Ya era de noche.
No logramos ganar.
Y todo era por mi culpa.
Zura fingía que no le importaba, que sólo quería pasar tiempo conmigo, pero estaba claro que quería ese premio.
Es un gran fan de Ninten**, es comprensible que se sienta mal por no haber logrado estar en el primer puesto.Lo peor es que quién ganó, no tenía nada de fan de Ninten**...
Zura trataba de verse tan ajeno al mundo como siempre, sentándose sobre un pequeño muro.
Decidí hacerle compañía para compensar mi inutilidad.Elizabeth se había ido antes con Kagura y Shinpachi a no sé dónde a hacer no sé qué.
Lo cierto es que no les estuve prestando demasiada atención.—Oye, Zura...
—Katsuo —murmuró casi sin fuerzas.
—Siento que no haya podido ayudarte a conseguir ese premio, sé lo mucho que te gustaba.
—No importa —trató de exculparme—, ha estado bien pasar el día contigo. De todas formas lo importante es participar, ¿no? —sonrió forzosamente.
—…
No supe realmente qué decir.
Lo cierto es que quería disculparme durante toda la noche y todo el día siguiente si hacía falta, pero no sabía cómo.
Zura es un buen tío, aunque no se de cuenta de las cosas más obvias. Pero sigue siendo mi amigo.
Y me hacía sentir mal verle tan decaído.Me limité a mirar al suelo, odiándome por no ser capaz de decirle nada.
—Oye, Gintoki.
—¿Hm…? —me giré hacia él.
—¿Puedo pedirte algo?
—Claro.
—Quiero que cierres los ojos y no lo abras hasta que te avise.
—¿Ah? ¿Vas a golpearme? Porque si es así, no te pases con la fuerza. Me siento culpable, pero tampoco es como para que me destroces la espalda...
—No es eso, simplemente cierra los ojos —ordenó con delicadeza.
—Está bien —acepté e hice lo que me había pedido.
—No los abras hasta que te lo diga —insistió.
Tuve que esperar unos segundos hasta que noté algo cerca de mí.
Zura me estaba...
…¿besando?
Inmediatamente abrí los ojos y Zura se separó de mí.
¿Realmente ha pasado eso?
—Te dije que no los abrieras hasta que te avisara —pareció regañarme.
—Ah-- Pero---
—Olvídalo —intentó sonreír de la forma más creíble posible—. Lo cierto es que sólo quería ver los fuegos artificiales contigo —miré al cielo tras oírle; ni siquiera m había dado cuenta de ello—. Será mejor que me vaya, no quiero preocupar a Elizabeth.
—Zura--
—Gracias por disfrazarte conmigo. Buenas noches —se despidió sin tan siquiera dejarme hablar.