Capítulo 46

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Adrien esperó a que ella dijera algo. Pero no lo hizo. Él podía sentir su corazón latir como loco por una respuesta de su parte. Pero entonces sintió como ella se abrazaba más a él y temblaba levemente. Levantó la cabeza para mirarla y Marinette estaba completamente dormida.

-Diablos...- murmuró.

Volvió a apoyar la cabeza en la almohada y siguió pensando. Tal vez era mejor que ella no lo supiera, por eso no lo había escuchado. Suspiró levemente al pensar en que hubiese pasado si ella estaba despierta. Tal vez se hubiera ido, quizás le hubiese correspondido. Pero la idea de su rechazo lo atormentaba.

Él preferiría mil veces tenerla cerca como a una amiga. Que lejos como nada. De apoco sus ojos se fueron cerrando, para terminar dormido gracias al sonido de la lluvia

....::....

Una larga semana pasó, desde la repentina muerte de Sabine. Marinette no había vuelto a llorar por ella. Adrien estaba preocupado por ello. Al parecer ella había decidido cerrar su herida de antemano.

Las cosas volvieron a ser como las de antes. Aunque ahora Adrien no era el único hombre en el pequeño grupo. Nino había estado un poco arisco los primeros días en el que el rubio estaba todo el tiempo con ellos. Pero después comenzó a darse cuenta de cuantas cosas en común tenía con Adrien. Iban a ser buenos amigos. La azabache había dejado su trabajo en la cafetería, ya que su hermano casi la había obligado a hacerlo. Marin quería que ella solo se concentrará en estudiar como su mamá quería. Además de que solo quedaban dos meses de clases.

-Marinette, ¿me pasas eso?.- le dijo Alya mientras las dos terminaban de recortar las fotos para el anuario escolar.

-¿Estás segura de que está bien hacer esto?.- le preguntó la azabache.

-Muy segura, que mejor dedicarle dos páginas enteras a Chloe. ¿No crees que estará contenta cuando lo vea?

-Y sí, pero no creo que quiera ver esto.- dijo ella y le mostró la foto de Chloe en ropa interior, sin maquillaje y despeinada.

-Sí, ella quiere verlo.- dijo divertida la morena. Rieron divertidas y siguieron recortando las fotos. Faltaban dos meses para que las clases terminaran y con ello venía la fiesta y el baile de graduación.

-Oye, ¿Ya te invitó Nino?.- le preguntó Marinette. Alya comenzó a toser ya que estaba tomando un poco de jugo. La azabache la miró divertida.

-¿Qué? ¿Por qué tendría que invitarme?.- dijo algo nerviosa.

-¿Cómo porqué? Va a ser el padre de tu bebé, ¿o no?

-Sí, pero no por eso tiene que invitarme al baile.

-Sí, tiene que hacerlo, además de que se muere de ganas de invitarte. Yo lo sé.

-¿Cómo lo sabes?.- preguntó intrigada.

-Tengo un informante que me lo ha dicho.- dijo misteriosa.

-¿Y acaso ese informante no te ha invitado a ti?.- ahora la que tosía era Marinette. Después de todo había vuelto a ser como antes con Adrien, las cosas estaban bien. Pero había algo que la incomodaba, siempre estaban solos. Era pensar en los besos que habían compartido. Ella no le había contado nada de eso a su mejor amiga y era mejor no contárselo.

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora