Capítulo 23

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Buenas. (?) Sí, soy yo de nuevo, no he muerto y sí es un capítulo.

Los que me siguen, sabrán que hace unos días perdí capítulos de algunas de mis obras, incluyendo esta, y que, estoy en "hiatus" pero el hiatus me lo paso por las nalgas que no tengo. (?)

Estoy actualizando, no sólo un capítulo, sino, he cambiado el nombre de la historia.

Ya no será "Piernas insensibles, corazón roto", es "Anquilosis" que significa la imposibilidad de movimiento de una articulación normalmente móvil. Es más sencillo y... se ve elegante. (?)

Así como gracias a mi senpai por la portada. (?)

* vuelve a las sombras para actualizar el próximo siglo *

Bais.

~♠~

Era el día del octavo cumpleaños del pequeño castaño. Él estaba sentado, en el medio de su padre y su madre, en las sillas traseras del auto, mientras su hermana mayor iba al volante y Loraine en el asiento del copiloto.

Ese día se había propuesto que sería un buen cumpleaños, trataría de no permitir que aquella muchachita le tratara mal.

E iba con una sonrisa, emocionado por saber en qué lugar comerían ésta vez, siempre era uno diferente.

Y el ambiente era bueno, no había ningún atisbo de que algún conflicto pudiese comenzar allí. Todos sonreían, aunque podía que las causas fueran diferentes.

En un momento Claire se entretuvo y giró un poco para hacer una pregunta. ¿Quién diría que esa pequeña falta de concentración le costaría la vida?

Iba un gran camión de mudanzas en vía contraria y entonces, el claxon sonó, pero fue demasiado tarde, pues ya para entonces, el auto ya había chocado y quedado extremadamente abollado en la parte delantera.

El vidrio de la ventana del auto se enterró en el cuello de Claire, cortándole la garganta. Su hermana alcanzó a agacharse un poco y tuvo la oportunidad de salir de allí, con gran dificultad, pues uno de sus brazos y piernas no funcionaban de la manera​ correcta. No obstante, sacó a su madre por la ventana de la parte trasera, viendo adentro a su hermanito menor y su padrastro. Ellos no le interesaban, además, la carrocería del techo del vehículo estaba hundida en demasía como para darse el lujo de ella sola sacarlos a ambos.

Paul siempre​ fue un gran hombre y claro que lo daría todo en esos momentos, más aun siendo el cumpleaños de su hijo. Logró atraerlo a la parte en donde la carrocería se levantaba un poco, para que tuviera espacio. Invirtió sus posiciones, quedando bajo la enorme hendidura del techo del vehículo.

Y entonces, el motor explotó, el automóvil tembló y el ruido fue ensordecedor, mientras las llamas invadían el lugar. El hombre había quedado aplastado y casi decapitado por la carrocería.

La gente llamó varias ambulancias, además para los que estaban en el camión de mudanzas, cuyo frente había sido estrellado con violencia y la carrocería deteriorada, una de las latas de las puertas se rompió cuando el niño que iba allí intentó salir, el motor había explotado también y la puerta impactó fuertemente contra su pantorrilla, quedando el metal clavado en su carne. Debido también al quiebre de los vidrios, había una gran cantidad de cortes en su cuerpo. El conductor del camión había muerto por desangramiento, ya que gran parte de los vidrios había caído sobre él, y el pelinegro infante, había quedado únicamente inconsciente por la pérdida de sangre. Sólo pudieron rescatarlo a él.

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