Capítulo 32

2.2K 246 31
                                    

Abrió la puerta y entró. Escuchó como alguien vomitaba en uno de los baños. Rápidamente se para y corrió con prisa hacia allí. Abrió la puerta y encontró a su madre devolviendo sobre el retrete. Se acercó a ella y le ayudó sosteniéndole el cabello. Sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras veía a su madre en ese estado. Sabía que era provocado por el cáncer que tenía. Y últimamente había estado siendo más seguido de lo común. Sabine se incorporó y miró bien a su hija.

Marinette comenzó a llorar y se tiró en brazos de su madre para abrazarla con fuerza. Sabine acarició sus cabellos, tratando de darle consuelo a su niña. Pero sabía perfectamente que no podía dárselo. Luego de varios minutos de estar sentadas en el piso del baño, Marinette se alejó de su madre y la ayudó a levantarse. Sin decir nada salieron de allí, Marinette la llevó a su habitación y la recostó en la cama. La tapó bien y luego la miró.

-Voy a hacerte un té. - le dijo.

-Bueno.- musitó apenas ella.

La azabache salió de la habitación de su madre y no puedo evitar volver a romper en llanto. Todo era un desastre en su vida. De a poco veía como la salud de su madre se iba deteriorando. Ella tenía que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde. Bajó, hizo el té y volvió a subir. Encontró a Sabine levantada vistiéndose.

-¿Qué estás haciendo?. - le preguntó ella.

-Me cambio, hija, tengo que ir a trabajar. - contestó su madre.

-¡Estas totalmente loca si piensas que voy a dejarte que vayas!- dijo la azabache levantando un poco la voz.

-¡Tengo que ir, Marinette! ¡Las cosas en la casa no se van a conseguir solas!. - le dijo Sabine levantando un poco su voz.

-¡Marin ya tiene un empleo y creo que con eso podremos estar bien sin que trabajes!

-Yo no puedo pedirle a tu hermano que nos mantenga, ese es mi deber como madre. Yo los traje al mundo, y yo los tengo que cuidar.

-Mamá, voy a conseguir empleo. - dijo ella.

-¿Qué?. - la miró y negó con la cabeza.- No Marinette, yo quiero que termines tus estudios. Yo quiero que seas alguien en la vida. Y no termines como yo, hija.

Marinette escuchó la angustia en la voz de su madre. Se acercó a ella y la abrazó para luego llevarla a la cama. Sabine se negó un poco pero luego terminó aceptando que esa noche no podía ir a trabajar. Marinette se acostó a su lado y juntas miraron una divertida película cómica-romántica. La azabache observó como a poco su madre se iba quedando dormida.

Pensó la cantidad de noches que pasó lejos de su casa y de su cama. Sintió un dolor en el pecho. Ella tenía que hacer algo, ella no iba a dejar que su madre muriera solo para darle lo mejor a ella y a su hermano. Una idea cruzó a su cabeza. El padre de Nino tenía una cafetería que no estaba muy lejos del instituto. Podía pedirle a su amigo que le hiciera el favor de conseguirle un trabajo allí, de lo que fuera.

....::....


Llegó de su casa luego de haber estado en la casa de su novia. ¡Sí, como lo leen! Novia. Hace exactamente una semana que Adrien se había puesto de novio con Chloe. Todo había sido muy rápido, después de ver a Marinette con Nino, fue en busca de Chloe y le pidió que fuera su novia. La rubia aceptó encantada tal propuesta, y desde entonces se la pasaba rodeado de personas. Max y los demás chicos parecían ser divertidos y amables. Pero él estaba seguro de que si no estaba con Chloe, ellos serían los mismos patanes de siempre.

Entró y sin saludar, ni decir nada a su familia subió a su habitación. Cerro la puerta con fuerza y se tiró en su cama pesadamente. Siseó cuando se tocó el pequeño corte que tenía en el labio. Pero no estaba arrepentido de lo que había hecho. Pero sí estaba arrepentido de haberle dicho unas cuantas cosas más a la azabache. La puerta en su cuarto sonó.

-No estoy para nadie.-dijo y se acostó mejor en la cama. La puerta se abrió.

-Adrien, ¿qué pasa, hijo?- le preguntó su madre entrando.

-¡Te dije que no estoy para nadie!- le dijo elevando su voz mientras se sentaba en la cama.

-¡Necesito saber que diablos te pasa, Adrien!- le gritó Emilie. Él la miró bien, era la primera vez en la vida que su madre le gritaba.

-No es tu problema. - dijo él.

-No puedo creer que este que está al frente mío sea mi hijo. Hace 2 semanas que estás así, ¿qué pasa contigo?

-Nada. ¿Qué puede pasarme? ¿Acaso no te gusta ver que puedo tener una vida social más movida?. - le preguntó con ironía.

-No, no es eso hijo. Te has vuelto un completo idiota desde que estas con esa... chica que no me acuerdo su nombre.

-Chloe. - dijo él.

-¡Esa!- dijo su madre y lo miró- No se que ha pasado con Marinette o con Alya, pero lo que si se es que que mi hijo no es el mismo.

-La gente cambia. - dijo con soberbia.

-Sí, pero para bien, no para mal como tú. Y ahora levántate y baja a cenar.

-No tengo hambre.

-Está bien, Adrien. - le habló ella- Sigue así.

Salió del cuarto dejándolo solo. Se quedó callado pensando en toda las cosas que le había dicho a su madre. Se puso de pie y se acercó a su balcón. Recordó cuando la azabache se había trepado hasta allí y lo había besado. En realidad él tampoco se había negado. Y hasta ahora ninguno de los besos de Chloe lo había hecho sentir tan idiota como el beso de la azabache. Y siempre que lo recordaba se preguntaba si ella en verdad no se acordaba de ello o solo lo ocultaba para no dejarse a la vista.

Vio como un auto se paraba en frente de la casa de ella, alzó un poco más la cabeza para ver quién era, y no era nada más ni nada menos de él. Lahiffe. Vio como tocaba el timbre y luego de unos cuantos segundos la puerta se abría. Vio como Marinette lo abrazaba con fuerza.

Sintió un dolor en su pecho al verlos así, abrazados. Él tenía muchas ganas de estar en el lugar de él. De poder abrazarla, y besarla. La idea lo preocupó. Él no podía estar enamorado de Marinette, no debía estarlo. Ella no era mujer de un solo hombre, y él no soportaría su traición, su engaño.

Se había convencido a si mismo que estar con Chloe era lo mejor que podía hacer. Ella era una chica divertida y casi siempre lograba hacerlo reír. Pero sabía que no estaba enamorado de ella. Cuando ella lo miraba, no sentía lo mismo que cuando Marinette lo miraba. Se maldijo a si mismo y buscó su abrigo para salir de su casa. Tenía que irse y pensar un poco, tenía que salir y convencerse de que Marinette no era mujer para él.

***********************************

Hola!!! 

¿Por qué Adrien es tan idiota? U-U
#SabineLaMejor #TodasJuntoASabine

Estrellita y comenten. Les mando un beso ( ˘ ³˘)❤

-Mariana

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora