POV CRISTIAN
Estoy cansado. Cada uno de mis músculos me pide, no, me exige descanso. Las cosas han estado muy movidas en el hospital y después de un turno de 24 horas, de las cuales, 16 las pase en pabellón, mi cuerpo exige dormir.
Son pasadas las 9 de la noche cuando por fin entro al auto. Reviso mi teléfono y maldigo. Tengo un mensaje de Ana, lo mando hace unos 40 minutos y me pide, si puedo pasar a comprar pañales. A Lucían le queda solamente para la noche. Niego con la cabeza.
Mi hijo no quiere que su padre descanse. Le mando un OK como respuesta y llego al supermercado más cercano. Busco dos bolsas de pañales y una caja de bombones. Tengo ganas de comer algo dulce y el chocolate me ayuda a sentirme mejor.
Paso por la caja y cajera, que me mira sin disimulo, coquetea conmigo. Es bonita pero no tengo las ganas suficientes para responderle, además tengo una mujer mucho más bella en mi casa, que tiene un corazón tan grande que esta cuidando a mi hijo como si fuera de ella.
Pago y cuando tomo la boleta con mi vuelto, me sorprendo al encontrar un papel con su nombre y número de teléfono. Con cuidado y sin que se dé cuenta, lo boto al basurero y regreso a casa.
Dejo el auto estacionado y bajo las bolsas. Estoy ansioso por llegar a mi hogar. Necesito ese calor. Tomo el ascensor y cuando llego dejo las cosas en el sillón. Busco a Ana y la encuentro acostada en mi cama, con Lucían acostado a su lado. Cuando me acerco me sorprendo cuando veo que está amamantando.
-¿Ana?- digo. No me salen más palabras. Sé que la leche que toma mi hijo es de ella pero de su propia teta, no me lo esperaba.
Ella me mira asustada y se cubre con la sabana. Su cara esta roja como un tomate. No estoy enojado, solo asombrado.
-no tenía leche congelada y si bombeo me demoro mucho y Lucían tenía hambre- dice en un susurro. No me mira sino que mira a Lucían.
-no estoy enojado Ana, solo sorprendido. Sé, porque tú me lo contaste, que estas produciendo leche y que se la estás dando a mi hijo. Es solo... que nunca pensé que le estas dando directamente de tu... bueno... de la fuente- digo nervioso.
-sé que no debería pero... era eso o esperar una hora y el no aguantaría- dice. Veo que mi hijo se despega de su seno y esta como drogado. Esta lleno y feliz.
-parece como si estuviera drogado- digo.
-así queda cuando toma de pecho. Queda satisfecho. ¿Puedes sacarle los gases mientras hago la cena?- dice mientras toma a mi pequeño y lo deja como cuando Simba presenta a su hijo a la manada.
-de acuerdo- digo mientras lo tomo. Me pasa un paño, lo coloco en mi hombro y comienzo a darle pequeño golpes en su espalda. Salgo de la habitación y camino despacio mientras le digo cosas tiernas.
A los minutos Ana llega a la cocina y mi amigo hace acto de presencia. Esta vestida con un sencillo vestido de color azul rey. Es corto, que solo llega a unos centímetros bajo su trasero. Trago duro. No lleva sostenes y lleva el pelo en una trenza a un lado. Se ve hermosa.
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Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
RandomUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...