Capitulo 13

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POV CRISTIAN

Mierda. ¿Dónde está Anastasia?

Lucían no me está haciendo las cosas fáciles. Esta con un berrinche de esos que te ponen los pelos de punta. Lo he mudado, le he dado de comer pero aun no deja de llorar. Me tiene de los pelos de puntas.

-por favor, Lucían. Cálmate. Ana ya está por llegar- le digo. Lo tengo en mis brazos. No se calla si lo dejo en la cuna o en cualquier lado. No sé cómo lo hace Ana. Parece tan fácil cuando ella está a cargo pero conmigo es todo mal genio.

Supongo que este pequeño saca mi carácter.

Escucho el sonido del ascensor y sé que por fin llego. Ahora que se acostumbró a la bota, camina como si no tuviera nada. Es más independiente y creo que eso ha hecho que la deje de lado.

-¿Dónde mierda estabas?- le gruño cuando entra. Abre los ojos por mi arrebato.

-estaba con tu madre. Necesitaba hablar de con ella- dice mirándome con rabia.

-¿Toda la tarde?- le digo.

-si. ¿Qué es lo que paso para que me llamaras tantas veces?- dice.

-Lucían esta de malas y no ha dejado de llorar. La última vez le dio fiebre por tanto llorar. No quiero que vuelva a pasar- le digo. Ese día sufrió mucho.

-puede ser que algo lo está molestando- me dice.

-pero, ¿Qué?- veo que suspira.

-Cristian debes empezar a conocer mejor a tu hijo. Yo no siempre voy a estar aquí- suspiro frustrado porque sé que es verdad.

-lo sé. Pero es que llora por todo- digo.

-¿y qué pensabas? ¿Qué el hablaría cuando tuviera comenzó, hambre o estuviera hecho? Cristian, es un bebé pequeño que la única forma en que se puede comunicar es a través del llanto- me dice.

-esa boca inteligente tuya. Sé que llorara pero nunca imagine que tanto- le digo.

-es porque estás haciendo algo malo. Eso es todo. Solo hay que averiguar qué es y se acabó el problema-

-aun no entiendo cómo puedes estar tan tranquila y yo pasando penurias con el bebé- veo que Ana susurra algo para ella pero no me mira.

-Cristian, lo bebés siempre hacen ruidos distintos que se asocia algo. Debes comenzar a escuchar mejor- se acerca a Lucían que sigue llorando.

-lo sé. Pero no dicen, ¿Qué con el tiempo se darán cuenta? Apenas llevo tres semanas con él y sin retarle los días que estuvo en la Neo- digo. Paso mis manos por el cabello.

-¿Qué pasa pequeño hombre? ¿Qué te molesta?- dice Ana. Lo toma en sus brazos y comienza a susurrarle cosas.

-Cristian, lucían esta mojado. Lo abrigaste demasiado. No se te olvide que el departamento tiene calefacción, no necesita mucho calor- dice mientras lo examina.

-de acuerdo. Menos ropa. ¿Qué más?- digo. Entrecierra los ojos.

-Cristian, el bebé solo necesita un pañal, un pantalón, una camisa y unos calcetines con la temperatura que hay aquí. Pero el chaleco, los aguantes y la manta de polar, salen sobrando- dice.

-ok. ¿Qué más?-

-Cristian, deja de preguntarme y busca tu instinto paternal. Él es tu hijo- veo que se mueve incomoda.

-¿Qué traes en la bolsa?- digo.

-unos medicamentos. Mi doctora los cambio, no necesito algo tan fuerte, ya que el dolor es pasable- dice como si nada.

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora