XXXIV

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—¿Bromeas? ¿No estás aprovechándote de tu poder? —me quejé ante tal imposición—. Tendré que avisar al Gorila stalker sobre tu mal comportamiento.

—El Gorila está a mi favor; así que si quieres intentarlo, adelante —comentó desinteresado, exhalando el humo del cigarrillo—. De todas formas esperaba a que llegaras para acabar mi turno, así que sería una pérdida de tiempo tan siquiera ir a buscarle.

—Hijo de puta.

—Yo te quiero aún más, Gin-chan.

—…

Acababa de llegar y ya me estaba desquiciando.

Este tipo es realmente insoportable.

Me obligó a esperar fuera del cuartel, tiempo en el cual podría haber escapado si no fuera porque amenazó con cortarme la cabeza, y cuando regresó vestía un kimono negro.

Negro como su alma.

Si es que tiene.

Después de eso me agarró de la muñeca y me llevó hasta un parque de atracciones inmenso.
Pagó las entradas sin tan siquiera darme la oportunidad de decir ni una sola palabra, y me siguió sujetando hasta el interior.

—¿Dónde quieres ir? —preguntó, girándose hacia mí.

—A casa —contesté inmediatamente.

—Vale, entonces subiremos a la noria —ignoró completamente mi respuesta—. Me parece una buena opción.

—Oye, yo no he di---

Estiró de mí y me arrastró a la fuerza hasta la noria.
Una vez dentro de la cabina, esperé a que se sentara él primero. De esa forma, yo me sentaría lo más lejos posible.

—¿Cuánto dura esto? —quise saber.

—Una media hora —contestó, levantándose sólo para volver a sentarse más cerca de mí.

¿Tengo que estar aquí metido media hora?

¿Con él?

¿Es esto una pesadilla de la que no consigo despertar?

Hijikata se acomodó a menor distancia de mí, obligándome a pegarme contra el rincón de la cabina en un vano intento de huir de él.

Básicamente me estaba acorralando.

Y creo que sé lo que viene después de eso.

Me agarró de la barbilla y, cómo no, me besó en los labios.
Traté de empujarle para que se apartara, pero, por supuesto, mi fuerza se había ido a tomar por saco en el peor momento posible.

¿¿¿A qué viene todo esto???

Cuando por fin se separó, me miró inexpresivo y volvió a sentarse donde se había colocado al principio.

¿¿¿Hola??? ¿¿¿¿Qué está pasando aquí???? Ya sé que Gintama no tiene ningún sentido, pero... ¿Y esto?
¿Me besa y se aleja? ¿Cómo se supone que debo sentirme con algo así?

¿Rechazado?

Lo que me faltaba, que me rechace el tipo que estuvo toda la mañana buscándome como un loco...

...No entiendo nada.

Yorozuya Gin-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora