Capítulo 64

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Miami, Florida

Esas fueron las letras que vi en todas partes. ¡Santo cielo! Realmente estoy en Miami.

Coloque mis gafas y recibí con una sonrisa al pleno sol mañanero de Miami. Tan pronto llegué al aeropuerto pare en varias tiendas para comprar ropa y cosas necesarias pues como no he olvidado, no tengo maletas.

Apesar de solo tener una tarjeta de crédito y un papel que me entregó Nicolas con la dirección del hotel, me siento relajada y feliz de estar en un ambiente tan fiestero y caluroso.

Baje del taxi al llegar al hotel. Recogí mis bolsas y corrí practicante al lobbie. Después de dar mi nombre y tomar mis llaves corri como una adolescente en su primer día de escapada. Al subir al ascensor, deje caer una de las bolsas y me doble a tomarlas.

- Te has vuelto loca. ¿Porque compras globos? - río. Nerviosa, deseando que no descubra mis planes me invente alguna mentira creíble.

- Sólo quiero saber si son de buena calidad. - mentí. Brittany me miro raro y reí. ¿Ya he dicho que soy mala para mentir?

Entramos a la habitación del hotel y grite de felicidad. Lancé las bolsas a la cama y corrí al balcon, con vista expectacular al mar.

Abrí las puertas en cristal y pase al balcon, adornado con dos butacas estilo bambua y una pequeña mesa en cristal. El viento choco en nuestros cuerpos incluso hizo bailar el nuevo vestido de Brittany.

Entonces supe que es el mejor momento para poner mi plan en marcha.

- ¿Me haces un favor? - Brittany asintió. - Ve por una bebida de piña.

- ¡Eres tan descosiderada! Puedes ir tu y me lo ordenas a mí. - negó con la cabeza. Yo reí y la vi salir por la puerta.

Tome con rapidez la bolsa de los globos y algunos adornos de bebé. Comencé a llenar los azules y dejarlos caer por la habitación. Después algunas seis color rosa y opte por dejar solo esa cantidad ya que mi cabeza dolia. Tome dos zapatos uno de niña y otro de niño, dejándolo dentro de una caja de regalo. La caja color amarilla y circulos naranja llevaba dos lazos, uno violeta y otro azul. Cerré por completo de ella y la deje sobre la cama.

Me apresure por tomar los resto de basura y desaparecerlos.

- No sabes lo que me costo encontrar tu dichosa piña - entró quejándose. En seguida corri hasta ella. La observé entre abrir sus labios. - ¿Qué demonios es todo esto?

Entre saltitos llegue y brinque en la cama emocionada. - Es para ti. - hice seña en la caja que había preparado.

Brittany se acercó hasta mi y tomó la caja de regalo en sus manos. Antes de terminarla de abrir me miro varias veces buscando respuesta. Acarició con lágrimas en sus ojos los zapatos de bebé.

-¿Kimberly tú..?- no terminó de hablar ya que su voz flaqueo.

Mis ojos amenazado por llenarse de lágrimas, no puedo llorar. -Estoy embarazada Brittany. Sere mamá - solté. Enseguida sus brazos cruzaron mi cuello ahogandose en llantos.

No es para menos. Yo, la chica que nunca llevo un novio a la casa, la que nunca le presentó en novio a la abuela. Siempre estuve enfocada en mi trabajo, mi cabeza no tenía tiempo para otra cosa que no fuera traer dinero a la casa.

La estreche a mi cuerpo con necesidad. Seremos los tres, sólo nosotros saliendo adelante. Lo haría, me enfrentaría a este nuevo reto porque tengo lo sufiente para hacer feliz. Mi hermana me da esa fortaleza que tanto necesito, ella es ese abrazó que añoro cuándo creo no poder más.

-Felicidades hermanita. Estoy tan feliz por ti, este bebé -señalo mi barriga. - Crecerá lleno de amor, eso nunca le faltará.

Asenti y volví a abrazarla esta vez sin poder contener mis lágrimas.

¿Me enamoré de un narco? FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora