XXV

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Inmediatamente agarré la ropa y volví a vestirme. No necesitaba que me lo recordara con ese tono de "Procura que no acabe teniendo sexo contigo otra vez" sarcástico.

Es realmente idiota. No sé cómo demonios he podido soportarlo toda la mañana.

Salí del baño y me fui a la cocina. Estaba muerto de hambre.

E imagino que Hijikata debía estar igual.

Quizás debería haberle invitado a comer...

...

¿¡Pero qué demonios estoy diciendo!?

¿¡Invitar a ese capullo a comer después de haberme hecho sufrir de esta forma!? ¡¡Venga ya!!

¡¡Ni siquiera tiene sentido que se me haya pasado por la cabeza algo así!!

¡¡Esa maldita mermelada debía tener algo extraño, no hay duda!!

  — ¡¡Bwa ha ha ha!! — rió una voz cercana a la entrada  — . ¡¡Ya verás la sorpresa que se llevará Gintoki!! 

Lo que me faltaba... ¿Ahora quién demonios viene a molestar?

  — ¡¡GINTOKIIII!! — me llamó con firmeza— . ¡Abre la puerta! 

  — ¡¡DEJA DE HACER TANTO RUIDO, JODER!! — me quejé al imaginarme quién era el dueño de esa dichosa voz. 

Abrí la puerta y, sin llevarme sorpresa alguna, pude ver que era Zura. Otro idiota.
Junto a él estaba Elizabeth, que me saludaba amablemente con un cartel de esos.

  — ¡¡Sorpresa!! — gritó emocionado— . ¡Adivina quién soy! 

  — Zura. 

  — ¡¡Zura ja nai, Katsuo da!! 

  — ¿Por qué demonios vas disfrazado de Mario otra vez, Zura? 

  — ¡¡¡ZURA JA NAI, KATSUO DA!!!— insistió— . Oye, Elizabeth, ¿por qué no está sorprendido? — murmuró en un intento inútil de que no me diera cuenta. 

"No lo sé", ponía en el cartel de Elizabeth. Creo que ni siquiera su mascota sabe por qué demonios está disfrazado. 

  — Zura, ¿qué quieres? 

  — ¡¡Katsuo!! En fin... — pareció rendirse— . Ninten** está haciendo un evento; quería saber si te gustaría venir con Elizabeth y yo.

  — ¿Por qué debería? 

  — Están haciendo una especie de colaboración con los de la Shonen JUMP y creí que podría interesarte, pero si no quier---

  — ¡¿CUÁNDO Y DÓNDE ES ESE EVENTO?!

  — Eh... — se giró nuevamente hacia Elizabeth, susurrando otra vez— . Sabía que funcionaría, mi plan está yendo viento en popa — volvió hacia mí— . Mañana vendré a buscarte, no te preocupes.

  — ¡Más te vale que no se te olvide, Zura! ¡O sino pienso cortarte la cabeza! — le advertí, ignorando sus murmullos. 

Yorozuya Gin-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora