POV ANASTASIA
-no debería de estar aquí. Aun no es su tiempo- escucho la voz de una mujer. Esta cerca de mí.
-lo sé pero mi madre la llevo a esto. Mi madre está siendo una inconsciente. Ella sabe que Ana no quiere nada con mis negocios. Dios, ¿Qué está pasando por su mente?- dice mi padre. Un momento, ¿mi padre?
Esto debe de estar mal. Mi padre está muerto... Oh... A lo mejor yo también lo estoy.
-tu madre lo único que quiero es salvar a tu hermano. Ella lo adora y lo protege demasiado. Nunca pensé que le fuera hacer algo así a Annie- mi corazón se acelera. En los recuerdos más profundos de mi mente que tengo, la única persona que me llamaba así, era mi madre.
-mi madre está siendo demasiada injusta. Ana no debe pagar por algo que no hizo. Más encima, le pregunta a los funcionarios si mi hija falleció. Pero, ¿Qué le pasa?- dice mi padre enojado.
Una briza suave hace que algo pique en mi cara. Trato, juro por Dios que trato de contener la risa pero no puedo. Al final, abro los ojos y me encuentro con mi padre y una mujer muy parecida a la de mi mare pero un poco más vieja. No se han dado cuenta de que los estoy observado, así que cierro de nuevo los ojos.
-Ray quiero mucho a mi hija y por largos años la he estado observando pero no quiero que este aquí. Ella necesita sentir, vivir el amor. Nosotros lo tuvimos todo y lo seguimos teniendo. Ella... aun... le falta mucho. ¿Crees que volverá?- dice mi madre.
-¡Claro que volverá! Ella necesita vivir, conocer el amor, amar y ser amada, tener una familia. Gracias a Dios que mi hermano quedo estéril después del accidente, o quizás como saldrían mis sobrinos- dice Ray.
-pues a lo mejor esa hubiera suido mejor y mi pequeño no habría tenido que sufrir tanto por culpa de su abuela- tiene razón.
-¿Por qué lo dices?-
-porque tu madre le hubiera prestado más atención a esos niños que a mi pequeña señorita imprudente- dice mi madre.
-¿imprudente?- pregunta mi padre.
-si. Imprudente por cruzar la calle sin mirar a los lados e imprudente por no fijarse en ese bombón que tienes de colega- dice mi madre.
-¡Carla!- la regaña mi padre y no puedo aguantar, me río con fuerza.
-vaya, la pequeña señorita esta despierta. ¿Creo que merece un castigo?- dice mi madre.
-tengo un castigo prefecto para ella- frunzo el ceño y a los segundo siento los dedos de mi padre en mi cadera y los dedos de mi madre en mi vientre. La risa se escapa de mi boca de la misma manera que el aire abandona mi cuerpo.
Un dolor palpitante comienza en mi pierna y luego se le agrega la cabeza. Me quejo y mis padres detienen su ataque.
-cariño lo siento- dice mi madre.
-esa maldita maquina está sonando como loca en el sala donde estas- dice mi padre.
-¿no me puedo quedar? Este lugar se siente bien. Es muy relajante- digo mientras vuelvo a cerrar los ojos.
-no. Tú perteneces al mundo de los vivos. Además Lucían te necesita. El llego a tu vida por una simple y sencilla razón- dice mi madre. Frunzo el ceño sin abrir los ojos.
-Carla, no puedes decir mucho más que eso. Lo sabes- dice Ray.
-lo sé pero ella debe entender que no se puede apartar de Lucían. Cristian no se defiende mucho ene le tema y ella es la única que puede curar ese corazón roto- dice con voz seria.
ESTÁS LEYENDO
Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
RandomUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...