Capitulo 65

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POV ANASTASIA

Permanece delante de nosotros, de pie, mirándonos. Sé que debería hablar pero en realidad es el quien debería hacerlo. Él fue quien se alejó.

Muerdo mi labio cuando veo que no piensa decir nada. ¿Qué es lo que quiere demostrar? ¿Qué es lo que me quiere decir? me duele todo y tengo miedo. No quiero que esto termine, la casa sin él no es un hogar, es una simple casa.

Se acerca a mí pero antes de sentarse conmigo, va en busca de Lu. En algún momento de mi esperanza, mi pequeño salió de mis brazos con la mamadera en la mano. Ese pequeño es un escapista con título y magister.

Cristian lo toma en sus brazos y lo besa. Y está usando la mano mala para hacerlo. Espero que se dé cuenta de eso para que podamos hablar con sinceridad. Él no ha perdido su mano, solo ha perdido su precisión.

-me cuesta comenzar a hablar porque tengo miedo de perderte. Soy difícil en muchos sentidos pero contigo, a mi lado, soy fuerte- dice y frunzo el ceño.

-no fuiste muy fuerte estos tres meses que estuve contigo. Te quedaste en la nada- digo mirándolo.

-lo sé. Solo que no había aceptado cierta cosa que estaba pasando conmigo. Como dicen por ahí, siempre la madre les abre los ojos a los hijos y solo bastaba que ella hablara conmigo para darme cuenta de algo-

-¿Qué cosa?- digo mirando a Ted que está dormido tranquilamente mientras el viento rosa sus mejillas.

-tengo miedo, Ana. No al quirófano, no a la medicina. Tengo miedo al hospital- lo miro sin entender.

-no entiendo. Amas al hospital, llegue a pensar que ese lugar era más importante que nosotros. Esa respuesta no me cuadra- digo.

-te lo explicare de esta manera. Tenía una vida tranquila, donde era el ser más importante de mi propia vida. Llego Lucían de la nada y con tu ayuda lo acepte como mi hijo y lo amo más que nada en el mundo. Luego, se me dio la oportunidad de ser el mejor en mi profesión, operar a muchos pacientes para salvar sus vidas pero...-

-te obsesionantes- digo y el asiente.

-no me di cuenta lo que estaba pasando a mi alrededor. Estaba mentalizado para ser el más grande y recibir las recompensas por eso. Quería que estuvieran felices y que no les faltara nada pero al final les termino faltando algo muy importante. Les faltaba yo- dice y veo que está realmente triste pero no sé qué decir.

-¿Qué tiene que ver el miedo al hospital con esto?- Lu me entrega su mamadera vacía haciendo sonreír a Cristian.

-creo que eso fue un llamado a tierra. No debería haber estado en ese lugar. No tenía turno pero por llevado de mi idea, le dije a Menares que había un paciente grave que necesitaba una operación. El acepto pero no constaba que la familia diría que no. Estaba terminando la operación que Menares había designado antes cuando decidí hablar con él. Lo encontré en la sala de urgencias y todo paso-

-querías seguir operando sin importarte nada más. Eso no estaba correcto. Como médicos, debemos estudiar la historia del paciente, ver si la operación es viable o no. No somos dioses, hay cosas que no podemos salvar por más que hemos estudiado- digo enojada. Él lo sabe, todos los sabemos.

-lo sé. Por eso pienso que lo que ocurrió ese día fue un castigo, un tirón de orejas. Los días que estuve asilado, me preguntaba siempre lo mismo. ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? Y nunca había pensado en eso, hasta que mi madre hablo conmigo. Me hizo pensar en todo lo que había ocurrido hasta que llego a mi cabeza una pregunta que nunca había tomado en cuenta. ¿Para qué me ocurrió esto? ¿Qué ganaba con esto? Y lo descubrí anoche- dice mirándome.

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora