Llegó y tocó varias veces el timbre. Comenzó a golpear la puerta. Tenía que entrar y mirar a su mejor amiga, para cerciorarse de que lo que había dicho no era verdad.
-¡Voy, ya voy!.- escuchó su voz del otro lado.
Esperó ansiosa a que la puerta se abriera y pudiera entrar para regañar a su morena amiga hasta que se le acabara la voz. La puerta al fin se abrió y ella entró rápidamente. Se giró a ver a su amiga que tenía la mirada clavada en el suelo.
-Dime que no es verdad.- le pidió. La morena no dijo nada y tampoco la miró. Marinette llevó las manos a su rostro y trató de controlarse. Pero su amiga había hecho una estupidez, de la cual algún día se iba arrepentir.
-¡¿Qué hiciste Alya?!.- preguntó mientras se acercaba a ella.
-¡No lo sé!.- contestó ella alterada-. ¡Yo no quería!
-¿Te obligó?.- dijo sin poder creerlo.
-¡No, no! Él no me obligó a nada.- dijo ella y caminó hasta uno de los sillones y dejar que las lágrimas salieran de ella.
Marinette no pude evitar sentirse mal por ver a su amiga así. Tenia ganas de matarla, pero ella no era nadie para juzgarla. Se acercó y sentó a su lado, para abrazarla dulcemente. Alya respondió su gesto instantáneamente. Era lo que necesitaba. Un abrazo de su amiga, de su mejor amiga. De la persona que siempre la escucha y siempre está a su lado. Estuvieron así por unos cuantos minutos, hasta que la azabache se alejó para mirarla.
-Tú, ¿estás enamorada de Kim?.- le preguntó mientras secaba sus lágrimas.
-No... no lo sé.- respondió Alya.
-Ayer cuando me llamasta, ¿estabas con él?
-Sí.- dijo ella y se sentó bien en el sillón
-¿Cómo fue?.- preguntó interesada en saber un poco más.
Alya la miró y sonrió levemente. Se puso de pie y le hizo un gesto a su amiga para que la siguiera a su habitación y así hablar tranquilas. Llegaron y se sentaron cerca de la ventana, para poder fumar y que el humo no se quedara en la habitación.
-Y así fue todo.- terminó de contar la morena mientras largaba humo por la boca. Marinette llevó el cigarro a su boca y mientras lo hacia recordó lo que su amigo le había dicho.
-Si fumas yo me hago el tatuaje. Lo juro.- dijo él. Ella lo miró bien.
-Eso quiere decir ¿que si yo dejo de fumar, tú te sacas esa idea tonta de la cabeza?
-Exactamente.- dijo él con una pequeña sonrisa.
-Marinette, ¿me estás escuchando?.- le preguntó Alya sacándola de sus pensamientos.
-Sí, sí. Sólo me había quedado pensando en todo lo que me dijiste.- dijo ella y rápidamente apagó el veneno que tenía entre sus dedos.
-¿Y qué piensas?.- dijo ella. Marinette la miró y sonrió levemente.
-Que no te mato porque eres mi mejor amiga y tengo que comprenderte y tratar de ayudarte. Sólo por eso.- dijo la azabache. La morena rió divertida haciendo que la azabache también riera.
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El primer amor siempre duele -MLB AU-
FanfictionMuchas veces, el amor es tan silencio que ni te das cuenta que está allí, sin importar que no lo quieras aceptar, es muy difícil alejarte de él. Los problemas y frustraciones siempre están enterradas en la vida, y Marinette lo sabe más que nadie. El...