XXVI

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Creí que Zura se iría después de eso, pero no parecía el caso. Entró como si nada a casa, acariciando su bigote falso y con aires de poderío.
Elizabeth le siguió en silencio, tras mostrarme un cartel en el que ponía "Con permiso".
El estúpido de Zura se acomodó en el sofá sin más dilación, sentándose con una postura imperial en un intento de parecer importante.
Elizabeth se sentó a su lado, en silencio.

—¿Qué demonios quieres ahora, Zura? —pregunté con cierta molestia.

—Siéntate, amigo mío —ordenó aún con actitud señorial.

—Bff... —refunfuñé, sentándome de mala gana y hurgándome la oreja de forma perezosa—. ¿Y bien?

—¡Quiero que te unas al Joui! ¡Tendrías un rango más que considerable y podrías combatir junto a tu más preciado amigo y compañero de batalla una vez más!

—¿Aún sigues con eso? No pienso unirme.

—Ah... Espera —se acercó a Elizabeth—. ¿He dicho Joui?

"Sí", contestó con otro cartel.

—¡Ahh! ¡No quería decir eso! ¡Katsura es quien forma parte del Joui, y yo soy Katsuo! Fallo mío. Lo que quería pedirte, Gintoki, es que seas mi Luigi.

—¿Luigi? ¿Qué es eso, un restaurante italiano o algo así? —pregunté al no entender sus intenciones.

—¿¡Un restaurante!? ¡¡No!! ¡Luigi, el de Mario Br**! ¡El alto que va de verde y tiene una maldita L en la gorra!

—¡Aaaah, dices el Mario Verde! —comprendí entonces.

—¡¿¡MARIO VERDE!?! —se escandalizó.

Zura parecía a punto de desmayarse, y creo que pude oír cómo se partía su corazón. Aunque no entendía por qué.

¿Es que no se llama así?

—¡¡Elizabeth!! ¡¡Dile quién es Luigi!! ¡Mi corazón de fanático de Ninten** se está resquebrajando cada vez más!

"Luigi es el hermano de Mario", explicó usando nuevamente un cartel.

—¿Entonces no es Mario Verde?

Zura ya caía por los suelos del sufrimiento.

"No".

—Bueno, de cualquier forma, ¿por qué demonios quieres que me disfrace yo también?

—¡¡Porque eres mi más fiel amigo y compañero!! ¡Eres como un hermano, como Luigi! ¡Pero ya veo que mis sentimientos no te importan! ¡He sido traicionado por mi camarada!

"Hay un concurso de disfraces, el ganador se lleva un gran premio", me explicaba Elizabeth mientras Zura se retorcía por el suelo.

—Aaah, ¿y por qué no habéis empezado por ahí? —me interesé por ello—. Así podré jugar al Pachinko durante unos días...

—¿¡Entonces serás mi Luigi!? —se levantó repentinamente emocionado—. ¡Di que sí!

—Sí, sí... Tan sólo deja de hacer tanto escándalo, Zura.

—¡¡Zura ja nai, Katsuo da!!

—Que sí...

Yorozuya Gin-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora