POV CRISTIAN
-papi, quiero un conejo- dice Lía.
-yo quiero un gato- dice Phoebe mientras pellizca las mejillas de Teddy. Él le frunce el ceño y le da la espalda. Mi princesa se enoja y le pega en la espalda. Mi niño, la mira, se baja de su silla y se sienta en el otro lado de la mesa. Muy lejos de ella.
-Phoebe no le hagas eso a tu hermano. A él le duele y no creo que te gustaría que te hicieran lo mismo- dice Ana mientras acaricia la mejilla de Teddy. Él se deja querer por su madre y quien no lo haría teniendo a una madre tan bella.
-pero mami... es solo un caliño- dice en su defensa. Lía está esperando mi respuesta sobre el conejo.
-un cariño un poco brusco. No hagas de nuevo eso o te castigare- dice y mi pequeña se asusta.
-no mami, no más. Lo plometo- dice juntando las manos. Como lo hace cuando reza en la noche.
-papi, ¿Me regalalas el conejo?- dice Lía.
-cariño, ya tienes a rubio. Puedes jugar con él- digo. Sus ojitos se comienzan a cristalizar y comienzo a perder la guerra. Si me hace puchero, me tiene de sus manos.
-papi, pero lubio es muy bluto. Me tila al suelo y me duele. Un conejo es más pequeño y más fácil de cuidal- dice. Con cada frase, mueve sus manos exageradamente y hace lo que tanto me temía. Un pequeño puchero de máxima ampliación hace acto de aparición. Desvió la mirada pero ya está en mi cabeza.
-cariño, si pides un conejo y te lo regalan, debes cuidarlo, limpiarlo y alimentarlo. Es mucha responsabilidad. Además, en unos meses más vas a entrar al jardín y no pasaras tanto tiempo con el animal. ¿Por qué no esperamos un poco más?- dice Ana mientras le tiende un plato plástico donde va su colación. Una manzana picada en porciones pequeñas.
-no había pensado en eso- dice mientras con una mano toma un trozo de la fruta y se la lleva a la boca. Ana le entrega otro plato a Phoebe donde va la porción de duraznos, Teddy una porción de plátano y Lu, una porción de frutillas. Todos mis hijos tienen gustos diferentes.
-papá en una semana tengo una competencia en la clase de piano. No tengo ni la menor idea cual pista tocar. Quiero algo grandioso pero no se me ocurre nada- dice Lu mientras como una frutilla.
-debes buscar alguna con la que te sientas cómodo. No puedes escoger algo para impresionar y al final quedar en ridículo. Muchas veces las canciones más bellas, son las más sencillas- digo. El asiente con la cabeza meditando mis palabras.
-Cristian, debemos elegir que vamos a hacer con el viaje. Me da la sensación que esa semana no podremos por las actividades de los niños. No quiero que pierdan esas oportunidades- dice Ana mirándome. Lo sé. Teniendo hijos de 6 y 5 años que han ingresado hace poco al colegio, no quiero que se pierdan de nada. Deben de ser niños felices y pasar tiempo de calidad con sus compañeros es muy importante.
-tienes razón pero, ¿Qué haremos? ¿Dónde iremos?- digo completamente confundido.
-mi idea es hacer un paseo en el yate. Podemos invitar a Elliot y Kate para que traigan a Ava. Además podemos hacer el viaje seguro y en la noche jugar algún juego con los niños. Si encuentras que el yate es peligroso podemos arrendar alguna cabaña en la playa o en la montaña y hacer paseos al aire libre. No lo sé Cristian, los niños se divierten con tan poco en realidad- dice Ana, mientras le ayuda a los niños con los platos. Esos pequeños comen más que cualquier persona en este mundo.
-me gusta más la idea de ir al campo. Hay varias cosas que se pueden hacer. Además podemos acampar o también podemos ir a la playa. Es un ambiente nuevo, donde hay mucha agua y mucha libertad. Vamos a meditarlo mejor, con tantos niños, hay que tener 20 ojos en cada lado- digo seriamente.
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Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
RandomUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...