Capítulo 5

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-¿Vives en la casa blanca, grande?.- le preguntó la azabache.

-Sí, en esa.- dijo él.

-Oh, la casa de Marinette esta justo al frente.- dijo la morena.

-Que casualidad.- dijo él y volvió a escribir.

La hora del recreo terminó, todos volvieron a la clase, y todos cuchicheaban sin dejar de mirar al nuevo. Marinette vio esto.

-No les hagas caso, son así de idiotas siempre.- le dijo ella. Adrien la miró y rió por lo bajo.

-Tranquila, estoy acostumbrado a que sientan celos de mí. -dijo irónicamente. Ambos rieron por lo bajo y todos se giraron a verlos. El resto del día pasó normal, como siempre. Aburrido y muy, muy agotador. La hora de volver a casa había llegado.

-Al fin casa-. dijo Alya, mientras ella, Marinette y el nuevo iban caminando a la salida.

-Sí, por Dios. Dos minutos más con la idiota de Chloe y me volvía loca.- dijo la azabache. Adrien rió por lo bajo. Al fin salieron a la calle, todos se dirigían a sus casas o algún otro lado.

-Bueno, ya me voy para casa.- dijo la morena. Despidió a su mejor amiga-. Te llamo hoy en la noche.- dijo ella.

-Claro.- dijo la azabache.

-Adiós, Adrien. Nos vemos mañana.- lo despidió.

-Adiós, Alya. Un placer.- dijo él. La morena se fue dejándolos solos. Marinette vio al rubio y este también lo hizo.- Bueno, creo que yo también me voy-. dijo él.

-Sí, yo también.- dijo ella nerviosa.- ¿Te vas caminando?.- le preguntó.

-Sí, no sé manejar-. dijo él. Ella lo miró sin poder creerlo.

-Es una broma ¿verdad?.- le dijo. Adrien rió por lo bajo y negó con la cabeza-. No puedo creerlo, por Dios.- dijo ella divertida.

-Lo sé, lo sé. Soy un desastre.- dijo él divertido.

-Si quieres te llevo, total estás al frente de casa.- dijo. Él la miró.

-No, no hace falta. No quiero molestarte.- le dijo.

-Pero si no es molestia, tonto.- dijo sin dejar de sonreír. Él también lo hizo.

-Está bien-. dijo. Ambos caminaron hacia el auto de Marinette.

-No es "el auto", pero me es de gran ayuda.- le dijo ella, mientras ambos se su subían.

-Pues déjame decirte que es genial, yo ni siquiera tengo uno.- dijo él. Marinette puso las llaves y comenzó a manejar-. ¿Cómo es tu nombre completo?.- le preguntó.

-Marinette Dupain-Cheng.- le contestó.
-. ¿Y el tuyo?

-Adrien Bieber.- dijo. Ella lo miró y le hizo un gesto para que dijera la verdad. Adrien rió divertido-. Adrien Agreste.

-¿Tienes hermanos o algo?-. le preguntó ella.

-Sí, un hermano más chico, Félix. ¿Tú?

-Sí, y por desgracia.- le dijo y el rió. De verdad ella era graciosa-. Es mi hermano mayor, su nombre es Marin.

-¿No te llevas bien con él?

-No, no es eso. Sino es por su forma de ser. Marin es un futuro vagabundo, no trabaja, no estudia, no quiere hacer nada y eso me pone de los pelos.

-Y ¿Cuánto te apuesto a que le gusta el alcohol y las películas porno?.- le dijo. Ella lo miró.

-Estás en lo correcto.- dijo divertida.

-¿Y tus padres?.- le preguntó. En seguida que él dijo, ella se puso seria. Él la miro bien y se dio cuenta de ello.- Lo siento, ¿dije algo malo?

-No, nada. Sólo que no me gusta hablar de ellos.- dijo ella.

-¿Tienes novio?.- preguntó sin darse cuenta para cambiar de tema. Ella giró la cabeza para verlo. Su pregunta la sorprendió.

-No, no tengo novio.- dijo y sonrió levemente-. Pero si tengo novia.- Adrien la miró extrañado. Ella rió-. Es broma.- dijo divertida-. Sólo que en el colegio piensan que Alya y yo somos, ya sabes, pareja.

-¡Oh, Dios!.- dijo divertido y sin dejar de reír-. ¿Por qué?

-Alya dice que eso nos hace mejores que los demás.

-Te juro que le veía cara de loca, pero no pensé que lo era.- dijo entre unas risas.

-Lo sé, pero es una buena amiga.

-Ya lo imagino.- dijo. Pronto estuvieron estacionados en la casa de la azabache. Se miraron, provocando entre ellos, un molesto silencio.

-Ya... ya llegamos.- dijo ella.

-Sí, gracias por traerme.- dijo él. Se bajaron al mismo tiempo.

-Adiós, Adrien.- se despidió.

-Adiós, Marinette.

-Dime Mari.- dijo ella. Él sonrió.

Cruzó la calle y vio como ella entraba a su casa. Suspiró levemente y entró a la suya. Dejó sus cosas sobre el sillón y entró a la cocina. No había nadie allí.

-¡Mamá, llegué!.- dijo fuerte para que ésta lo escuchara.

Nadie contestó a su llamado. Se quitó los anteojos de lectura y se sirvió un gran vaso de agua. Sonrió levemente al recordar la risa de su vecina y compañera de colegio. Ella era tan distinta a las demás. Era linda, muy linda. Pero al mismo tiempo algo rara. Eso era lo que más le llamaba la atención.

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Hola!!!

Aquí les dejo un nuevo capítulo. Me encanta la historia, siento unas ganas enormes de subir todos los capítulos que tengo ya hechos de golpe.
Intento subir un capítulo por día o cada dos días.

Un abrazo y un beso ( ˘ ³˘)❤

-Mariana

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora