POV CRISTIAN
Ver lo nerviosa e indecisa que se encuentra Ana en este momento me hace dudar un poco en convertirla en mi mujer. Las veces que he estado con mujeres, ellas han sido iniciadas por otros hombres. Yo solo al final les he dado placer pero no soy el causante de su iniciación.
Después de cenar, debo reconocer que las verduras no son mi fuerte pero la preparación que hizo Ana, me pareció deliciosa. Comí más de lo que pude imaginar. Me toco lavar la losa. Si mi madre me viera se reiría, porque en la casa nunca lave una taza y Ana me tiene lavando todo lo que ensuciamos.
Ella está en el dormitorio haciendo dormir a Lucían. Son apenas las 8 de la tarde pero Ana tiene un horario en él. Lo respetare porque el merece crecer feliz y fuerte. Si bien trajo el extractor de leche, no lo quiso usar. Me dijo que la irritación ya estaba controlada y que una vez a las cuantas no le harían daño como si lo hiciera todos los días.
Sonrió como bobo. Ahora lo que me tiene intrigado es que Ana durante la cena me entrego un cheque por 20.000 dólares. Me dijo que su padre la dejo económicamente estable para mucho años y que quería devolverme lo que le preste hace meses. Yo me negué pero no acepto un no por respuesta. Lo que me lleva a la duda, ¿Qué hará con ese dinero?
Una vez que termino de lavar y secarme las manos, busco en la mesa central las cartas que dejo mi amigo. Hare que juguemos un poco y con ese juego perder un poco de ropa. Camino hasta la puerta y observo las estrellas.
Hoy, la noche está libre de nubes y se pueden ver todas las estrellas que en la cuidad, por más alto que sea el edificio, no se ven. Lo malo, es que pensé que no estaría tan frío. Así que descarto la idea de jugar afuera. No quiero que Ana se resfrié.
Busco en la despensa y encuentras algunas papas fritas envasadas y en la nevera encuentro uno trozo de queso que puedo trozar y unas láminas de salame. Tengo la intención de hacer un picadillo mientras jugamos. Esas cosas pueden resultar beneficiosas a mi favor. Aunque no estoy muy seguro de que beba mucho. Si está amamantando, el alcohol no es una buena idea.
-¿en qué estás pensando?- dice Ana, dándome un susto de muerte.
-joder Ana, me asustaste- digo frunciendo el ceño.
-te hable varias veces- dice mientras pasa por mi lado. Abre la puerta de entrada y sale un momento. A los segundos entra, abrazándose a si misma mientras se soba los brazos.
-¿Por qué sales afuera?- digo mientras dejo todo en la mesa.
-pensé que podíamos estar afuera pero está demasiado helado. Tengo el monitor prendido para escuchar si Lucían se despierta- dice mientras lo muestra.
-también pensé estar afuera pero la temperatura bajo muy rápido. Déjame ver cómo está la temperatura del dormitorio y vuelvo enseguida- digo mientras camino a la habitación. Si bien no está frío, tampoco esta cálido. Tecleo en el control de la temperatura y lo dejo en 22 grados. Actualmente había 19.
ESTÁS LEYENDO
Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
RandomUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...