Capitulo 5

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"La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo"

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"La muerte es una quimera: porque mientras yo existo, no existe la muerte; y cuando existe la muerte, ya no existo yo".

—Epicuro de Samos

NARRA SARAH

Luego de salir del bar, Melany, Ashley, Alissa y Kiara me acompañaron hasta casa. Todas saben lo mucho que me afectó la muerte de mi mejor amiga y saben que ninguna sufrió como yo.

No puedo creer que en el bar se hayan tomado su muerte como una broma. ¿Acaso no se dan cuenta que algo muy malo está pasando?

El hecho de que Patrick y William lo hayan convertido en un chiste, no me sorprende. Siempre han sido unos idiotas inmaduros que no sirven más que para molestar a la gente. Pero... ¿mis amigas? Eso sí que me ha tomado desprevenida. La única que se comportó de una forma adecuada fue Ashley. Lo que sí agradezco es que me hayan acompañado hasta casa. No sé qué hubiera hecho de haber venido sola.

Enciendo el celular y veo un mensaje de mi madre: no llegará a casa hasta dentro de una hora. Mi padre, como es usual, no está aquí en la casa. De seguro está en el quincho que se encuentra en el patio, durmiendo. No le gusta dormir aquí porque dice que lo molestamos. Eso me duele. Me hace sentir que yo soy una carga para él, que nunca deseó tenerme. Una lágrima cae por mis mejillas.

Me acuesto en la cama y enciendo la laptop. Voy hacia mis álbumes de fotos de Facebook y abro uno que dice: Tarde de amigas con Leila.

Comienzo a llorar conforme avanzan las fotos. Tantos recuerdos... tantas risas y secretos. La extrañaré. Demasiado. Cuando estoy a punto de cerrar el Facebook para entrar a Netflix, me llega un mensaje anónimo.

"¿Por qué lloras? ¿Extrañas a tu amiga? Pronto estarás con ella."

El mensaje capta mi atención inmediatamente. Apoyo el mouse en la ventana del chat y decido responder.

"¿Quién eres?"

El anónimo está escribiendo.

"Eso no importa. ¿Quieres saber dónde estoy?"

Ni hablar. Le envío un: vete a la mierda y apago la computadora. Estoy segura de que es William que quiere seguir molestándome. No le bastó con lo del bar.

Agarro el celular y le envío un mensaje a Ashley preguntándole si puedo pasar la noche en su casa. Estoy sola aquí y me da miedo. La casa está oscura y solitaria.

Bueno, mi padre está a unos cuantos metros pero es lo mismo que estar sola. O peor.

Oigo un ruido que viene del living: alguien ha encedido la tele. Obviamente es mi padre así que abro la puerta de mi habitación y bajo las escaleras muy entusiasmada por verlo. A pesar de que sea casi un padre ausente, yo lo quiero.

Cadena de homicidiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora