Capitulo 7

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POV ANASTASIA

Sigo a mi abuela a un café cercano. Pide un café negro para ella y un vaso de agua para mí. No beberé nada. No como estoy ahora y como me siento. Tengo miedo de que entre y salga por donde mismo.

-muy bien abuela, ¿Qué es lo que quieres?- dice seriamente.

-no me hables así. Pues vengo con la solución de todos tus problemas- dice sonriendo.

-¿y cuáles serían esas soluciones?- digo.

-volverás conmigo a casa, te harás cargo de los negocios de tu padre y vivirás tranquilamente en una gran casa- dice mi abuela mientras bebe un poco de café.

-abuela tengo una casa, bueno un cuarto que funciona como casa, tengo un trabajo, donde hago lo que me gusta. Vivo tranquilamente en este lugar desde hace mucho tiempo. No es la primera vez que te lo digo- digo mientras recargo mi espalda en el espaldar de la silla y cruzo los brazos.

-bueno creo que es hora de que veas esto- coloca un bolso color negro con una mariposa de color blanco. Abro los ojos asombrada.

-¿Qué haces con mis cosas?- le digo

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-¿Qué haces con mis cosas?- le digo.

-bueno, hable con la persona que te arrendaba ese cuchitril que llamas habitación y gentilmente le pedí que me dejara entrar. Guarde todas tus cosas, incluso unos cuantos billetes que encontré y los guarde en este bolso. Le pague tu deuda con tus ahorros y le pedí que cancelara tu contrato. Segundo mi hijo, ósea tu tío, ya no quiere hacerse cargo de la empresa. Dice que debes ser tu quien se haga cargo y por último está cuidad es demasiado ruidosa. ¿No te da dolor de cabeza?- dice fingiendo inocencia.

No sé si es la rabia, la frustración o mi tope de paciencia, que hace que tome la decisión más fácil que puedo hacer y no sale con voz tranquila sino que lo grito.

-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tienes que destruir mi vida?! Yo no quiero hacerme cargo de algo que no me gusta y jamás he entendido. Te he dicho muchas veces que si seguías por ese camino, iba a cometer una locura y sabes algo, ya lo decide. ¡Venderé la empresa! Por ser la dueña legítima puedo hacer con ella lo que se me dé la gana. Y lo que quiero... ¡ES VENDERLA!- lo último lo digo gritando. Me da lo mismo lo que piensen de mí en este momento.

Quiero mandar todo a la mierda y si los tengo que incluir, no tengo problemas en llevarlos allá.

-no me grites. Y no puedes venderla. Eso sería deshonrar la memoria de tu padre- dice.

-tu eres quien la deshonra todo los días con esa estúpida idea de obligarme a hacer algo que no quiero- le digo. El estómago se me revuelve pero me aguanto las ganas de vomitar. ¿Cómo? No tengo ni idea.

-eres la dueña. Hazte cargo- me dice.

-¿sabes abuela? El hecho que tengas tanta urgencia porque se haga el cambio, me hace pensar que mi tío se mandó algún error en el manejo de la empresa y quieres que yo pague- le digo seriamente. Ella palidece y como diría mi padre, "Bingo pequeña, bingo".

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora