POV CRISTIAN
-Ana, vas a llegar tarde si no sales de la cama- digo entrando a la habitación.
Son las 7 de la mañana y ella entra a los 8. A diferencia de ella, mis turnos son un poco menos cargados. Es cierto que tengo que unas cuantas operaciones de unas 10 horas como mínimo pero mis pacientes son poco a comparación con los que tiene Ana.
Solo en un turno ha tenido que atender a más de 100 pacientes y ella no da abasto. El nuevo pediatra es cero aporte. Ha faltado más que nadie y Ana es la que ha tenido que suplir sus estupideces.
Llego al lado de la cama y Ana tiene los ojos abiertos pero no tiene ni una gana de levantarse. Sonrió. La doctora no quiere levantarse.
-bebe sino te levantas, llegaras tarde- le digo. La escucho suspirar y luego me mira. Algo en su mirada esta cambiada. Algo no está bien.
-no quiero levantarme- dice con voz ronca. Un ataque de tos llega de la nada. Comienza despacio pero luego es fuerte. Se tiene que sentar para poder toser. Ana al final termina con lágrimas corriendo por sus mejillas por la falta de oxígeno.
-¿Qué ocurre? No te ves bien- digo. Coloco una mano en su frente y está un poco caliente.
-me duele la garganta y un poco la cabeza- dice mientras se hace una bolita en la cama.
-no deberías ir a trabajar. No estás en condiciones. Has trabajado demasiado y esto ha provocado que tus defensas estén bajas. Debes descansar- digo.
-no me regañes. Además no puedo quedarme aquí. El hospital no tiene más pediatras. Grace está en una capacitación y llega mañana- dice mientras me mira con los un poco irritados.
-me importa una mierda sino tiene más pediatras. No iras. Eres una bolsa de virus andante. No puedes atender lo pacientes así. Llamare a Menares- digo.
-Cristian, no hagas eso- dice pero es tarde. Estoy caminando a la sala. Ella debe de descansar. Además de con todo lo que hace con Lucían, menos descanso tiene. Busco el teléfono y digito los números. Escucho como suena.
-bueno- dice Menares.
-Augusto habla Grey. ¿Cómo estás?- digo mientras voy a la cocina para sacar una bolsa de leche. Más o menos a esta hora despierta Lucían.
-bien, aquí solucionando problemas del hospital. ¿A qué se debe tu llamada?- me dice.
-es sobre la doctora Steele- digo.
-¿Qué pasa con ella?-
-está enferma. No sería conveniente que fuera a trabajar. Apenas puede con su alma- digo.
-¿Qué tan mal es?- dice serio.
-apenas se puede parar de la cama. Has estado abusando de ella y los sabes- digo.
ESTÁS LEYENDO
Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
RandomUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...