Un doctor de renombre.
Llega a trabajar al hospital más importante del país.
Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar.
Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo.
El destino los junta...
¡Qué tipo más arrogante! ¿Me importa realmente su amenaza? No, ya que no lo conozco y no me interesa conocer gente tan mala como él. Una vez que cierra la puerta, suspiro pesadamente.
-¡Oh, Dios mío! Lamento tanto esta situación. Mi hijo no se comporta de ese modo. No sé qué es lo que está pasando con el- dice Grace.
-esta estresado porque no sabe nada de bebés y creo que va a tener que hacerse cargo de Lucían- digo. Tomo al pequeño bebé y se acurruca en mi pecho.
-no sé qué tienes de especial, pero ese bebé desde que lo tome ha estado muy inquieto y mira como está contigo- dice mientras lo observa.
-no lo sé tampoco peor siempre me he llevado bien con ellos- digo. Camino con él, mientras acaricio suavemente su espalda.
-Anastasia, ¿puedo preguntarte algo?- frunzo el ceño.
-por favor, solo Ana. Puede preguntar- digo.
-¿Es cierto lo que dijo mi hijo sobre usted? ¿De qué es millonaria?- cierro los ojos y niego.
-técnicamente si- digo.
-no le entiendo-
-mi padre era el dueño de varios negocios, en varias parte del mundo. Él siempre supo que la administración no es lo mío, por este motivo me dio la libertad de elegir lo que quería estudiar. Lo estableció en un testamente y mi tío, es el encargado de los negocios. Mensualmente recibía un dinero, llámelo mensualidad, con el que pagaba mis gastos pero ahora no, se fueron volando. Por eso estoy trabajando- digo.
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-¿Por qué no lo recibe más? El dinero-
-porque mi abuela quiere que me haga cargo de los negocios de mi padre. Ella, pues... es una persona complicada de tratar y es llevada de sus ideas y no acepta un no por respuesta. Ha hecho de todo para que cambie de opinión, incluso quiere dejar nulo el testamento de mi padre y así obligarme a quedarme al frente de los negocios- digo desanimada. Veo que Lucían busca mi pecho. No pequeño, hay no encontraras los que tanto deseas.
-es bastante complicada tu situación- dice mirando al bebé.
-lo sé. Ella no sabe que tengo este trabajo. De ser así, ya estaría aquí haciendo escenas y numeritos para que me echen del hospital. Voy a llamar a servicio de lactantes para ver si puedo conseguir un poco de leche materna. Ellos trabajan de la mano con la donación de leche materna. Puede ser complicado, ya que soy nueva pero si habla con el director del hospital, puede que le ayude- digo y ella sonríe.
-de acuerdo. ¿En cuánto más cree que estén los exámenes?- me dice.
-los mandare ahora. Más o menos en una o dos horas estarán listos. Tiene tiempo suficiente para comprarle algo de ropa y una bolsa de pañales. El que tiene esta muy usado y lo peor es que perjudicara su irritación- le digo.
