Capitulo 28

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POV ANASTASIA

-sabe doctora le hizo muy bien los días de descanso obligado que le dio el doctor Menares- dice Martin.

-si. Ya me siento mejor pero lo que no mejora es las ganas de matar al doctor Black. ¿Qué se cree? ¿Que seguiremos haciendo su trabajo? Pues no. Si este día no hace su trabajo como debe pondré un reclamo. Estoy harta hasta más no poder con su vagancia- digo enojada.

-entonces, ¿Qué hacemos?-

-sus pacientes los atiende el. Yo tengo suficiente con los que han llegado. Él debe entender que urgencias es movido y a veces es peor que un terremoto. Así que manos a la obra y atender a los mini pacientes que más podamos- digo con firmeza.

-está bien. ¿Con quién seguimos?-

-bueno, según el sistema aún quedan 10 niños en atención de espera y hay...- digo mientras tecleo en el computador -4 niños para pasar al selector. Eso nos deja 14 sin contar los 3 pacientes que están siendo atendidos por el doctor Black- digo mientras cruzo los brazos.

-¿Qué hacemos?- me dice mirándome a la cara.

-bueno, hay que llenar la cafetera en primer lugar y empezar a sacar los pacientes que están categorizados con un C2. Son los que se encuentran peores- digo.

-voy a llenar la cafetera y vuelvo- dice.

-de acuerdo. Mientras yo llamo a la siguiente paciente- el asiente con la cabeza mientras me dirijo al mesón para llamar a la pequeña paciente.

 Mientras yo llamo a la siguiente paciente- el asiente con la cabeza mientras me dirijo al mesón para llamar a la pequeña paciente

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-doctora, ¿va a estar bien?- dice la madre.

-va a estar bien. Por lo general los bebés tienden a hacer alguna reacción a ciertos alimentos, como lo son el chocolate, el pescado, los mariscos. Es normal. Ahora le vamos a dar celestamine. Eso ayudara a que la reacción alérgica se vaya. Cualquier síntoma o cualquier grano o mancha debe de volver- digo mientras hago la receta del medicamento.

-de acuerdo- dice no muy confiada. La miro.

-¿Qué ocurre?-

-¿Cuál es la posibilidad que me toque con el otro pediatra si volvemos?- levanto la ceja y me sorprendo por su pregunto.

-no sabría decirlo. Es cuestión de suerte- le digo.

-más bien de mala suerte- dice mientras termina de vestir a su bebé.

-¿Por qué lo dice?-

-traje a mi bebé ayer por esta alergia y el doctor que había nos atendió pero nunca termino la atención. Lo espere por casi 4 horas hasta que un paramédico me dijo que me fuera, ya que el medico estaba en pabellón y no sabía cuándo iba a salir pero mi sorpresa fue que al llegar al paradero, el medico estaba sentado en la plaza fumando y muy abrazado con una mujer. Ese señor no es médico. No se compara con usted- suspiro. No es la primera vez que escucho eso.

Reanimando su corazón: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora