Capítulo 41

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[Pongan la canción]

-Sí, vamos a hacerlo, pero los tres juntos ¿Recuerdas que me lo prometiste?- le preguntó ella.

-No todo puede cumplirse... mi amor. No está al alcance de mis manos...- Marinette la miró desesperada. Su rostro había emblanquecido más de la que ya estaba. Sus ojos se veían aún más cansados-.  Pídele a tu hermano que entre.- le dijo. La azabache asintió y se puso de pie para llamar a su hermano. Marin entró al cuarto y con cuidado se acercó a su madre. Marinette volvió a sentarse en la silla.

-Marin.- lo llamó entre lágrimas y una sonrisa-. Mi amor, estás tan grande...

-Sabine...- dijo él su nombre para que ella dejara de hablar.

-Te miro y no puedo creer que hace 19 años eras la cosa más pequeña que yo alguna vez había tenido en mis brazos. Mi primer hijo, mi primer regalo.- Marin bajó la mirada para no llorar, él no quería llorar delante de ellas, no podía hacerlo. Marinette sollozaba mientras sostenía la mano de su madre-. Te amo mucho, hijo, no sabes cuanto.

-Y yo a ti... mamá.

-Amo cuando me dices mamá.- le dijo sonriente. Marin no pudo evitar soltar una lágrima. Sabine giró un poco la cabeza para mirar a Marinette.

-Ya no quiero lágrimas, Marinette, ¿qué será de ti cuando tengas 30 años? Vas a estar toda arrugada mi amor.

-Ya, mamá, deja de hablar.- le dijo, pero no había caso, Sabine no obedecía.

-Quiero saber una cosa más.- dijo ella. Ambos asintieron-. ¿Ustedes... están orgullosos de mi?- Marinette soltó un sollozo y se acercó a su madre para abrazarla, apoyó su cabeza sobre su pecho y siguió llorando.

-Muy orgullosos, estamos muy orgullosos de que tú seas nuestra madre. Estoy orgullosa de ser tu hija... Y eres la persona más maravillosa que conozco.

-Los amo.- musitó. Marinette levantó la cabeza para mirar la cara de su madre, pues dejó de escuchar lo latidos de su corazón debajo de su oreja. Los ojos de Sabine se cerraron despacio. La azabache se alejó y la miró. El pitido del holter llegó con fuerza a sus oídos. Lo miró horrorizada.

-Mamá.- la llamó y se acercó para moverla- ¡Mamá, despierta! ¡No, mamá! ¡No!- Marin agarró a Marinette de la cintura a medida que un montón de doctores y enfermeras entraban al lugar. Ella intentaba soltarse del agarre de su hermano, pero no podía. Las lágrimas nublaban su vista y sentía un fuerte dolor en el pecho. Marin la sacó de allí.

-Vamos a intentar revivirla.- escuchó a lo lejos la voz de un doctor-. A la cuenta de tres manden la carga. Uno... dos... tres.- el pitido del holter seguía siendo interminable. Marinette solo podía escuchar aquel horroroso sonido.

-Más potencia.- dijo una mujer-. Uno... dos... tres.- el sonido interminable siguió. Marinette estaba envuelta en los brazos de su hermano, y su rostro estaba empapado de lágrimas.

Su madre se había ido, y ya no volvería a verla de nuevo.

El doctor que antes les había hablado salió de la habitación. Los miró y negó con la cabeza.

-Lo sentimos mucho, pero ella ya no está con nosotros.- Marinette se dejó caer al suelo envuelta en un mar de dolor y confusión. El mundo había caído sobre ella, llenándola con puras preguntas y pocas respuestas.

¿Acaso ella había hecho algo para poder evitar esto?

¿Es verdad que Dios existe?

¿No pudo ser otro?

Su madre luchó por una vida mejor, ¿Y qué volvió a cambio?

El desprecio del mundo, y una muerte temprana. Su madre había sido un gran ejemplo de su vida para ella, siempre le enseñó a tomar sus propias decisiones y seguir un camino. Ahora el camino de Sabine había sido cortado de antemano. Marinette se sentía tan pequeña, y se preguntó, ¿Cómo haría para poder encontrar su camino ahora sin su madre?

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Hola.... es un poco corto, lo , pero preferí dejarlo hasta ahí. Sabine nos a dejado 😭😭😭 Volví a llorar cuando escribí el capítulo ;-;

Estrellita y comenten. Les mando un beso ( ˘ ³˘)♥

-Mariana

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora