"Hay gran cantidad de dolor en la vida y tal vez el único dolor que se pueda evitar es el que proviene de tratar de evitar el dolor."
—Ronald Laing
NARRA ASHLEY
Ingreso en la habitación de mi madre, abriendo la puerta de forma brusca, provocando que ésta se golpee contra la pared. Un poco del revoque cae al suelo, tiñendo el suelo de madera con un polvo blanquecino, pero no me importa. Mis ojos buscan por toda la habitación, como si estuvieran poseídos. Se mueven de un lado a otro, sin detenerse en ningún lugar especifico. Tendría que estar por aquí, pues de seguro luego de abrirle la puerta a mis amigos, vino aquí a descansar un poco y ahí el asesino... la atrapó.
Agudizo el oído para ver si oigo algún gemido o algo que me indique la presencia de alguien más en esta habitación. Nada. No hay nada más que el ruido del viento suave que golpea levemente el vidrio de la ventana y el sonido del canto de los grillos.
¿Dónde estará mi madre?
Estoy a punto de desesperarme aún más, cuando oigo pasos detrás de mí. Me giro sobre mis propios pies, con el corazón en la mano, temiendo lo peor.
Mi madre ingresa a la habitación tranquilamente aunque se descoloca un poco al verme ahí, parada en busca de algo.
No puedo evitar sentir cómo el alivio se apodera de mi ser y me arrojo sobre ella, abrazándola. Aprieto con fuerza su cuerpo contra el mío, como si temiera soltarla y que me la arrebaten.
Supuse que lo del bufón era una broma pero en serio me asusté cuando no la vi en la habitación. Tengo bien en claro que el asesino quiere jugar conmigo y hacerme sufrir, tal como lo hizo hace tiempo con la foto de Alex, pero creí que esta vez decía la verdad.
Siento cómo el pulso de mi corazón se va normalizando y el alma me vuelve al cuerpo.
Mamá se separa de mí y me mira, dubitativa. Pues claro, no es normal que de repente me eche a sus brazos como cuando era una niña. Prefiero no decirle lo que realmente pasó, así que simplemente le miro comentándole que necesitaba un abrazo.
Ella me dedica una sonrisa lánguida y se echa a dormir.
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Observo el reloj de pared que se encuentra en la cocina: son las 3:00 de la madrugada. No puedo dormir porque el saber que tengo que decirle a Melany cuanto antes que somos hermanas, me lo ha estado poniendo difícil.
Despego el cuerpo que tenía apoyado sobre la mesa de la cocina y me estiro, soltando un bostezo. Me giro hacia atrás y veo a Patrick, William y Alissa durmiendo en los sillones del living. Yo les pedí que se queden porque después de la bromita del bufón, no quería quedarme sola con mi madre.
¿Debería hacerlo ahora? ¿Debería subir a mi habitación y contarle toda la verdad a Melany?
Sin pensarlo dos veces, me levanto y subo las escaleras dispuesta a hacerlo. Sé que dije que la dejaría descansar pero si no lo hago ahora, seré yo la que no pueda estar tranquila. Esto me está torturando y además ella tiene el derecho de saberlo cuanto antes.
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Cadena de homicidios
Mystery / ThrillerEl pueblo de Youngtown (Arizona) está en peligro: un asesino mata a diestra y siniestra a los habitantes. Cuando un joven del instituto de Ashley Emmerson es detenido por haber sido declarado culpable se cree que la pesadilla ha terminado. Pero no e...