"Te quiero y te querré siempre, hasta después de la muerte, porque te quiero con toda mi alma y el alma nunca muere."
NARRA ASHLEY
Los gritos míos y de Alissa se oyen hasta más de tres cuadras. El corazón se me acelera a mil y el sudor cae por mi frente.
El asesino está justo frente a nosotras, mirándonos como si no se decidiese entre matarnos ahora o más tarde. Mis extremidades tiemblan y las de mi amiga también. No sé qué hacer. Estoy vulnerable debajo de la cama bajo las garras de este psicópata que no dudará un segundo en matarnos.
El asesino se levanta, da la vuelta alrededor de la cama y termina justo donde Alissa y yo tenemos los pies. Nos miramos, sin comprender lo que está haciendo o lo que pretende hacer.
Le hago una señal a Alissa para que vaya llamando a la policía y ella obedece. Sus manos tiemblan y por poco deja caer el celular al suelo. Marca el número con rapidez y justo cuando oigo que le contestan del otro lado, el asesino me agarra del pie y me arrastra hasta fuera de la cama.
Grito fuertemente y seguro el oficial que atedió lo ha oído.
—¡Ashley!— grita Alissa, desesperada con lágrimas en los ojos.—¡No!
El asesino me da la vuelta y mi cabeza se golpea contra el suelo de madera. La sacudo un poco para corroborar que estoy bien. El maníaco nota que Alissa está llamando a la policía, y también la agarra de los pies y la quita del escondite.
—¡¿Por qué haces esto?!— le grito justo antes de que clave el cuchillo en la espalda de Alissa. Me mira con atención y se detiene. ¿Acaso he dicho algo malo? El psicópata ignora mi pregunta y cuando está a punto de matar a mi amiga, se oyen las sirenas de las patrullas.
El asesino suelta bruscamente a Alissa, sale del cuarto llevándose todo por delante y se oye cómo baja las escaleras.
¡No puede escapar de nuevo! Me levanto, también bajo las escaleras para atraparlo pero cuando llego a la puerta de entrada, me la encuentro abierta. Se ha ido.
El alemán, junto con dos compañeros, y un arma ingresa a la casa. Kiara ha llamado a la policía mientras estaba en el armario.
Me pregunta si estoy bien, si todas estamos bien y yo asiento con la cabeza. Alissa y Kiara bajan las escaleras y comenzamos a explicarle todo lo que pasó.
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Los policías se han ido, Alissa y Kiara quedaron a salvo cada una en sus casa y el alemán me acompañó a mi hasta la mía.
Nos encontramos sentados en el porche mirando el cielo. Ambos estamos muy pensativos.
En mi cabeza, las imágenes del asesino dan vueltas una y otra vez. En la de él, pues no sé. Tiene la mirada tan neutra que no puedo siquiera imaginar en qué piensa.
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Cadena de homicidios
Mystery / ThrillerEl pueblo de Youngtown (Arizona) está en peligro: un asesino mata a diestra y siniestra a los habitantes. Cuando un joven del instituto de Ashley Emmerson es detenido por haber sido declarado culpable se cree que la pesadilla ha terminado. Pero no e...