Capitulo 24

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POV CRISTIAN

-Lucían debes dejar de llorar. Si sigues ese camino jamás serás un hombre- digo lo primero que me pasa por la cabeza. Ha estado de un genio de los mil demonios y se cuál es el motivo. Ana no está en la casa.

Salió hace un par de horas. Le pase un poco de dinero para que le comprara a Lucían un poco de ropa. La que actualmente tiene, le está quedando un poco pequeña.

Lo dejo en su silla y busco una bolsa de leche materna que Ana tiene en el refrigerador. Hay varias y por lo menos, los pechos de Ana podrán descansar de ese peso pesado. Nunca había visto como quedan los pechos durante la lactancia.

Flashback

Esa noche, llegue pasadas las 11 de la noche, encontré que Ana estaba llorando en el baño mientras buscaba algo en el bolso. No se había percatado de mi presencia. Saco un pote de una crema, levanto su camisa dejando a la vista un sostén de color negro de encaje. Trague duro. El volumen de sus pechos eran perfectos.

Con cuidado desabrocho el sostén y este con un movimiento de hombros, cayo fuera de cuerpo. Tomo un poco de crema y la unto en sus pezones. Me sorprendí al ver que ellos estaban irritados y con gritas. Cada vez que pasaba un poco de crema en ellos, lagrimas manchaban su rostro. 

-¿Ana?- digo cuando entro completamente en el baño. Ella se cubre rápidamente. Al hacerlo, la tela choca con su piel irritada y se queja fuertemente.

-no mires- dice.

-Ana, déjame ver eso- digo cuando me acerco.

-no, Cristian. Por favor, déjame sola- dice llorando.

-¿Cómo me pides que te deje sola? Ana, tus pechos... tus pezones están heridos- digo.

-la lactancia es así. Hay mujeres que tienen buena resistencia para dar pecho y bueno, yo no soy una de ellas- dice mirando al suelo.

-¿desde hace cuando que tienes es irritación?- digo mirando como la mano que sostiene la ropa, tiembla.

-comenzó como una simple irritación a la semana que Lucían comenzó a beber de ellos. Al principio la comezón era pasable pero... con el paso de los días y que Lucían... seguía siendo exigente con la comida, comenzó a ser peor. Hable con mi ginecóloga y me recomendó esta crema pero...- dice mientras busca la bata para colocársela.

-¿pero qué?-

-pero tengo que dejar de amamantar a Lucían. Por eso he estado embotellando más que nunca pero incluso con la maquina es doloroso. Hay veces que Lucían acepta el biberón pero en otras solo quiere el pecho y... juro por Dios, que esas veces, aunque me duela hasta el alma le doy de beber directamente del banco de alimento- dice volviendo a llorar.

-entiendo. Estas un poco más sensible de lo normal, ¿No crees?- le digo.

-ayer en la noche llego... bueno... llego mi periodo- dice sonrojándose.

-¿necesitas algo?-

-si. Un pote de helado y una caja de bombones- dice mirando al suelo.

 Un pote de helado y una caja de bombones- dice mirando al suelo

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Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora