"Nunca te burles de la muerte, que ella siempre te observa por detrás sintiendo el frío de su aliento en tu oído."
NARRA ASHLEY
El alemán despega sus labios de los míos delicadamente y clava la mirada en el suelo, como si estuviera arrepentido de lo que hizo. Yo sé muy bien los prejuicios de hoy en día y también que un hombre de veintisiete años con una chica de dieciocho puede ser muy mal visto por la sociedad.
Entiendo su preocupación y martirio pero, ¿nosotros no importamos? ¿Lo que sentimos no vale nada? Debe dejar un poco su cualidad de siempre pensar en los demás por encima de él. A veces, uno tiene que hacer lo que nos hace bien, sin importar el resto.
De todas formas, la gente siempre criticará, hagas lo que hagas.
—Lo lamento.— murmura con voz ronca.
Lo miro y sonrío. Me da mucha ternura verlo así. Siempre lo he visto como un hombre fuerte y seguro de sí mismo, y ahora, está aquí, con la mirada cabizbaja como si fuera un cachorro asustado pidiéndome perdón como un niño que se robó un pastel.
Me acerco más a él y le acaricio el cabello, suave y rubio, finamente.
—Creo que estoy enamorada de ti.— le suelto, captando toda su atención. Sus ojos claros se despegan del suelo y viajan hasta mis ojos. Me mira fijamente.
La verdad es que me costó demasiado darme cuenta de lo que me pasaba, pero ahora lo sé. También me sentía muy culpable por Alex, creía que si se enteraba que me gustaba Frank, se sentiría muy mal, pero cuando él conoció a Bianca, estuve más segura.
Frank me sonríe, se acerca, deposita un beso dulce en la frente, se levanta y se va. Supongo que necesita pensar y procesar todo lo que sucedió.
Bajo a la cocina y veo a mi madre cocinando. Ni siquiera me pregunta qué sucedió arriba y lo agradezco porque no puedo decirle la verdad pero tampoco quiero mentirle.
Me sirvo un vaso de jugo y subo nuevamente a mi habitación. No puedo dejar de pensar en Melany. Hace días que no tengo contacto con ella y ayer hice la denuncia, pues ya no creo que esté en un congreso con el padre. Podría llamarlo para quitarme la duda, pero las tres veces que lo intenté, nadie contestó, entonces decidí acudir a la ley.
Tengo miedo de que algo le haya pasado, además tampoco sé nada de Alex aunque eso no me parece muy raro. Alex es de esa clase de personas que suele desaparecer un tiempo para pensar y encontrarse a sí mismo. Espero que sea eso...
Mi celular suena y, con el corazón en la boca, lo agarro y leo el mensaje que me ha llegado hace unos segundos: "¿Te gustaría conocerme? No te preocupes, nos veremos muy, muy pronto. Y desearás no haberlo hecho. Ahora... ¿Qué te parece si abres la puerta del armario de tu habitación? Encontrarás un regalito mío..."
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NARRA MELANY
Kevin se levanta sobresaltado del sillón buscando su navaja, la que Chad le quitó, por todos lados. Debió habérsela llevado el maldito.
¡¿Por qué nos encerraría?! Un muy mal presentimiento me recorre el cuerpo entero. ¿Y si él trabaja para el bufón y ahora mismo fue a buscarlo para entregarnos?
No puedo evitar sentir una punzada en el corazón. Hace días que no veo a mis amigos y los extraño demasiado. A todos. Además, si Alex está vivo, no creo que aguante mucho tiempo más. Debemos irnos de aquí ya mismo.
Lo miro a Kevin con una mirada desesperada e inquisitiva. ¿Qué demonios hacemos ahora? Todas las salidas de la casa están cerradas con llave y Chad no aparece por ningún lado. Todo esto no me agrada para nada...
—Rompamos la ventana.— opina Kevin, señalándome una que se encuentra justo junto a uno de los sillones. Es rectangular y lo suficientemente grande para que podamos atravesarla y salir al exterior. Alza el brazo dispuesto a romper el vidrio con el codo y está a punto de hacerlo cuando oímos el ruido.
Proviene del patio y se oyen como pisadas, acompañadas por algo más que no puedo descifrar.
Miro a Kevin como diciéndole que no la rompa. Si el bufón está ahí fuera, estaremos a salvo aquí encerrados. A menos que esté acompañado por Chad ya que él tiene las llaves.
Le hago un gesto para que nos ocultemos y de manera muy abrupta, nos arrojamos detrás del sillón más grande. Nos acuchamos y quedamos en silencio, apenas respiramos.
Oigo cómo alguien ingresa una llave en la cerradura y el picaporte comienza a girar, produciendo un chirrido espeluznante que se extiende por toda la casa, como si nos estuviera avisando. Antes de quien sea que esté fuera entre, Kevin agarra rápidamente una lámpara que se encuentra en la mesita de luz y la aprieta con fuerza entre sus manos. Yo agarro el cenicero de vidrio que horas antes utilizó Chad para apagar su cigarrillo. Al menos tenemos que tener algo para defendernos y luchar.
La puerta se abre y las pisadas se oyen cada vez más cerca.
—¿Chicos?— pregunta la voz y me tranquilizo un poco al ver que es Chad. Salgo de detrás del sillón aún sosteniendo el cenicero con fuerza y Kevin me imita. Chad nos mira arrugando la frente, completamente confundido. En sus manos, trae un bidón blanco con un líquido dentro. Por el olor que emana, sé que es gasolina para el auto. Chad baja su mirada hacia nuestras manos y las improvisadas "armas".—Qué locos que están.— agrega, riendo.
Lo miro a los ojos. Es como si tanto su humor como su mirada, hubieran cambiado de la noche a la mañana. Ya no veo aquello misterioso que sus ojos ocultaban y nos trata de una forma más amigable. A lo mejor tan solo desconfiaba de nosotros y se dio cuenta que somos inofensivos.
Nos dice que nos preparemos, que ha ido a un establo que tiene a unas cuantas cuadras para agarrar un bidón de nafta y llevarnos a donde necesitemos.
Por primera vez, le sonrío. Estoy segura de que él nos llevará a casa y al fin podré ver a mis amigos y a... William.
Luego de tomar un café e ir al baño a asearme, nos subimos al auto y Chad arranca.
Observo por la ventanilla la carretera, lo único que me mantiene alejada de todo lo que me importa.
Lo bueno es que, si este camino de aproximadamente dos horas que tenemos sale bien, los veré muy, muy pronto...
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Ojalá les haya gustado! Voten y comenten♥
En los siguientes capítulos se viene mucha acción... y el final está muy cerca.
Los quiero!
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Cadena de homicidios
Mysterie / ThrillerEl pueblo de Youngtown (Arizona) está en peligro: un asesino mata a diestra y siniestra a los habitantes. Cuando un joven del instituto de Ashley Emmerson es detenido por haber sido declarado culpable se cree que la pesadilla ha terminado. Pero no e...