-Está delicioso, pero no puedes casarte.- contestó ella, mientras con cuidado pinchaba otro pedazo.
-¿A no? ¿Y por qué?- preguntó él sentándose erguídamente. Ella lo miró fijo. No se había dado cuenta de que había dicho eso en voz alta. ¿Por qué no puede casarse? "Y es simple, tiene 17 años... Y ni loca dejaría que te casaras con alguna loca, hueca y superficial" pensó.
-Porque aún eres joven.- le contestó ella. Él rió por lo bajo.
-Lo sé, lo sé. Pero en un futuro, si cocino así, ¿podré casarme?
-Supongo que sí...- ella volvió su mirada a la comida, no quería que él viera que ella se moría de celos con solo pensar que él podría estar con otra.
La noticia de que él había dejado a Chloe le alegró de tal manera, que la asustó al mismo tiempo. En su cabeza no dejaba de imaginarse como fue aquella situación. Se imaginó la cara de Chloe y eso la llenó de satisfacción.
Terminaron de comer y juntaron las cosas. Adrien se acercó a un cajón y sacó una barra de chocolate. Marinette sonrió levemente y se acercó a él para recibir su parte. Salieron de la cocina y se sentaron en el sillón. Adrien tomó el control y prendió la tele.
De repente un trueno pareció partir todo. La luz se cortó y la casa quedó en penumbras. Marinette se puso de pie y miró a su alrededor. Todo estaba tan oscuro. Sintió una presión en su pecho. No le gustaba la oscuridad, nunca le había gustado. Y hoy mucho menos que antes. Le hacía pensar a cada segundo en la oscuridad en la que ahora estaba Sabine. Sus ojos de nuevo se poblaron de lágrimas, hasta que sintió unas manos posarse alrededor de su cintura y acercarla contra él. Adrien la apretó con fuerza para susurrarle algo al oído.
-No tengas miedo, vamos a buscar unas velas.- le dijo. Ella asintió apretada a su pecho.
Caminaron en silencio y con cuidado, para no chocarse con nada. La lluvia se escuchaba por todos lados. Era fuerte y pesada. El viento golpeaba las ventanas, provocando que la oscuridad fuera más espeluznante. Marinette apretó con fuerza la mano de Adrien. Él percibió aquella y detuvo su paso.
-¿Quieres ir a dormir?- le preguntó.
-Sí.- dijo ella algo afligida-. Pero no quiero dormir sola, Adrien, no quiero...
-Shhh, tranquila.- musitó-. No voy a dejarte sola.
Volvieron sus pasos hacia atrás para ir hacia las escaleras. Subieron y llegaron al cuarto del rubio. Adrien encontró una linterna y la prendió para iluminar un poco el cuarto. Hizo que Marinette se acostara en la cama y se arrodilló a su lado. La azabache lo miró bien.
-Voy a quedarme aquí hasta que te duermas...
-No.- dijo ella rápidamente-. No te vayas, quédate. Duerme conmigo.- Adrien tragó sonoramente. Él no tenía pensado eso, pero... ¿Cómo iba a decirle que no? ¿Cómo iba a dejarla sola? ¿Otra vez? No, no otra vez. Y nunca más...
Se puso de pie y rodeó la cama para acostarse del otro lado. Se metió debajo de las sábanas y con cuidado la acercó a él. Marinette apoyó su cabeza sobre su pecho y se quedó quieta. Era increíble la sensación de seguridad que él le daba.
-¿No vas a irte, verdad?- dijo ella.
-No, no voy a irme.
-Gracias, Adrien, yo...
-¿Me has perdonado?- le preguntó él-. Necesito saberlo, necesito saber si me has perdonado. Yo... de verdad estoy arrepentido.
-Lo sé, lo sé.- musitó ella-. Y ya pasó. Yo no tengo que perdonarte nada, porque... un poco fue mi culpa y...
-No, no fue tu culpa. No tienes la culpa de nada. Él único imbécil aquí soy yo.- ella rió levemente, y sin darse cuenta de abrazó más a él.
-Sí eres un poco imbécil...- Adrien rió por lo bajo. Dejaron de hablar y lo único que se escuchaba era el sonido de la lluvia. Los relámpagos iluminaban un poco la habitación. La tormenta era intensa, pero enseguida iba a terminar
Él rubio tenía su mirada fija en el techo. Una de sus brazos estaba alrededor de la azabache y la sostenía cerca de él. La otra mano estaba detrás de su cabeza. Tenía que decirlo, él no podía seguir guardándose todo lo que sentía.
-Ya no voy a dejarte Marinette, nunca más.- le habló él-. Hay algo que debes saber. Hoy cuando te estaba buscando, sentí que iba a volverme loco si no te encontraba. Sentí que si no te encontraba enseguida mi mundo... mi mundo iba a acabarse. Estaba desesperado por encontrarte, por abrazarte, por... por besarte. Y cuando te encontré nada más me importó. Absolutamente nadie más que tu. Porque yo... yo estoy enamorado de ti.
***********************************
Hola!!! Ay mae mia se ha confesado el Eidrien :0 ¿cual será la reacción de Marinette? ¿que le contestará? Lo veremos en próximos capítulos :D
Estrellita y comenten. Les mando un beso ( ˘ ³˘)♥
-Mariana
ESTÁS LEYENDO
El primer amor siempre duele -MLB AU-
FanfictionMuchas veces, el amor es tan silencio que ni te das cuenta que está allí, sin importar que no lo quieras aceptar, es muy difícil alejarte de él. Los problemas y frustraciones siempre están enterradas en la vida, y Marinette lo sabe más que nadie. El...