Capítulo 37

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-Yo no dije Adrien.- dijo nerviosa la azabache.

-¿No?- preguntó Alya con confusión.

-¿A no?- preguntó Nino mientras se ponía de pie y su rostro se tornaba serio- ¿Qué dijiste entonces? Porque no creo que Alya y yo estemos tan locos como para escuchar lo mismo, ¿o no, Alya?

Marinette miró a su amiga, y luego miró a Nino. Últimamente el chico de ojos miel había estado demasiado irritable con el tema de Adrien. Cada vez que Alya lo nombraba se ponía serio y su rostro no cambiaba hasta que ella dejaba de hablar de él.

-Yo dije que estaba pensando en que "anden" atentos y no pierdan la cita de Alya, para hacerle una ecografía.

-¿Y para que quiero hacerme yo una ecografía? Si ya me la hicieron cuando estuve internada y mi bebé está bien.- le preguntó su amiga.

Marinette la miró fulminantemente, su amiga no le estaba ayudando ni un poquito. Alya guardó silencio y dejó que Marinette terminara de ponerle la tintura. Nadie dijo ni una sola palabra durante los siguientes 45 minutos. El silencio era tenso y cortante. Nino estaba leyendo una revista que había encontrado, mientras que Alya y Marinette intercambiaban miradas confusas ante el comportamiento de él.

Alya se puso de pie, y se quitó el bartijo para poder hablar bien de una buena vez. Marinette la regañó por eso y la obligó a ponérselo de nuevo.

-Bueno, ya me voy a quitar esto de la cabeza para volver a ser la Psicópata de Fuego.- dijo esperando a que Nino la escuchara y dijera algún comentario de ello.

Él no lo hizo, solo siguió leyendo su revista. Alya miró a Marinette y esta le hizo un gesto de "no saber" con los hombros. Salió de la cocina, dejándolos solos. La azabache miró a su amigo, esperando recibir alguna mirada de su parte, pero él no la miraba, ni le hablaba. Eso ya le estaba poniendo más que nerviosa.

-¿Se puede saber qué te sucede?*- le preguntó ella. Vio como con cuidado Nino cerraba la revista y clavaba su mirada en ella.

-¿Quieres saberlo?

-Sí, quiero saberlo.- dijo ella.

-Me pasa que me molesta, que no confíes en mí. Y que me tomes como un idiota, que no se daba cuenta de las cosas.- ella frunció el ceño y se sentó frente a él.

-¿De qué hablas, Nino?

-De Agreste, te hablo.

-¿De Adrien?- dijo y pestañeó varias veces.

La puerta sonó con tres golpes, Alya pasaba justo por ahí, se acercó a la misma y la abrió. Sonrió al ver a Adrien del otro lado...

-Adrien, ¿qué haces aquí? No me digas que al final dejaste a la loca esta.- le dijo. Adrien rió por lo bajo y miró la cabeza de su amiga, que tenía una toalla envuelta-. Me he vuelto a teñir de rojo... vuelvo a ser la de antes.

-¿Qué se te dio para hacer eso?- le preguntó él mientras pasaba, ya que ella le había hecho un gesto para que lo hiciera.

-Quiero volver a ser la de antes, y eso incluye mi pelo. ¡Quiero que mi hijo o hija salga pelirrojo o pelirroja, Agreste!- él volvió a reír por lo bajo.

-Ya lo creo, ya lo creo.- dijo divertido- ¿Sabes? Volví porque me olvidé las llaves de mi casa en la cocina...

-Me parece que desde que estás con esa... chica, te has vuelto un poquito más tonto de las que normalmente eres.

-No seas mala.- pidió él.

-No, no soy mala. Soy realista.- le dijo y rió- Bueno, puedes ir a buscarlas, deben de estar donde las dejaste. Voy a secarme el cabello y bajo, no te vayas...

-Está bien.- dijo él y vio como ella desaparecía. Miró a su alrededor y se preguntó si Marinette y Nino ya se había ido. Caminó sin hacer demasiado ruido hasta la cocina, pero al escuchar voces se detuvo.

-¡No sé a donde quieres llegar, Nino!- escuchó como Marinette le hablaba algo nerviosa. Se asomó un poco y los vio parados, frente a frente.

-¡A que me digas la verdad!- dijo él bastante exasperado.

-¿Qué verdad?- preguntó ella.

-¡Que te gusta Adrien, esa verdad!- elevó un poco más su voz el morocho. Marinette se quedó helada. Adrien se tensó al escuchar eso, y trató de calmar los latidos de su corazón, para no ser descubierto...

-¿De... de dónde sacaste eso? ¿Qué disparates estas diciendo, Nino?- habló nerviosa.

-Lo que veo, lo que escucho, lo que siento y lo que pienso.- dijo él.

Se acercó más a ella, hasta el punto de que sus caras quedaran enteramente enfrentadas. Adrien se asomó un poco más para poder verlos, y sintió una punzada en su estómago. Las ganas de entrar y tirársele encima a Nino para golpearlo lo invadieron.

-Nino yo...

-Tu no te das cuenta de que él es un idiota, un pobre imbécil que se dejó llenar la cabeza por una estúpida como Chloe...- el rubio sintió como la sangre le hervía al escucharlo hablar así.

-Eso es...

-Nada, eso es nada. Marinette yo...

Nino se acercó un poco mas, hasta el punto de rozar sus labios con los de ella. Los ojos de Adrien se abrieron como platos y sintió que su ira iba a estallar en cualquier momento.

-Yo no puedo evitar sentir ganas de matarlo, cada vez que lo miras, y cada vez que te veo cuando Alya se pone a hablar de él...

-N... Nino... yo...

Ella no pudo seguir hablando, porque los labios de Nino se posaron suavemente sobre los de ella. Sus ojos estaban tan abiertos y su boca quieta como una roca. Pero pronto sintió como sus labios se movían, para responder a eso que ella no esperaba.

Adrien sintió un dolor aún más fuerte que la puntas de su estómago, en su pecho. Era como si alguien le estuviera clavando una daga justo en su corazón. Sintió como sus ojos se volvían vidriosos y su respiración era agitada a causa del enojo. Volvió a mirar aquella escena, y vio que los ojos de Marinette aún no se cerraban ante ese beso. Era como si ella... como si ella intentara entender lo que estaba pasando.

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Hola!!! 

Las amo mucho❤💚❤💚❤💚❤💚❤💚❤💚❤💚❤💚

Estrellita y comenten. Les mando un beso ( ˘ ³˘)♥

-Mariana

El primer amor siempre duele -MLB AU-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora