capítulo 60

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Ya sin camisa, acarisie su pecho desnudó. Temble, un escalofrío recorrió mi cuerpo en instantes. Su aliento chocando en mi nariz no ayudó a calmar los nervios en mis manos mientras recorrí su espalda, enredando mis dedos en su lacio cabello.

Me besó fue el quien unió nuestros labios en esta ocasión, ninguno de los dos podiamos reprimirnos del deseó. De la necesidad que ambos generamos. Lo acaricie tantas veces como pude, no puedo alejarme de su cuerpo mucho menos tranquilizar mis manos. Estoy deseosa, anhelo porque extrañe tocarlo, saberlo mío.

Enrede mis piernas en su cintura con su ayuda. Lo besé y tomé su rostro entré mis manos besandolo una y otra vez. Sonreí. Aunque no tenga el derecho, me atrevo llamarlo mío porque es justo lo que es, mi hombre.

Me observó un par de segundos, nuestras miradas conectadas hablaron entre ellas. Su sonrisa me hizo una vez más flaquear y uní sus labios con los míos, asegurandole lo que quiero. Le dejé saber en ese besó qué deseó ser suya.

-No creó poder dar marcha atrás-habló con la voz entrecortada.

-No abra marcha atrás-asegure. Besé sus labios y entre jadeos aún en sus brasos retiré mi camiseta mientras él caminó hasta la cama.

Caí en la cama rodeada de sus brazos y su cuerpo encima de mi, sin hacerme daño. Una vez más y encontada por eso, manusie su pecho, enamorada de eso utilicé mis dos manos. Mi dedo índice corrió por su espalda hasta denerse la palma de mis manos en su pantalón.

Abandonó mis labios para darle atención a mi cuello. Me estremesi y por acto de impulsó apreté mi agarré en su trasero, él mordio mi cuello y acarició mi cintura desnuda. Aprovechando la oportunidad agarré su trasero, estoy segura que ha trabajado mucho con su físico. Pues su pecho esta mucho más marcado al igual que sus glúteos que ahora estan bien formandos. Reí por mis pensamientos y pose mis manos en sus hombros.

Wade ya parecía muy entretenido con sus beso en el cuello y ya había tomado lugar sus manos en mis piernas. Aprovechó el tiempo ausente de mis manos en su cuerpo y se dispuso por sacar mi pantalón. Dejó tibios besos en su recorrido hasta desaparecerlos, con la misma sensualidad subió besando mis piernas. Respire profundo sin soltar el aire cuándo su nariz ya chocó en mi piel, muy cerca de mi feminidad. Dejó más de un beso y por impulsó llevé mis manos a sus brazos.

Aún no había tocado mi zona y sinceramento no estoy segura si quiero que lo haga o no. No reconozco mi cuerpo, no se porque actúa de una forma que yo nisiquiera logró entender. Él paro en secó, sin hacer nada tan solo con mis manos en sus hombros me miró desde abajo. Sentí verguenza y cerré los ojos, no volvería a verlo. ¡Oh Dios! Respire agitada un par de veces sin saber que hacer pero me deje guiar por mi cuerpo, sólo por lo que él me pedía.

Mis manos se enredaron en su cabello y él beso mi muslo después de unos largos minutos sin hacer nada. Abrió un poco más mis piernas y con su mano le dio atención a mi muslo izquierdo que había sido olvidado por sus caricias. Sentí mis piernas temblar y mi femididad latio... entonces mi cuerpo actuó por sí sólo. Estruje su cabello y sentí como alejó una de mis manos para depositar un corto beso. allí.

Me sorprendió cuando la próxima carisia que senti fue un beso en mi feminidad. Me estremesi pues aunque me provocará vergüenza mi cuerpo pedía ese tacto. Me aferre a su cabello al mismo tiempo que mi cuello se retorcio en las almohadas. Wade regaló atención a la zona, sólo besando encima del pantie.

Aunque me cause vergüenza, mi cuerpo no pudo negar lo mucho que le hubiera gustado si esa prenda de ropa no estuviera en medio. Él regreso a mis labios cuales lo extrañaron, lo sabía fue conciente de eso en la forma como se unieron nuestros labios.

¿Me enamoré de un narco? FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora