Era como si ella... como si ella intentara entender lo que estaba pasando.
-Permiso.- habló él e hizo que recién entraba a la cocina. Vio como Marinette se alejaba rápidamente de Nino y lo miraba atónita. Adrien sonrió como si nada hubiera visto y pasó entre ellos para buscar las llaves que estaban sobre la mesa- Me olvidé las llaves.- dijo sin dejar de sonreír y miró a Nino- Oye, ¿qué te sucede? Parece como si alguien te hubiese desconectado de algo...
-¡No, no!- habló Marinette antes que él-. Nino estaba contándome, unas cosas que vio muy interesantes en la revista.- Adrien la miró y sonrió de manera burlona.
-No sé porqué me estás diciendo eso, no necesito explicaciones.- le habló sin dejar de sonreírle burlonamente- Pero si es así, wow que buen amigo tienes.- dijo con tono de ironía el rubio. Marinette bajó su mirada de él.
-Muchachos, ¿cómo les parece que me quedó el cabe...?- Alya dejó de hablar cuando entró a la cocina y sintió aquella tensión allí. Miró a los dos chicos y luego miró a Marinette, que solo miraba el suelo. Vio como Nino estaba algo rojo y se notaba a leguas que trataba de no matar a alguien. Ella estaba segura que ese alguien era Adrien...
-Te quedó hermoso, teletuvi.- le dijo Adrien y se acercó a besar su frente- Pero yo ya me tengo que ir.- Marinette notó que aún tenía ese tono irónico al hablar- Y de verdad,- les habló a Nino y a Marinette- lamento de corazón si interrumpí algo, no fue mi intención.- Alya miró a sus dos amigos, ante lo que Adrien acababa de decir.
-¿Quieres que te acompañe a la puerta, Adrien?- le preguntó Alya.
-No, no hace falta.- le dijo él. Se agachó hasta la altura del vientre de la "otra vez" pelirroja. Alya sonrió levemente-. Adiós, mini-teletuvi. Te prometo que luego vengo a visitarte y a traerte más cosas dulces...
-¿Y galletitas de limón?- dijo Alya agudizando su voz como si fuera el bebé. Adrien rió por lo bajo y apoyó la mano sobre el vientre de su amiga. Marinette estaba atontada al ver al Adrien que había conocido, delante de sus ojos.
-Y galletitas de limón.- aclaró él y se incorporó. Salió de allí dejándolos. Alya volvió su vista a ellos, y vio como Marinette miraba como con enojo a Nino. Este la miraba fijo, pero sin decir ni una palabra.
-Me voy a trabajar.- habló Marinette, y tomó su abrigo. Se acercó a su amiga.
-Pero...- apenas tartamudeó Alya.
-Más tarde te llamo, ¿si?- le dijo la azabache a su amiga y besó su frente, para luego acariciar su panza y salir de allí, dejándola más desconcertada que nunca. Alya giró su cabeza para mirar a Nino, que tenía un semblante serio, más serio de lo que ella recordaba que lo hubiera visto.
-¿Tú también te irás como si nada y me dejarás sola?- le preguntó. Nino suspiró levemente y se sentó en la silla para hacerle un gesto para que se sentara sobre él. Alya así lo hizo.
-No, no voy a irme.- le habló él al fin luego de unos segundos.
-¿Se puede saber que diablos pasó?- dijo ella y tomó un dulce que estaba cerca de su mano.
-Nada... absolutamente nada.- dijo él.
Ella suspiró y comió el caramelo, para luego mirar a los ojos a su amigo. Sintió como sus mejillas se enrojecían al darse cuenta que estaba sentada sobre su regazo y que Nino le rodeaba la cintura con el brazo y su mano descansaba sobre su vientre. Nerviosa, se incorporó y sacudió un poco su cabeza ante esa extraña sensación de seguridad que la invadió.
-¿Qué pasa?- le preguntó Nino.
-No... nada, nada.- habló ella con una risita nerviosa- Solo que me acaban de llamar del hospital que tengo que ir a hacerme un chequeo y no quiero ir sola.
-Yo voy contigo.- dijo Nino mientras una sonrisa se le dibujaba en su rostro- ¿Acaso es para una ecografía?
-Sí.- dijo ella asintiendo- Al parecer quieren hacer otra para ver como va todo, y si todo sigue igual. ¿Estás seguro de que quieres acompañarme? Mira que sino le pido a mi mamá cuando llegue, ella me puede lle...
-Alya.- le dijo Nino interrumpiéndola- No voy a perderme ni loco la oportunidad de ver una cosita tan chiquita en su lugar de crecimiento.- ella rió por lo bajo y sintió otra vez como sus mejillas tomaban color. Él era tan tierno, y tan dulce... Sacudió su cabeza y lo miró.
-Entonces ayúdame a secarme el cabello y vamos, que el turno es dentro de una hora.- Nino asintió y se acercó a ella para ir en busca de las cosas y ayudarla.
Trataron de terminar rápido y salieron casi corriendo de la casa de la morena, porque ya estaban por llegar tarde. Subieron al auto de Nino y este comenzó a manejar a toda prisa. Más rápido de lo que esperaban se detuvieron frente al hospital. Nino se bajó primero, y como era de esperar siempre de él, giró alrededor del auto para abrirle la puerta a Alya. Ella rió divertida y se bajó con cuidado ya que sintió un repentino mareo. Nino la tomó de la cintura y la acercó al él para que no se cayera.
-Cuidado, fuegosa.-le dijo sin soltarla- Tienes que tener mucho cuidado.
Ella sintió como su corazón se aceleraba al tenerlo tan cerca. Lo miró fijo a los ojos, y sintió unas repentinas ganas de llorar. ¡Diablos, como se notaba que estaba embarazada! ¡Cualquier cosa la ponía de ese modo! Ella le agradeció y sin soltarle la mano, Nino la dirigió hacia dentro del edificio blanco, en el cual ella había estado internada hacia una semana. Caminaron por un gran pasillo blanco hasta acercarse a un mostrador donde una mujer anotaba cosas en la computadora. La mujer levantó la cabeza y los miró.
-Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarles?- preguntó amable.
-Vengo a hacerme una ecografía de chequeo, señorita.- le dijo Alya. La mujer comenzó a buscar unas cosas.
-Su nombre, por favor.
-Alya Césaire.- dijo ella. La mujer anotó rápidamente.
-¿El nombre del padre del bebé?*dijo. Alya sintió como el aire la abandonaba y una punzada atravesaba su garganta. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Yo.- habló él. Alya se giró a verlo- Yo soy el padre, anote. Nino Lahiffe.
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Hola!!! Awww que tierno es Nino. ¿Alguien ya esta viendo Alyno? Porque yo sí 7u7
Estrellita y comenten. Les mando un beso ( ˘ ³˘)♥
-Mariana
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El primer amor siempre duele -MLB AU-
Fiksi PenggemarMuchas veces, el amor es tan silencio que ni te das cuenta que está allí, sin importar que no lo quieras aceptar, es muy difícil alejarte de él. Los problemas y frustraciones siempre están enterradas en la vida, y Marinette lo sabe más que nadie. El...