Capítulo 52

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Adrien se dejó caer en su cama pesadamente. Miró fijo al techo y se preguntó si era posible que lo que pasó con Marinette, solo hubiese sido un sueño. Había llegado a su casa y se había bañado y cambiado. No, no había sido un sueño. De verdad había pasado, y fue lo mejor que le pasó en la vida

Sonrió y escuchó como la puerta de su habitación se abría. Levantó la cabeza y lo miró. Gabriel, su padre, se acercó con cuidado a la cama y se sentó a su lado.

-Me dijo mamá que llegaste hace rato.- le dijo él.

-Sí.- le dijo y sonrió tontamente-. Lamento no haber llamado, para avisar que no vendría a dormir...

-Tranquilo, sé porqué fue.- dijo y sonrió cómplice. Adrien se sentó sobre sus codos y lo miró.

-¿Cómo lo sabes?

-¿Acaso crees que no fui joven?.- le preguntó y palmeó su hombro-. Hijo, yo también tuve mi graduación...

-Ya.- dijo Adrien sonriendo divertido-. No quiero saberlo...

-¿Cómo se llama?.- dijo Gabriel.

-¿Quién?

-La chica.- Adrien tragó sonoramente. No podía decirle a su padre que... lo había hecho con Marinette. Eso no sería apropiado, ni de caballero.

-Eso... no tiene importancia.- le dijo.

-Claro que la tiene, ¿la conozco?.- pensó el rubio.

-No, no la conoces.- le contestó.

-¿Te cuidaste, verdad?

-Claro que sí.

-Bueno, entonces todo está bien. Todo está en orden. Y mejor no le digamos a mamá. Ya sabes como es, se pondría insoportable y querrá saber todo.- dijo divertido.

-Sí, por Dios. No le digas nada.- le pidió el rubio. Gabriel sonrió y se puso de pie. Caminó hasta la puerta, pero antes de salir se giró a verlo.

-¡Ah, casi lo olvido hijo! Ya tengo tus pasajes para Londres, te vas dentro de 2 semanas.

Adrien se sentó rápidamente en la cama y lo miró fijo. ¿Dos semanas? ¿Dentro de dos semanas? Pero no, eso no es posible. Se puso a pensar un poco y se dio cuenta que ya casi estaba terminando el año. Miró de nuevo a su padre y sintió como su boca se secaba.

-¿Pasa algo, Adrien?.- le preguntó Gabriel.

-Mmm, no nada.- dijo él y se puso de pi-. No me di cuenta de que ya... ya estaba llegando la fecha.

-Sí, lo sé. Es extraño. Los meses pasaron volando. Pero ya verás que todo saldrá bien. Irás a estudiar a la Universidad que querías y conocerás gente nueva... una ciudad distinta. Ya hablé con el director de la Universidad, y dicen que están ansiosos por recibirte.

-Bien por ellos.- susurró el rubio.

-Bueno, hijo, debo irme a hacer unas cosas a la oficina. Nos vemos en la noche.- le dijo y salió de allí dejándolo totalmente desconcertado. ¿Irse? ¿Ya tenía que irse? ¿Qué iba a hacer él si se iba y no volvería a verla a ella? ¿Cómo iba a poder soportarlo? Pero por un lado estaba su padre, el hombre que siempre le dio todo en la vida y le enseñó a ser un hombre de bien. No podía faltarle a su padre.

-¡Maldita sea.- rugió y se dejó caer de nuevo en la cama. Su cabeza trabajaba a mil por hora. Él no quería irse, y mucho menos ahora que tenía amigos, amigos de verdad. Y que la tenía a ella. Y mucho menos ahora que él había hecho el amor con ella. Cerró sus ojos y trató de calmarse.

"Nunca más voy a dejarte Marinette."

Las palabras que él le había dicho después de la muerte de Sabine vinieron a su cabeza. ¿Cómo pudo decirle una cosa así, sabiendo que no iba a poder cumplirla?

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora