XXIX

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Zura me llevó a base de estirones y empujones entre masas de gente hasta donde tenía lugar el concurso. Él y Elizabeth se mantuvieron en la zona de participantes.
Yo me fugué de ahí con tal de ver las cosas sobre la Shonen JUMP. Aparte de varios mangas y DVD's de anime y demás merchandising, también habían cosplayers.
Cientos de cosplayers.
Cosa que incluía a varias mujeres.
Y a alguna debe de gustarle la Shonen JUMP casi tanto como a mí.

—¡Oh, no puede ser cierto! ¡Es Gin-San! ¡Esto debe ser obra de los dioses! —gritaba una voz odiosa que, por desgracia, me resultaba conocida—. ¡¡Gin-Saaaan!!

—Oye, ese cosplay es de Naru**, ¿verdad? —empecé a hablar con un completo desconocido.

—Uh, sí —afirmó con una pequeña sonrisa.

—¡¡Gin-saaaan!! —insistía aquella voz—. ¡Soy yo, Sa-chaaaan! ¿No me reconoces por mi disfraz? Es eso, ¿verdad? Es normal, como soy un ninja... Sé camuflarme. Eso incluye el cosplay. Pero no te preocupes, Gin-San, ¡aún te amo y siempre te seguiré queriendo!

—Ya veo... —la ignoré completamente—. ¿Y qué hay de tu amigo? ¿No es un personaje de One Pie**?

—Sí, exactamente. Parece que conoces los mangas más populares de la Shonen JUMP, ¿me equivoco?

—Soy un gran fan —admití.

—¡¡Gin-saaaaan!! ¡Mira mi cosplay! ¡También es de un personaje de la Shonen JUMP! —seguía hablando sola.

—¡¡Gintoki!! —me llamó Zura casi enfadado—. ¿¡Dónde te has metido!? ¡¡El concurso está a punto de empezar!!

—Ya vooooooy —le hice saber con desgano mientras buscaba a Zura.

—¡¡Gin-San!! ¡Tu cosplay es genial! —aún no paraba de hablar esa estúpida masoquista.

Seguí haciendo caso omiso a la masoquista megane y fui hasta Zura a base de empujones.

Desde la distancia me pareció ver a Kagura y Shimpachi.

—¡Luigi! —me llamó mi "hermano"—. ¡Al fin estás aquí! ¿¡Dónde te habías metido!?

—Estaba ojeando la zona de la Shonen JUMP.

Inmediatamente se oyó una voz por todo el lugar. Era el que dirigía el espectáculo y estaba presentando el concurso.

Zura se emocionó y empezó a estirarme de la ropa, casi desesperado por subir al escenario.

En pantalla salían miles de pruebas que, evidentemente, Zura me obligaría a llevar a cabo.

Él lucía como alguien que había gastado la mayor parte de su vida entrenándose para esas estúpidas pruebas.
Yo, en cambio, no sabía ni cómo se llamaba mi personaje.

Yorozuya Gin-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora