Él recorrió con la mirada el salón. Observaba como todos reían por lo bajo, menos aquellas dos chicas de la punta.
-Puedes tomar asiento, Adrien.- dijo el director.
-Gracias.- y sin pensarlo se dirigió donde no había risas. Se sentó justo detrás de ellas. Marinette tuvo la intención de girar y mirarlo, pero decidió no hacerlo.
La clase continuó. La señora Bustier hablaba y hablaba y Marinette no lograba prestarle mucha atención, quería girar y mirar a aquel muchacho.
-Oye, ¿qué te sucede?.- le preguntó Alya. Marinette reaccionó.
-¿A quién? ¿A mí?.- dijo algo confundida.
-No, al árbol de afuera ¡Claro que a ti, mensa!.- le dijo. Marinette rió por lo bajo.
-Lo siento, no estaba prestando atención.- dijo ella.
-Sí, de eso ya me he dado cuenta. Pero ¿Por qué?
-No lo sé, tengo la cabeza en otro lado.- contestó simplemente.
Después de estar 30 minutos allí dentro, al fin sonó la campana de recreo. Todos suspiraron aliviados y se pusieron de pie. Menos ellas dos como siempre. Preferían quedarse dentro del salón, sólo solían fumar. El chico nuevo tampoco salió. Alya decidió hablarle.
-Hola, ¿qué tal?, soy Alya.- le dijo y le tendió la mano.
-Adrien.- dijo él y la tomó.
-¿De dónde eres?.- preguntó la morena.
-Mis padres trabajan mucho y no tenemos un lugar fijo, asi que he venido de Chicago.- le dijo él.
-Wow, no debe ser nada fácil no quedarse en un lugar fijo.- ella dijo. Él asintió. Alya miró a Marinette. La azabache no había dicho nada, ni siquiera su nombre-. Ella es Marinette.- se la presentó. Adrien la miró, ella también lo hizo.
-¿Qué tal?.- le dijo él.
-Bien.- contestó ella quedamente. Alya la miró extrañada.
-Y dinos, Adrien ¿Eres una especie de súper inteligente o algo así?.- le preguntó la morena, él rió por lo bajo, provocando que Marinette temblara levemente.
-Bueno. Digamos que durante mi vida he estudiado mucho y me gusta hacerlo. Soy inteligente.
-Pues no te sienta mal, porque nosotras también lo somos.- dijo ella y ambos rieron. La azabache aún no decía nada. Alya se giró a verla-. Discúlpadme.- le dijo a Adrien-. ¿Puedes decirme qué demonios te sucede?.- le preguntó a su amiga.
-Ya te lo dije, tengo la cabeza en otro lado.- le dijo ella-. Me iré a fumar, lo necesito.- se puso de pie y salió de allí. Alya vio como se iba y se giró a ver Adrien.
-No sé que le sucede. Usualmente ella no es así.- le dijo.
-Tal vez esté mal por algo.- dijo él.
-Sí, Marinette es una chica que se preocupa mucho por los demás y casi nada por ella. Tiene varios problemas.- dijo sin dejar de mirar la puerta.
-¿Por qué no vas a buscarla?.- preguntó él.
-Sí, es lo que estaba pensando hacer.- dijo y se puso de pie. Caminó hasta la puerta y giró para verlo-. Eres muy buena onda para ser un nerd, amigo. Bienvenido.
-Igualmente.- le dijo él y ella salió
Comenzó a buscarla y en qué otro lado la iba a encontrar si no era ese. Se subió al auto y tomó un cigarro.
-¿Podrías decirme qué es lo que te preocupa?.- le preguntó. La azabache se giró a verla.
-Nada.- le dijo ella sin dejar de fumar.
-Vamos, Marinette, te conozco. Tú no estás así por nada.- le dijo. Ella la miró-. ¿Qué pasa?
-Es... es por lo que me dijo el imbécil de Kim-. dijo mintiendo. Alya revoleó los ojos.
-¿Es eso? No puedo creerlo. Ya te dije que es un pobre imbécil, no le hagas caso, Marinette. Él no sabe nada.
-Lo sé, pero dolió, ¿sabes?
-Sé que duele, amiga. No debe ser fácil. Pero sabes porqué lo hace y si yo fuera tú, estaría orgullosa de ella.- le dijo, Alya sonrió.
-Bueno, vámonos porque sino el profesor nos asesina.- dijo divertida. Ambas se bajaron del coche-. Alya, ¿a ti te gusta el nuevo?-. le preguntó.
-¿Qué?.- dijo sin poder creerlo y rió-. Claro que no, pero parece un buen chico y no es nada lindo no tener con quien hablar el primer día que llegas. Así que no seas grosera, cuando estemos allí le hablas.
Marinette rió divertida y volvieron. Aún el recreo no había terminado. Él seguía ahí sentado, escribiendo algo. Ambas se sentaron en sus lugares.
-¿Estás bien?.- le preguntó él a Marinette. Ella lo miró.
-Sí, sí. Gracias.- dijo y miró a su amiga. Alya levantó una ceja y la miró fijo. Marinette negó efucivamente la cabeza.
-¿Dónde vives, Adrien?.- le preguntó la morena.
-Vivo en la calle 46 al 1458.- dijo él. Alya miró sorprendida a Marinette.
-Eres vecino de Marinette.- dijo sin poder creerlo. Ambas se miraron entre sí.
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Hola!!!
Nuevo capitulo....weno creo que ia se dieron cuenta :v
Espero que les allá gustado, solo les digo que apenas se están conociendo aquí, esto es prácticamente nada, todavía falta lo zukulento, aunque tarde un poco ;-;Dejen su estrellita si les gustó el capítulo. Les mando un abrazo y un beso ( ˘ ³˘)❤
-Mariana
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El primer amor siempre duele -MLB AU-
FanfictionMuchas veces, el amor es tan silencio que ni te das cuenta que está allí, sin importar que no lo quieras aceptar, es muy difícil alejarte de él. Los problemas y frustraciones siempre están enterradas en la vida, y Marinette lo sabe más que nadie. El...