bronca que por el dolor. Estaba tan cerca...
Me tambaleo, el asesino se me acerca y me da una patada muy fuerte en el pecho. Gimo de dolor y me voy hacía atrás debido al impulso de la patada. Me da otra patada, y con esa, es suficiente para hacerme caer de espaldas al peligroso y abrazador río.
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NARRA ASHLEY
Melany no tuvo mejor idea que invitar a todos los chicos a mi casa. Al menos, me hizo caso y le pidió a todos que no traigan alcohol. Ya tendremos suficiente el sábado en su fiesta.
Nos encontramos todos sentados en los diferentes sillones de la sala de estar bebiendo limonada y comiendo pizza.
Incluso está Liam en mi casa. No es que me moleste puesto que es el nuevo "novio" de Melany pero hubiera preferido que no venga. Apenas lo conozco.
—¿Jugamos a algo? — pregunta William con una expresión divertida.
—Sí. — contesta Alissa luego de darle un sorbo a su limonada. — Si estás tan aburrido, ¿Por qué no lavas los platos así ayudamos un poco a Ashley? Lo único que hiciste desde que llegaste fue decir estupideces.
Richard asiente muchas veces, aunque es obvio que solo lo hace para agradarle a Alissa. A veces me da un poco de pena que no pueda notar que ella no lo quiere de ese modo.
—No veo que tú estes haciendo algo. — remata Patrick, lógicamente para defender a William.
Antes de que esto se vuelva en una batalla campal, Kiara habla:
—Oí algo.
Todos la miramos sin comprender. La verdad es que yo no he escuchado nada. Kiara se levanta del sillón y comienza a decir que tiene miedo, que hay que llamar a la policía y que moriremos.
Otro ruido y este sí es escuchado por todos. Se me ponen los pelos de punta al corroborar que viene del piso de arriba, precisamente del ático.
Agarro un cuchillo de la cocina y le doy otro a Melany y a Alissa. El resto agarra por su cuenta.
Subimos con cautela las escaleras y al llegar a la puerta del ático, la veo entreabierta. Hay alguien dentro.
—Yo abro.— dice Liam, pasando entre nosotros.
Se acerca al ático y comienza a abrir lentamente la puerta.
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Lamento que sea un capitulo medio malo, es que estoy teniendo problemas con la inspiración D:
