Sí, actualizo un 29, ya no me aguantaba(?), por cierto, muchas gracias por las +800 lecturas <3 Nos leemos el próximo 15 :3
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Sin embargo, sentí la necesidad de dejar de pensar así, después de todo, si me quedaba poco tiempo de vida, lo mejor sería disfrutarlo con Alexis, no pensar en cosas así de malas sobre mi futuro muerto. Tras la tumba ya no podría hacer nada con el de orbes verdáceos.
Nuevamente dormí con Alexis, esta vez sin atentados sexuales, sólo, como lo habíamos hecho la primera vez, yo en sus brazos, pero sin darle la espalda, era cómodo después de todo...
~♠~
Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro...
— ¿Cuánto más piensas aguantar? — cuestionó esa voz que ya me era familiar. Mis pesadillas volvían a acechar.
Pero, ¿por qué?
— Te he preguntado algo. — esta vez estaba más cerca.
— Y... ¿por qué tendría que responder? — solté con una ligera pizca de sarcasmo.
— Porque luego de morir no me tendrás más que a mí, Jordan, por eso debes responderme.
— ¿Quién eres para decirlo?
— Alguien lo suficientemente importante como para estar seguro. — una malévola risa vino de su parte.
Nuevamente, todo era negro y el resplandor de sus telas blancas quemaba mi vista. Esta vez no era diferente de las otras, estaba en el suelo, desnudo y solitario. Pronto, ocurrió una novedad, la imagen de Alexis fue proyectada ante mis ojos.
— Vaya villano con el que te has metido. — volvió a hablar.
— Él no...
— "Él no es un villano." — leyó lo que quise decir. — Ridículo.
— Ridícula tu madre. — ya estaba harto, no acostumbraba a ser grosero, pero realmente sentía la necesidad de querer salir de aquel horrendo sueño, de aquella pesadilla que se presentaba siempre. De aquel hombre de blanco en ella. Deshacerme de todo. No soñar, no, nada.
Carcajadas. Sólo eso.
— Es la misma tuya. — soltó de la nada, provocando que le mirase esta vez con duda.

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Anquilosis
Teen FictionTal vez "amor" es una palabra muy complicada para alguien que ni sus propias piernas puede sentir. Tuvo una vida complicada, en donde toda cosa aparentemente buena que se manifestaba a su alrededor pronto perecía, por eso ni sus propios sentimientos...