Capítulo 26 La boda (Editado)

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Ya había pasado todo lo típico en una boda. Ahora todos estábamos concentrados en los novios ya en la pregunta que el juez le había echo a Wade.

¿Se arrepintió?

- Joven - llamo la atención el juez - acepta por esposa a la señorita Wesley - Volvió a repetir el juez.

- Si, acepto - aceptó después de largos minutos.

- Señorita Wesley acepta por esposo al joven Wade para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y riqueza, serle fiel hasta que la muerte los separe.

- Si acepto - contesto con una alta afirmación en su voz chillona.

- Puede besar a la novia - dijo el juez seguido por los aplausos y silbidos de los invitados.

Después de presenciar el beso que Wade y Wesley se había dado seguido por los aplausos y silbidos de los invitados salimos a otra parte del patio la cual estaba preparada para festejar el eterno amor de los novio ¡corrección! Esposos.

Una movida música hacía bailar a los invitados en la disimulada tarima. Cerca de lo que seria el bar pude ver a Wade con una copa sobre su mano derecha acompañado de una chica morena ¿Quien era ella?. Dirigí mi vista a la tarima viendo en esta a Wesley acompañada del chico rubio, el mismo que la había llevado hasta el altar. Esta se veía muy sonriente junto aquel chico, bailaban muy pegaditos y el pasaba sus manos sin discreción por su cintura mientras que ella revolcaba su cabello y acariciaba su cuello ¿no era un poco fuera de lugar siendo una mujer casada estar de esa forma con ese chico?

¡Por Dios Kimberly quien eres tu para juzgar! ¡La menos indicada!

- ¡Hey! Pasa algo estas distraída - la voz de Nicolas me sobre salto

- Lo Siento estoy algo cansada - susurre una vez cerca de su cuerpo

- Yo también - rió - No creí que Wade fuera a llegar tan lejos. Pensé que algo pasaría a ultimo momento, pero que nunca se casaría. - su comentario me hizo pensar el porque el había creído eso.

- ¿Porque lo dices? Digo ya sabes que Wade y la que ahora es su esposa se aman por lo que no veo porque él se debía arrepentir. Después de todo él es el que quiso casarse ¿no? - Nicolas abrazándome por la cintura río como si un chiste le hubiera contado.

- Eres muy inocente nena - dijo besando mi mejilla y desapareciendo entre la gente. ¿Y a este que?

Sintiéndome extraña ante tantas personas que ni siquiera conocía camine dentro de la casa; una vez en la cocina vi a Tomasa sirviendo algo de comida a mi parecer en las charolas.

Camine hasta donde ella y pase mis manos por sus ojos - adivina quien soy- dije juguetona

- Kimberly - rió - que cosas se te ocurren - yo reí sin mas. - ¿Qué haces aquí? - pregunto

- Estoy aburrida haya fuera. Ese no es mi habiente tan solo piso en un lugar y siento que me asfixiare con todos.

- Te entiendo cariño. Pero ahora debes ir a fuera y pegar tus ojos en Maite en fiestas acostumbra escaparse y comer chocolates - dijo algo preocupada

- No por Dios ni lo digas no quiero que pase nada. Ahora me voy - salí rápidamente al patio buscando por todos lados a Maite.

Sin tener resultado al buscar a Maite me empece a desesperar - ¡Joder! - exclame en alta voz. Seguí mi búsqueda por todos lados, pasando entre la gente las que en ocaciones me miraban raro. Sin prestar atención a otra cosa que no fuera encontrar a Maite continue aumentando mi paso rápidamente.

Llegue hasta la piscina en la que varias personas hablaba al rededor de esta con copas en sus manos. - ¡¿Donde estas Maite?! - dije para mi misma.

Me pare en seco en una de las esquina de la piscina viendo como un helicóptero se acercaba, todas las miradas comenzaron a fijarse en este. ¿Y ahora que? Me pregunte. De pronto desde la aeronave comenzó a disparar al patio. La gente corría de lado en lado. ¿Que mierda es esto?

¿Me enamoré de un narco? FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora