1 año y 6 meses después
POV ANASTASIA
-estoy nervioso. Mejor me voy y vuelvo después- dice Cristian sentado en la camilla. Esta con una bata blanca que ocupa para los pacientes que van directamente a pabellón.
-si no lo haces hoy, no lo harás nunca. Además me prometiste que lo harías. Lo has pospuesto 2 veces y no hay una tercera- digo mientras ordeno la ropa que nos devolvieron. Tiene que pasar a pabellón en media hora más para hacerse la vasectomía.
-necesito una despida adecuado y no la he realizado- dice enojado. Esta bastante frustrado por la operación pero yo no quiero más hijos. Mi nervio está a punto de explotar. Con cuatro hijos tengo más que suficiente.
-tuviste una despedida bastante complaciente- me acerco hasta quedar delante de él.
-eso es mentira- dice. Sonrió al ver que porta exactamente como lo hace los pequeños cuando no le gusta algo.
-Cristian, estoy dolorida. No pensé que tuvieras tanta resistencia. ¿Te acuerdas cuantas veces te corriste en mi o cuantas veces me hiciste correr?- lo miro pero él niega –te corriste tres veces dentro de mí y me hiciste llegar al clímax por lo menos unas 4 veces. Es una despedida más que suficiente. Me duele todo y de milagro que los niños no se despertaron en la noche. Fuiste cruel- digo. El me mira y luego se ríe al darse cuenta de mis palabras.
-también está siendo cruel conmigo. Me estás haciendo perder mi hombría- cierro los ojos y cuento hasta 10.
-bien, si no quieres no lo hagas pero por lo menos en dos meses no tendrás sexo- digo enojada. Está bien que a los hombres no les guste tener que tomar esa decisión pero nosotras somos las que tenemos que tomar pastillas, inyectarnos y más. Ellos se llevan la vida sencilla en el tema del sexo y cuando le pides que se coloquen un gorrito es como si le pidieras que bajan la luna.
-¿Qué? ¿Por qué tanto tiempo?- pregunta entrecerrando los ojos. Me levanto de su lado y me dirijo a la maleta.
-por dos motivos: el primero por romper tu promesa por tercera vez y segundo porque me estas decepcionando. Tenemos 4 hijos de menos de 5 años. No quiero más porque no puedo con más, tengo dos manos y un tiempo limitado. No podría con un quinto y si por algún motivo vuelve a pasar lo del último embarazo, me volveré loca- digo seriamente. El me mira preocupado.
-¿Así te sientes con respecto a los niños?- me mira fijamente.
-los amo más que nada en este mundo pero no puedo con más. Este último año hasta tenido muchos viajes y con la inauguración de tu edificio has estado poco en la casa y los niños preguntan por ti. Querías ser padre, bien, lo lograste. Tienes 4 hijos que constantemente me pregunta, ¿Dónde está papi? ¿Cuándo llegara?- me dejo caer en la silla que hay en la sala.
-estas con mucha carga. No me había dado cuenta de eso- dice.
-es cierto que ambos tenemos el mismo horario. Entramos a las 8 de la mañana y salimos a las 5 de la tarde pero el problema es que siempre tengo que pasar a algún lado. Comprar las colaciones para Teddy y Lu, los pañales para las mellizas, los útiles y la despensa cuando falta algo. En cambio tú, sales simplemente a las 5 y te encierras en el despacho. Quiero que ambos trabajemos para el mismo lado. No llevo trabajo para la casa y tampoco deberías hacerlo tú, salvo cuando viajes- digo sincerándome.
-lo sé pero con el tema de la inauguración hemos estado solucionando pequeños detalles que han surgido en el momento y eso no me ha complicado bastante. Lo siento si no he podido ayudarte mas pero terminando con esto, tendré tiempo y volveré a normalidad- dice acercándose a mí. Se arrodilla delante de mí y tira de mi blusa para que me acerque a su boca. Me da un beso suave pero luego, se torna más rápido y más brusco.
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Reanimando su corazón: Cristian y Anastasia
RandomUn doctor de renombre. Llega a trabajar al hospital más importante del país. Ella, una simple doctora recién titulada, con una abuela bastante peculiar. Solo tiene en su cabeza conocimientos y muy poca experiencia en el cuerpo. El destino los junta...