Después de tanto, mi cerebro se cansó. Había procesado bastante en aquel día. No supe nada más del día luego de esa carta.
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~ LORAINE ~
Sentí inevitablemente un alivio al quitarme a Jordan de encima, él, sin duda alguna era el diablo, nunca tomé en serio su estado como parapléjico. ¿Por qué hacerlo en otro momento?
Al salir de esa casa había empacado todas mis cosas en varias maletas. La verdad no esperé que pesaran tanto, pero ahora tendría ventajas. Muchas ventajas. Ya habían pasado casi cuatro días de no verle, había comprado un departamento para mí, sola, hasta el momento.
En un momento reflexivo hasta pensé que había destruido demasiado a mi hermano menor, pero, él no era mi hermano menor, era mi medio hermano menor, porque nunca pude saber quién era mi verdadero padre. Paul solo era un señuelo para engañarme.
El mundo era mi peor y más grande enemigo.
Pronto escuché algunos golpes en la puerta que me emocionaron bastante. Era mi chico especial, contratado para algunas maldades.
- Ya comencé a hablarle, lo convenceré pronto-, sonaba tan inútilmente seguro de sí mismo. - lo prometo.
- No puedo estar segura al cien por ciento de eso, pero hazlo más lento, demonios, que quiero ver su sufrimiento, no como se ríe y juega después de eso como si nada. - Tomé al muchacho por el mentón y le di unas suaves bofetadas con un manojo de billetes.
- Está bien, mi señora.
- No me decepciones, niño rico.
- Bien - susurró antes de fruncir un poco el entrecejo, claramente en desagrado.
Él haría un trabajo del cual yo no podría encargarme, un asesinato sin armas físicas. Algo tan infantil, pero tan serio a la vez. Parecía incluso algo sencillamente inverosímil. No necesitaba específicamente a un chico o chica, porque, al fin y al cabo se trataba de un tonto de quien quería deshacerme; sólo necesitaba llevar a esa persona al suicidio, por quitarme a quien yo más quería.
Nadie nunca sabría de mis crímenes. Y sólo tendría que pagar con algo tan simple como una noche.
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~ JORDAN ~
Me había quedado dormido en la silla de ruedas la noche anterior. Definitivamente el sueño me había consumido después de tantas revelaciones en un mismo día.
Sinceramente, algo en la carta de mi padre me hizo sentir mejor, pero de alguna manera también me sentía mal por él y además habían dudas que se habían quedado sin resolver y que probablemente nunca se resolverían, o al menos no para mí en mi poco tiempo de vida restante.
¿Te gustaría que tu muerte estuviera decidida y no pudieras hacer nada? No lo creo.
Necesitaba ir a la escuela a como diera lugar, me "arreglé" rápidamente y salí de allí a todo lo que mis manos daban para movilizarme en la silla de ruedas. En medio del camino, inesperadamente sentí como alguien me empujaba desde atrás ayudándome a avanzar.
Giré por unos momentos la cabeza, el mismísimo Alexis estaba ahí, empujando como si fuera lo último que pudiera hacer en su vida, tenía una expresión graciosa, como de haber corrido una maratón entera sin descanso.
- Tenemos que llegar pronto. - aclaró innecesariamente.
- Dime algo que yo no sepa - respondí sarcástico.
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Anquilosis
Fiksi RemajaTal vez "amor" es una palabra muy complicada para alguien que ni sus propias piernas puede sentir. Tuvo una vida complicada, en donde toda cosa aparentemente buena que se manifestaba a su alrededor pronto perecía, por eso ni sus propios sentimientos...