Capitulo 26

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"Nunca pierdas la fe

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"Nunca pierdas la fe. Los mejores comienzos vienen después de los peores finales."

—Bob Marley

NARRA MELANY

Me encuentro frente a un ataúd en el cual yace Liam. Recuerdo que lo encontré desangrado en mi bañera y me desmayé. Mi padre me encontró a mí y a él y llamó a la policía.

Me siento terrible. Creo que jamás tuve el corazón tan destrozado, ni siquiera cuando murió mi madre. Sin duda, a Liam lo quería mucho más que a ella.

Él no merecía esto. Me siento con odio, bronca, impotencia y repulsión. ¡¿Por qué no puedo detener al asesino?!

Observo su cuerpo sin vida y suelto el llanto que tenía contenido. Extrañaré mucho a Liam, fue, sin dudas, el mejor novio que tuve. Además, era una excelente persona. O eso parecía, no lo llegué a conocer demasiado.

Siento que alguien apoya su mano en mi hombro, me giro y veo a Kiara, Ashley y Alissa. Detrás de ellas, están Kevin, William, Patrick y Richard.

—Lo siento mucho, amiga.— me dice Kiara con los ojos cristalinos. Ella siempre ha sido muy sensible y llorar cuando ve a los demás mal.

Le dedico una sonrisa melancólica y miro a Alissa. No me sorprendería que no me diga que lo siente puesto que ella no suele usar esa palabra. Es muy cerrada y no le gusta demostrar cuando está triste. Parece leerme la mente, porque dice:

—No te dije que lo sentía cuando murió tu madre porque ella era una bruja. Pero, Liam era diferente. Era extraño pero parecía buena persona.— se ríe un poco y yo también. Pues es verdad, Liam era un poco raro.—Lo siento, Mel.

Ashley se acerca y me abraza. A ella también se la ve bastante triste. Creo que esta muerte nos ha afectado bastante a todos.

Patrick, Richard y Kevin me dice que lo lamentan mucho, me abrazan brevemente y se marchan.

En cambio, William se acerca a mí y sin decir nada, me abraza fuertemente. No puedo evitar apoyar mi cara contra su pecho y llorar.

—Siento haber hablado mal de él.— me susurra con cierta... ¿tristeza?

—Lo sé.— respondo con la voz quebrada. Me separo y lo miro a los ojos.—Es solo que no puedo evitar sentirme culpable. El día que murió él estaba en mi casa y yo lo saqué porque mi padre tenía que hablar conmigo. ¡Pude haber impedido que muera!

William me mira y noto bastante angustia en su mirada. Me agarra de la mano y me conduce hacia afuera. Supongo que me hará bien tomar un poco de aire.

Nos sentamos en el jardín, sobre el césped. Estamos en la casa de Liam.

Agarra mis manos y las acaricia son suavidad.

—No debes sentirte culpable.— me dice.—No es tu culpa. La única culpa aquí la tiene ese maldito bufón.

No me entiende. No sabe lo que es sentirse la peor persona del mundo en estos momentos. Pero, no me sorprende. William nunca me ha entendido y no espero que lo haga ahora.

Cadena de homicidiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora