¿Me enamoré de un narco? FINALIZADA

Capítulo 49

ㅡ Están en Seattle. ㅡ Susurró Zayn.  Me acerqué a la pantalla de la laptop y el punto rojo palpitante estaba en la pantalla. ㅡ Es un hotel. ㅡ Pensé.

Carraspee mi garganta y hable a la linea.   ㅡ ¿Están todos bien? ㅡ Pregunté.  

Cómo respuesta tuve un ujuhm por parte de ella.  Sonreí.  ㅡ Se que están con Nicolas.  Cuida bien de tus hermanos y también de ti misma. ㅡ Di un suspiro mientras hablaba.  Ellos eran lo mas apreciado qué tenia. 

ㅡ Estaremos bien Wade.  No te preocupes ahora por nosotros, de echo cuando nunca lo hiciste. ㅡ  Sus palabras dolieron tanto como una puñalada.  ¿Acosó eso pensaba siempre? 

ㅡ No quiero discutir Nicole. ㅡ La escuche resoplar y maldecirme suavemente. 

ㅡ Está bien.  Genial.  Total tu y Nicolas siempre hacen con nosotros lo que quieran.  Acaso no se dan cuenta qué ninguno de ustedes tomara el lugar de papa y mamá.  Desde que ellos murieron todo a sido una mierda.  No lo soporto a ninguno, nada esta bien y lo sabes.  Párese como si a ninguno de ustedes le doliera la pérdida de nuestros padres.  ㅡ Sentencio. Mire al suelo y cerré mis ojos con fuerza.  Sus palabras dolían pero de todas formas no había solución a lo que decía. 

ㅡ No hables así.  También los extraño pero aferrándome a los recuerdos no conseguiré traerlos de nuevo.  ¿A qué viene todo esto ahora?  ¿Porqué te comportas así?  ㅡ  Pregunte intrigado por su respuesta.

ㅡ Adiós hermanito ahora no tengo ganas de hablar contigo.  ㅡ Antes de poder volver hablar de nuevo,  ella termino la llamada. 

¿Qué diablos?  Volví mi vista a Zayn y asentí.  Tomé asiento a su lado y lance el móvil a sus manos.  ㅡ Ponme la localización en el teléfono. ㅡ Ordene.

ㅡ ¿Iras ahora? - Masculló.

ㅡ ¿Tu que crees? ㅡ Era obvio qué iría lo antes posible.

(**)

Respiré con rudeza después de subirme al coche qué me esperaba en el aeropuerto en Seattle.  Mis oídos sentían una presión repulsiva por el aterrizaje del avión.  Odiaba los aviones solo por eso.   Con paciencia miré el punto rojo en el teléfono, seguían en el mismo lugar.   Encendí el auto y arranque a velocidad.

Nicolas era insoportable.  ¿Como no era capaz de jugar limpio?  No se que era capaz de hacer, pero lo detendría antes que todo se salga de control.  A pesar de ser mi hermano no me temblaría la mano al momento de poderle fin a su juego.

Distrayéndome de mis pensamientos y la mirada en la carretera el móvil comenzó a sonar.  Extendí la mano hasta el asiento del copiloto justo donde antes lo había lanzado al subir al coche.  Jugué con el aparato en mis manos al sostenerlo mirando varias veces de la calle a este.   El nombre de Wesley alumbraba la pantalla haciéndome saber que era de ella la insistente llamada.  Resople antes de debatirme mentalmente en la opción de responderle.

Realmente me repugnaba pero era mejor contestar ahora y saber que demonios quería a ignorarla y que continuara llamado; tan molesto como un chicle en los zapatos.

— ¿Que quieres? — Respondí bruscamente.

— No puedes ser mas amable. Idiota. — Se quejo.  Maldecí al instante su odiosa voz y aun mas al escucharla quejar como niña o algo aun mas empalagoso. — Solo te marco para decirte que estoy en tu anterior casa.  No se como entraron esos locos, de todas formas, yo estoy bien amor. — Hablo antes de yo poder responderle.