Los ojos de Marinette se llenaron de lágrimas al escuchar aquello. Lentamente comenzó a alejarse de la puerta para caminar de espaldas hacia la cama. Se sentó con cuidado en ella. No, eso no podía ser verdad. Él no podía irse. Adrien entró al cuarto y la vio allí sentada. Ella levantó la vista y le miró a la cara, entonces supo que lo que había escuchado era cierto.
-Marinette, yo...
-¿Cuándo ibas a decírmelo?.- le preguntó. Lentamente Adrien se acercó a ella y se sentó frente a sus pies. Marinette sentía un nudo en su garganta y sus ojos estaban nublados de lágrimas. Pero no iba a llorar, no podía llorar.
-Yo no quiero irme, Marinette.- le contó él-. Mi padre quiere que vaya a estudiar a la Universidad de la que él salió...
-Es lógico.- susurró ella con una leve sonrisa-. Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Pero ¿por qué no me lo dijiste?
-Porque aún no sé si voy a irme.- contestó él. Ella sintió una gran felicidad por dentro, pero al instante se dio cuenta de que no podía ser así. Ella no podía ser tan egoísta de pedirle que se quedara con ella, cuando sabía que su padre había luchado toda su vida para conseguir aquello. Simplemente no podía hacer aquello con ellos.
-¿Cómo que no vas a ir, Adrien?.- dijo y se puso de pie para darle la espalda y rápidamente limpiar las lágrimas de sus ojos. Se giró a verlo-. Tienes que ir, es tu obligación.
-Pero, Marinette...
-No, Adrien, imagina que va a sentir tu padre si le dices que no irás ¿Te has puesto a pensar eso?
-Sí me he puesto a pensar en aquello, pero, Marinette ¿Y nosotros?.- preguntó.
-¿Nosotros, Adrien?.- dijo ella y se armó de valor para hablar-. No hay ningún nosotros, Adrien... no puedes echar a la basura los años de trabajo de tus padres por algo que no existe aún.- él la miró bien. ¿Acaso ella estaba hablando en serio? No, no, ella no podía estar diciendo esas cosas. Sintió un pequeño golpe en su pecho.
-Entonces si me voy, ¿Todo estará bien?- preguntó él. Ella sonrió levemente, su corazón se estaba desplomando dentro de ella, pero no podía ser egoísta con él. No podía serlo.
-¿Por qué debería de estar mal?- le dijo y sonrió.
Se acercó a la cama y de sentó allí. Tomó un pedazo de pizza y volvió a comer mientras volvía su vista a la televisión. Adrien se quedó allí parado, esperando algo. Él pensó que ambos sentían lo mismo, pero al parecer no era así. Al parecer a ella no le afectaba ni en lo más mínimo que él se fuera. La miró y ella miraba fijamente a la tele.
-Ven aquí, Adrien, se te enfría la pizza.- le habló ella sin dejar de mirar la tele.
-Cualquier cosa podemos calentarlo.- dijo él.
-Por ahora está bien, pero ven siéntate. Vas a perderte la película...
Con cuidado se acercó y se sentó a su lado, para simular que todo estaba absolutamente bien. Tomó una porción de pizza pero apenas le dio un mordisco, no tenía ganas de comer, no tenía ganas de nada. Él sabía que dentro de una semana, la iba a perder.
.....::.....
La semana pasó mas rápido de lo que ambos deseaban que pasara. Todos los días que pasaron Marinette había estado llorando en secreto, sabía que iba a perderlo y eso la mataba de a poco. Mientras que cada día que pasó Adrien intentaba hacerse la idea de estar lejos de ella, de sus besos. En cada semana trataron de alejarse lo más posible. Ya que si dejaban que las cosas fluyeran entre ellos, la despedida iba a ser peor. El viernes había llegado y con ello, el viaje de Adrien.
Caminaron por el pasillo al escuchar el llamado de abordaje. Ella había decidido acompañarlo, ya que si no lo hacía iría solo hasta el aeropuerto. Sus padres y su hermano estaban de viaje y por un pequeño problema no habían podido llegar a despedirlo. Alya y Nino se despidieron de él en la casa ya que la morena tenía que guardar reposo. Ella sentía como su corazón lloraba por dentro. No quería que él se fuera, pero no podía pedirle que dejara todo lo que planeó toda su vida solo por ella. Y ella no podía irse detrás de él, porque simplemente no podía dejar a su hermano y a su mejor amiga.
Llegaron a la entrada del abordaje y él se giró a verla. Pensó que iba a volverse loco, él no quería dejarla, no quería perderla.
-Bueno, hemos llegado.- habló Marinette. Tenía que mostrarse fuerte, no podía llorar delante de él.
-Sí.- musitó el rubio. Ella estiró su mano para que él la tomara. No quería abrazarlo, en realidad si quería abrazarlo, pero no podía hacerlo. Eso sería como romper más su propio corazón. Si lo hacía el dolor que ella sentía iba a ser mucho mayor. Adrien tomó su mano y la apretó levemente.
-Adiós, Adrien, fue un placer haberte conocido.- le dijo ella mientras sentía como un nudo se formaba en su garganta.
-Adiós, Marinette.- fue lo único que pudo decir. Lentamente ella fue soltando su mano. Sus ojos se hicieron cristalinos. El nudo en su garganta se hizo más grande. Su corazón se estaba rompiendo en mil pedazos.
¿Por qué tenía que pasarle todo esto a ella?
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Hola!!!
Pues el Adrien se nos va. Lloré un poco al escribirlo, tal vez en el próximo capítulo lloren un poco más ;-; Si no lo hacen son unas invendibles >:'vEstrellita y comenten. Les mando un beso ( ˘ ³˘)♥
-Mariana
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El primer amor siempre duele -MLB AU-
FanfictionMuchas veces, el amor es tan silencio que ni te das cuenta que está allí, sin importar que no lo quieras aceptar, es muy difícil alejarte de él. Los problemas y frustraciones siempre están enterradas en la vida, y Marinette lo sabe más que nadie. El...