Capitulo 66

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POV ANASTASIA

-Doctora, que bueno verla. Se le echaba mucho de menos por estos lados- dice Martin cuando me ve llegar a la oficina. He echado de manos el hospital. Tratar a mis niños y pelear juntos contra sus enfermedades.

-parece que mi reemplazo no te gusto- digo mientras dejo mis cosas en el casillero que hay detrás del escritorio.

-ese hombre podía ser muy paciente con los niños pero le pedía una cantidad enorme de exámenes y radiografías. Nos volvía loco. Varios niños terminaron con los brazos como coladores y las madres muy enojadas. Hay varios reclamos que responder por su culpa- dice sentando en la silla.

-pero ya volví. Ahora, ¿Ha cambiado algo en el sistema?- digo mientras ingreso mi usuario y clave.

-ninguno que yo sepa. ¿Cómo están los bebés?- me pregunta. Sin querer sonrió pensando en mis hijos.

-muy bien. Teddy ya cumplió 6 meses y esta gordito. Es un niño feliz y muy tranquilo pero curioso. Creo que esta intentando imitar a Lucían. Ese niño es un peligro, abre puertas y ventanas de la nada y ahora que camina más firme, en cosa de segundo se desaparece. Agradezco tanto que Rubio este con nosotros. Siempre que se desaparece, ladra avisándonos donde están. Es su guardián- digo mientras saco los formularios de recetas, exámenes y radiografías.

-qué bueno. ¿Cómo lo paso cuando vacunaron a Teddy?- suspiro.

-fue horrible. Mi bebé lloro mucho. Siempre veía como las madres lloraban y no lo entendía hasta que lo viví con Lu y con Ted. Me dolía ver su dolor, fui dura cuando estaba en la consulta de Grace pero cuando llegue a la casa llore con ellos- digo mientras intento que los recuerdos se vayan.

-lo bueno es que lo hizo y ellos están con sus vacunas al día- dice y sonrió.

-por lo menos con Lu ya me quedan menos refuerzos de vacunas pero con Teddy me quedan muchas. Hay varias que necesitan el refuerzo a los 12 meses pero de esas se va a encargar el papá. Debes saber lo que sentí cuando los pinchas como colador- digo mientras veo que tenemos bastante trabajo y son apenas las 8:15 de la mañana. Frunzo el ceño, hay niños que están esperando desde las 6 de la mañana.

-uno no lo entiende hasta que lo pasa. Pero debemos trabajar. ¿A quién llamamos primero?- dice entusiasmado.

-hay que sacar los que llegaron antes de las 8 y si es que todavía están aquí. No quiero que los llames por los parlantes, ve y búscalos personalmente. Hay que sacar lo que llevan más de 2 horas esperando. No entiendo porque llevan esa cantidad de tiempo- digo algo enojada. En una hoja escribe los 3 nombres de los niños y sale a llamar al primero.

A los minutos entra con mi primera paciente. Una niña de unos 4 años que tiene un hematoma en su mejilla. La mamá no se ve muy feliz pero no es mi culpa.

10 minutos de conversación y de mucha información, lo que tiene la niña es una reacción alérgica a la picadura de algún insecto. Hay un pequeño punto blanco en el centro y lo demás es un hematoma de piel.

-bueno, le recomiendo que le haga un test alérgico a la niña. Me da la impresión que es alérgica a la picadura de insectos y con ese examen sabrá si es alérgica a algo más. Le recetare unos medicamentos para la picazón y para que la reacción desaparezca. Recáudela y luego la retira en farmacia- digo mientras le entrego la receta y la hoja de la atención.

-muchas gracias, doctora. Vamos Madi- toma a la niña de la mano y salen. Por lo menos no me reclamo por la espera.

-no estuvo mal. Cuando la fui a buscar, casi me mata con la mirada- dice Martin sentándose en la silla.

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora